Encefalitis equina: causas, síntomas y tratamiento

La encefalitis equina es una patología grave que afecta tanto a caballos como a personas. Conoce aquí cómo evitar el contagio en tu establo.
Encefalitis equina: causas, síntomas y tratamiento

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 15 junio, 2021

La encefalitis equina es una condición que afecta a caballos, pero que también puede llegar a contagiarse a los seres humanos. Esta enfermedad zoonótica es una de las patologías más graves transmitidas a través de un vector vivo —mosquito—, pues la tasa de mortalidad en humanos tras la infección es del 33 % y los supervivientes presentan daños neurológicos irreversibles.

En Norteamérica, se sabe que los virus causantes de la encefalitis equina son endémicos desde hace décadas. Se estima una seroprevalencia del 8,7 % de los caballos en entorno rurales, es decir, que casi 10 de cada 100 équidos pasan la enfermedad o la están pasando en cualquier momento dado. Si quieres saber más sobre este grupo patológico, sigue leyendo.

¿Qué es la encefalitis equina?

El término encefalitis equina engloba un grupo de patologías, no una sola. Todas estas enfermedades infecciosas son provocadas por agentes víricos en équidos con síntomas similares, pero la tasa de mortalidad, el pronóstico y el potencial epidemiológico varían mucho entre cada condición. Por ello, las analizamos por separado en las siguientes líneas.

La encefalitis equina se transmite a través de vectores.

1. Fiebre del Nilo occidental

Este cuadro clínico es provocado por el virus del Nilo occidental o West Nile Virus (WNV). Produce encefalitis en caballos y humanos, pero también puede llegar a afectar a las aves, que actúan como reservorio natural del patógeno. El contagio entre hospedadores se produce a través de diversas especies de mosquitos —sobre todo Culex pipiens—, que contagian a los mamíferos al picarles y nutrirse de su sangre.

Según fuentes profesionales, solo el 10 % de los caballos afectados por este virus desarrollan síntomas. De todas formas, los que lo hacen suelen morir. El patógeno viaja de la sangre a la médula espinal y el cerebro, donde causa un proceso inflamatorio y diversos signos clínicos de índole neurológica.

2. Encefalitis equina del este (EEE)

Esta es la variante de la encefalitis equina más estudiada a nivel general. Provocada por virus del género Torgavirus, la EEE presenta un pronóstico mucho peor para los animales infectados a corto y largo plazo. También se transmite entre équidos y humanos a través de vectores (mosquitos) y, por desgracia, la tasa de supervivencia en personas infectadas es menor al 50 %.

3. Encefalitis equina venezolana (EEV)

La EEV es provocada por el virus homónimo que le da nombre, perteneciente al grupo de los arbovirus. La premisa es muy similar a los casos anteriores, pero esta variante alcanza en caballos una mortalidad del 90 %. Es el cuadro con peor pronóstico dentro del grupo de la encefalitis equina.

4. Encefalitis del oeste del Nilo (EEW)

La encefalitis del oeste del Nilo, junto con la WNV, es el tipo menos severo de encefalitis equina. Algunos caballos pasan estas infecciones sin presentar ningún síntoma, y en el proceso, desarrollan anticuerpos que los protegen ante futuras exposiciones al virus.

Síntomas

Tal y como indica el portal MSD Veterinary Manualla sintomatología depende mucho de la variante vírica que haya afectado al caballo. De todas formas, todas estas condiciones se engloban en el término encefalitis equina porque provocan ciertos signos clínicos a nivel neurológico. Te mostramos los más comunes:

  • Fiebre alta: el caballo puede presentar una temperatura corporal que ronda los 39,4 °C.
  • Torpeza, cansancio, inhabilidad para tragar la comida y falta de apetito.
  • Pérdida de visión.
  • Movimientos injustificados repetitivos y apoyo de la cabeza en superficies sólidas —un comportamiento muy común en estos cuadros—.
  • Calambres musculares, parálisis del nervio craneal, parálisis motora, inhabilidad para permanecer de pie y otros signos neurológicos.
  • En los casos más graves, convulsiones y muerte. La encefalitis equina venezolana tiene una tasa de letalidad de hasta el 90 % de los afectados.

