Enfermedad hepática en los perros: causas y síntomas

Debido a su papel primordial en el cuerpo, el hígado es susceptible a una amplia variedad de problemas que pueden amenazar la salud canina.
Enfermedad hepática en los perros: causas y síntomas
Luz Eduviges Thomas-Romero

Escrito y verificado por la bioquímica Luz Eduviges Thomas-Romero.

Última actualización: 08 febrero, 2022

Para reconocer la enfermedad hepática en los perros, es importante tener en cuenta que el hígado es un órgano multipropósito. Entre sus funciones está desintoxicar la sangre, ayudar a descomponer las drogas y metabolizar las fuentes de energía que provee la dieta.

El hígado también almacena vitaminas, produce los ácidos biliares necesarios para la digestión y fabrica proteínas importantes necesarias para la coagulación de la sangre.

Debido a su actuación tras bastidores en tantas funciones corporales importantes, la enfermedad hepática puede manifestarse con una amplia variedad de síntomas. Su expresión dependerá de la función vital afectada.

¿Qué es la enfermedad hepática?

Ya establecida la importancia de las funciones del hígado, es evidente que este cumple la tarea de eliminar del cuerpo muchas sustancias diferentes. Así, un hígado que funciona de manera anormal tiene efectos visibles rápidos y generalizados sobre el animal.

Problemas hepáticos en perros.

La enfermedad hepática produce inflamación del órgano, conocida como hepatitis. Si no se trata, esto puede conducir a la pérdida de la función, ya que las células hepáticas sanas son reemplazadas por tejido cicatricial.

Es bueno acotar que enfermedades en otras partes del cuerpo también pueden afectar la función del hígado. Afortunadamente, la enfermedad hepática en perros se puede controlar de manera efectiva, limitando su progresión.

Muchos perros viven felices años después de su diagnóstico. Una nutrición adecuada y un diálogo continuo con tu veterinario son clave para controlar el trastorno hepático de tu perro.

¿Qué causa la enfermedad hepática en los perros?

El hígado está predispuesto a lesiones secundarias, debido a su posición como barrera entre la circulación sistémica y el tracto gastrointestinal. Adicionalmente, existen factores que aumentan la probabilidad de se desarrolle la enfermedad hepática en los perros. Estos incluyen los siguientes.

Edad

Varias enfermedades, incluida la disfunción hepática, son comunes en los perros geriátricos. Es por ello que es esencial realizar visitas al veterinario de forma más asidua cuantos más años cumpla el animal.

Raza

Ciertas razas de perros, como dobermans, rottweilers, Yorkshire terriers y Cocker Spaniels, tienen más probabilidades de nacer con o ser propensas a desarrollar problemas hepáticos particulares.

Se sabe que algunas razas, como Bedlingtons y West Highland White terriers, tienen dificultades para excretar cobre, que al acumularse, puede afectar el hígado del perro.

Esta enfermedad genética (hepatitis asociada al cobre) en doberman Pinschers tiene mayor incidencia en hembras que en machos.

Medicamentos y productos químicos

Los medicamentos que contienen acetaminofén, más conocido como paracetamol, pueden dañar el hígado en los perros. Debido a la presencia de estos fármacos en cualquier hogar, es necesario prestar especial atención a que el can no pueda acceder al botiquín de casa.

Infecciones virales, parasitarias y bacterianas:

Incluyen hepatitis canina infecciosa (CAV-1), virus del herpes, leptospirosis, Clostridum piliformis (enfermedad de Tyzzer), Toxoplasma gondii y enfermedades bacterianas sépticas.

Otras causas pueden ser la ingesta de sustancias venenosas o enfermedades cardíacas

¿Cómo reconocer la enfermedad hepática en los perros?

Los signos de enfermedad hepática pueden ser muy similares a los de otras afecciones. Si notas alguno de los siguientes síntomas en tu perro, comunícate con tu veterinario para un examen completo. Los síntomas a tener en cuenta incluyen:

  • Pérdida de apetito.
  • Pérdida de peso.
  • Ictericia (coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos).
  • Aumento de la sed.
  • Fiebre.
  • Vómitos o diarrea.
  • Cambios en el comportamiento.
  • Babeo excesivo.
  • Falta de energía o depresión..
  • Trastornos de la coagulación

Otros posibles signos de enfermedad hepática en los perros incluyen orina de color oscuro y  encías pálidas. Además, un síntoma clave es una acumulación de líquido en el abdomen, que podría confundirse con un aumento de peso repentino. Tu veterinario puede ordenar pruebas de laboratorio y de imágenes para diagnosticar la enfermedad hepática.

Es importante reconocer que los signos de enfermedad hepática no son muy específicos, lo que dificulta su diagnóstico temprano. Si tu perro no está comiendo, consulta a tu veterinario sin demora.

Tratamiento y dieta

El tratamiento de cualquier enfermedad hepática tiene como objetivo permitir descansar al hígado. Así, lo que se desea es minimizar las funciones que tienen que ver con el metabolismo de las grasas, proteínas, carbohidratos y medicamentos.

Perro triste tras ser operado.

Es fácil entender que cuando se presenta una enfermedad hepática en perros, es aún más importante alimentarlos con la comida adecuada. Por estas razones, el control de la ingesta nutricional de cobre puede beneficiar a las razas de perros predispuestas a acumular niveles tóxicos del mismo en el hígado.

Para un diagnóstico preciso y opciones de tratamiento, siempre consulta a tu veterinario y pídele que te recomiende el mejor alimento para la salud del hígado de tu perro.


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