Educar o adiestrar un perro: descubre cuál es la mejor opción

Si bien es cierto que son cuestiones diferentes, ambas son útiles y complementarios; en cualquier caso, a la hora de enseñar a un perro es conveniente emplear el refuerzo positivo
Educar o adiestrar un perro: descubre cuál es la mejor opción

Escrito por Yamila

Última actualización: 08 mayo, 2023

Aunque se usen muchas veces como sinónimo, no se trata de las mismas acciones. Muchos se preguntan cuál es la mejor opción: ¿educar o adiestrar a un perro? En este artículo te lo contaremos.

¿Educar o adiestrar? Diferencias

Como primera medida tenemos que saber en qué se diferencian ambos términos, los cuales se usan erróneamente para las mismas tareas. Claro, porque no es lo mismo educar a un perro que adiestrarle. Para ello sería bueno indicar el significado de cada palabra:

  • Educar: permite desarrollar ciertas facultades del otro, así como también las normas de convivencia en relación a quienes le rodean.
  • Adiestrar: sirve para enseñar a un animal a ejecutar ciertos movimientos o habilidades para cumplir con las órdenes de su dueño u otra persona a cargo (el adiestrador).

Si tenemos en cuenta estas definiciones de diccionario, podríamos pensar entonces que los perros deben ser únicamente adiestrados y no educados, ya que esto último solo es posible para las personas. Sin embargo, las mascotas precisan educación y, cuanto más jóvenes la reciban, mejores serán los resultados.

No podemos olvidar que la enseñanza debe estar basada en la motivación y el ‘refuerzo’ o, dicho de otra manera, en repetir las lecciones cada cierto tiempo para no ser olvidadas. Por otra parte, el adiestramiento es un proceso en el que la responsabilidad y el compromiso son mayores, ya que para dar sus frutos es fundamental que se cuente con la ayuda de un profesional.

Entonces, ¿educar o adiestrar? ¡Ambas! No se trata de conceptos ni de tareas incompatibles, sino muy entrelazadas y combinadas entre sí. Son diferentes, eso es cierto, pero se complementan.

Errores al adiestrar a un perro

Un buen adiestrador puede lograr que un perro –sea un shih tzu o un labrador retriever– haga cosas útiles como que se siente o que no tire de la correa cuando sale de paseo. Pero el dueño a través de la educación puede también conseguir muy buenos resultados: que socialice en el parque, que no pida comida en la mesa o que no sufra al quedarse solo en casa.

Un mal adiestramiento es tan nocivo para la mascota como una educación deficiente. En ambos casos, lo que debe primar es la integridad del animal y, sobre todo, que pueda desarrollar todas sus habilidades. Sacar lo mejor de nuestro perro y ayudarle a que viva feliz debería ser nuestro mayor objetivo y orgullo.

Educar o adiestrar en positivo

Se ha hablado mucho en relación a los tipos de adiestramiento o educación de las mascotas. La última ‘tendencia’ afirma que, para lograr buenos resultados y evitar traumas en los animales, la enseñanza positiva es la más adecuada.

Esto significa que por ningún motivo se debe usar la violencia física –como golpes o patadas– ni psíquica –gritos exagerados– para que el perro aprenda. Existen otras técnicas más eficaces que se basan en las órdenes directas y en las recompensas a través de comida, elogios, caricias o juguetes.

Refuerzo positivo en perros

Mientras que la educación enseña al perro a convivir en sociedad, el adiestramiento le permite obedecer órdenes específicas. Educar o adiestrar es una pregunta muy común entre los dueños de mascotas y, en términos generales, lo primero se hace en casa y lo segundo en alguna academia. Es como sucede con las personas: aprenden los valores en el seno de su familia y a razonar, leer y escribir en la escuela.

Salvando las distancias, si queremos que nuestro perro cumpla con las normas básicas –cuando y dónde ladrar, cómo comportarse cuando está en el parque o dónde hacer sus necesidades– tenemos que hacer el esfuerzo y enseñarle en casa.

Si además nos interesa que el animal obedezca órdenes más complejas o concretas, como puede ser tumbarse, dar la pata o sentarse, lo podemos hacer nosotros, aunque también se puede contratar a un adiestrador. En cualquier caso, el estímulo positivo será determinante para lograr resultados como esperamos.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.