El periodo de incubación es de 3 a 7 días, pero cabe destacar que los animales infectados no pueden transmitir el virus de forma directa a sus compañeros de establo. Los patógenos de este grupo solo se contagian a través de vectores intermediarios (mosquitos), pero no por contacto directo, estornudos o toses.

Otras patologías como las intoxicaciones pueden provocar síntomas similares a los citados en caballos.

¿Cómo se diagnostica la encefalitis equina?

Es necesario sospechar de esta patología cuando se observa cualquier síntoma neurológico en el caballo, más aún si tiene lugar durante un brote epidémico o las épocas del año en las que los mosquitos están más activos. Diversas patologías se pueden confundir con la encefalitis equina, así que ante los signos citados, la única opción es acudir a un veterinario.

En la clínica, el profesional recogerá muestras de sangre y del líquido cefalorraquídeo, con el fin de detectar anticuerpos específicos para cualquiera de las variantes víricas citadas. Si el diagnóstico se complica, también se puede recurrir a la PCR y otras reacciones moleculares, que buscan amplificar el material genético del virus en la muestra.

Tratamiento

Por desgracia, no existe un tratamiento estandarizado para la encefalitis equina. El abordaje es sintomático, lo que significa que se tratan los signos clínicos más allá de la infección en sí misma. Puede ser necesaria una fluidoterapia intravenosa —si el caballo no puede comer—, medicamentos antiinflamatorios, anticonvulsivos y otros fármacos específicos.

De todas formas, cabe destacar que a día de hoy existen vacunas para casi todas las variantes citadas. El veterinario puede recomendar una u otra para los potros del establo, dependiendo de la localización geográfica de la instalación y el momento del año. Tal y como indican fuentes profesionales, se requieren 3 dosis totales para adquirir inmunidad, a los 4, 5 y 6 meses.

Prevención

Más allá de la vacunación obligatoria en ciertas regiones, existen ciertas medidas preventivas para evitar la encefalitis equina en los caballos del establo. Algunas de ellas son las siguientes:

  • Usa insecticidas de forma habitual en el entorno de los caballos, sobre todo si es primavera o verano. Hay que tener especial cuidado en las épocas lluviosas.
  • Mantén a los caballos resguardados durante la noche. Este es el momento en el que los mosquitos salen a buscar sangre.
  • Elimina o minimiza toda fuente de agua estancada innecesaria. Los mosquitos necesitan estos lugares para que las larvas puedan desarrollarse a adultos funcionales.
  • Si necesitas tener fuentes de agua estancada, introduce en ellas peces de agua dulce que depreden a las larvas de mosquito. Sé consecuente con la fauna de tu entorno y usa solo especies que ya estén instauradas en el ecosistema.
  • Elimina la basura y fuentes de materia orgánica en descomposición del establo.

Como puedes ver, casi todas estas medidas tratan de reducir los lugares de crecimiento y reproducción de los mosquitos. Sin los vectores, el virus no se puede transmitir y se minimiza el contagio —tanto en caballos como en humanos—.

Un caballo hispano-árabe y su tutora.

Una enfermedad grave

En resumen, la encefalitis equina no es una enfermedad que se deba tomar a la ligera. Aunque algunas variantes puedan cursar de forma asintomática, otras provocan la muerte en casi el 100 % de los casos. Además, los caballos supervivientes pueden presentar signos clínicos neurológicos irreversibles de forma permanente.

La vacunación es esencial en las zonas en las que la patología es endémica. Con este acto no solo se protege a los caballos vulnerables, sino que también se evita la expansión del virus y el contagio a los humanos. Es deber de todos parar los pies a los agentes infecciosos antes de que provoquen enfermedades en la población general.


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