El chinche rojo de las coles: hábitat, características y reproducción
El chinche rojo de las coles es un tipo de invertebrado pequeño que suele parasitar ciertos tipos de cultivos de importancia económica. Además, exhibe coloraciones intensas que lo vuelven un insecto vistoso, razón por la cual es temido y admirado al mismo tiempo.
El nombre científico de esta especie es Eurydema ornata. Pertenece a la familia Pentatomidae, la cual se caracteriza por agrupar a las chinches con olores desagradables. Sigue leyendo este espacio y descubre todo lo que tienes que saber sobre el chinche rojo de las coles.
Hábitat y distribución
Esta especie de chinche suele habitar zonas con gran cantidad de hierbas, plantas, arbustos, árboles y vegetación en general. Dichos sitios proveen a los ejemplares de escondites temporales que le permiten protegerse, además de que le facilitan la obtención de alimentos.
Por lo común, la distribución del chinche rojo de las coles abarca varias regiones de Europa, África, Asia, Pakistán y China. Esto se debe a que frecuenta climas tropicales y templados, en donde las horas luz son más intensas y la temperatura no baja demasiado. No obstante, existen algunos registros de esta especie en zonas con climas fríos como Ucrania y Siberia.
Características físicas del chinche rojo de las coles
El chinche rojo de las coles es un artrópodo que mide entre 6 y 9 milímetros de longitud. Presenta un cuerpo ovalado y aplanado, con un patrón de color interesante que combina tonos rojos, negros, blancos y grises, lo que es bastante atractivo para la vista. Al igual que otros insectos, tiene 3 pares de patas caminadoras, un par de antenas, un par de alas y el distintivo aparato bucal picador-succionador.
La única división perceptible en el cuerpo del chinche rojo es la que separa la cabeza de su abdomen. De hecho, presenta 6 manchas negras distintivas en esta zona, lo cual sirve como característica diagnóstica para identificar a la especie.
Comportamiento
Uno de los aspectos más distintivos de este tipo de animales es que son capaces de fabricar un líquido con olor desagradable. Dicha sustancia es producida por unas glándulas en el abdomen de su cuerpo que se activan al momento de sentir una amenaza. Es más, la coloración brillante del chinche rojo de las coles es en realidad una señal que advierte a sus depredadores de su mal olor (aposematismo).
Alimentación del chinche rojo de las coles
El chinche rojo de las coles es un organismo fitófago que se alimenta de la savia de las plantas. Como su nombre hace referencia, tiene preferencia por la col (Brassica spp.), pero también es capaz de alimentarse de la mostaza (Sinapis spp.), el rábano (Raphanus sativus) y el berro (Nasturtium spp.).
Debido a que la succión de la savia representa un perjuicio para la eficiencia y la salud de la vegetación, el chinche rojo de las coles es considerado una especie plaga. Claro está, el daño en los cultivos aumenta según incremente la población de este insecto, por lo que se suelen utilizar remedios preventivos para erradicarlos.
Reproducción
El chinche rojo de las coles es una especie ovípara que pone sus huevos en primavera (marzo-junio), aunque algunas hembras podrían resistir y terminar el proceso hasta agosto. Según las condiciones ambientales, los huevos eclosionarán entre 3 y 20 días después, lo que dará lugar al nacimiento de las crías en su fase larval.
Contrario a otros insectos, las crías del chinche rojo de las coles son casi idénticos a sus formas adultas, pero con un tamaño menor. Conforme se alimentan y se desarrollan, pasarán por diferentes procesos de muda de piel (ecdisis) y aumentarán su talla hasta alcanzar su forma madura (adulto).
Por lo regular, los ejemplares de esta especie tardan alrededor de 1 mes en transformarse en adultos. Al llegar el invierno, algunas poblaciones se desplazan a zonas más cálidas para sobrevivir a las temperaturas frías. En cuanto llegue de nuevo la primavera, regresarán a sus sitios de origen para reproducirse y comenzar de nuevo el ciclo.
Como te puedes dar cuenta, el chinche rojo de las coles es un invertebrado peculiar que suele ser detestado por los agricultores. Por esta razón, existen varios químicos especializados en prevenir su presencia en los plantíos. Gracias a ello, con el cuidado suficiente y las herramientas adecuadas, no hay razón para temerle a este curioso insecto.
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