Diferencias entre artritis y artrosis en perros

La artrosis y la artritis afectan a 1/4 de la población de perros, así que nunca se pueden descartar. Una buena alimentación y los ejercicios moderados son una excelente manera de evitar su aparición.
Diferencias entre artritis y artrosis en perros
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Escrito y verificado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Última actualización: 04 noviembre, 2021

La artritis y la artrosis son padecimientos muy comunes en los perros, pues el desgaste de las articulaciones suele derivar en alguna de estas enfermedades. Aunque los síntomas pueden parecer similares, las causas y las consecuencias de cada una son diferentes. Aprender a diferenciar ambos cuadros ayudará al tutor a entender mejor por lo que pasan las mascotas.

Estos tipos de enfermedades pueden llegar a restringir el movimiento de los canes, así que es importante buscar ayuda veterinaria al detectarlas. Además, cuanto más conozcas sobre estos padecimientos, antes podrás reconocer cuáles son las mejores formas de hacer sentir bien a tu mascota. Continúa leyendo este artículo y conoce las diferencias que existen entre artritis y artrosis.

¿Por qué son tan importantes las articulaciones?

Se le denomina articulación al sitio en el que se unen dos o más huesos, los cuales son necesarios para permitir la movilidad del cuerpo. En otras palabras, las articulaciones son los puntos que permiten flexionar, contraer o extender las extremidades. Aunque no lo parezca estas uniones son muy importantes para la vida cotidiana, pues sin ellas sería imposible realizar cualquier tipo de movimiento.

Las articulaciones necesitan diferentes estructuras para poder realizar su función, pues cada movimiento debe estar regulado o podría dañar al organismo. Entre las partes más importantes que conforman una articulación encontramos las siguientes:

  • Cápsula: es un tipo de membrana que cubre la articulación, por lo que abarca el antes y el después de las uniones óseas. Debido a la forma en la que se distribuye, el punto donde se unen ambos huesos queda “hueco”, lo cual permite que se acoplen las membranas y los cartílagos.
  • Ligamentos: en apariencia son similares a los tendones, pero con la gran diferencia de que unen hueso con hueso. En general, la función que tienen es la de limitar los movimientos, por lo que sirven casi como unas varillas flexibles que sostienen los huesos en su lugar.
  • Membrana sinovial: esta membrana se encuentra justo en el hueco que deja la cápsula, pues es la encargada de permitir el paso del líquido sinovial, con la cual se reduce la fricción de los huesos. Visto de otra forma, la membrana sinovial forma un tipo de “burbuja” que amortigua la unión de los huesos.
  • Cartílago: esta es quizá la parte más importante de la articulación, pues se encarga de evitar que los huesos se rocen entre sí. En otras palabras, el cartílago es una especie de “almohadilla” que existe entre los huesos que conforman la unión. Esta estructura permite que los movimientos sean fluidos y evita el desgaste óseo.
Un ejemplo de artritis canina.

¿Cuál es la diferencia entre artritis y artrosis en canes?

Como se mencionaba, la artritis y la artrosis pueden presentar una serie de síntomas parecidos, pero el origen de las enfermedades es bastante distinto. Esto se debe a que en cada padecimiento se afecta una estructura diferente de la articulación. En la artritis se produce una inflamación de la membrana sinovial, mientras que en la artrosis hay problemas con el cartílago.

¿Cómo aparece la artritis?

La artritis afecta a una gran cantidad de perros, pues las articulaciones son las partes del cuerpo que más se suelen usar. En general, cualquier daño y lesión que pueda recibir la membrana sinovial o la capsula se traducen en la inflamación de la articulación. Esto implica que la artritis llega a ser ocasionada por distintos factores, dentro de los cuales se encuentran los siguientes:

  • Enfermedades ortopédicas: como consecuencia de displasias, osteocondrosis o degeneración de los ligamentos.
  • Infecciones: por bacterias, virus u hongos.
  • Inmunitaria: como respuesta a una enfermedad autoinmunitaria.
  • Comportamiento y características del perro: esto hace referencia al peso de la mascota y a la cantidad de ejercicio que realiza.
  • Accidentes: golpes o movimientos excesivos que lastimen la articulación.

La mayoría de las causas suelen ser crónico-degenerativas, por lo que la mascota tendrá que vivir con esta enfermedad por el resto de su vida. Además, si el padecimiento no es diagnosticado a tiempo, los daños a las articulaciones pueden ser permanentes, así que no es extraño que los pacientes lleguen a perder bastante movilidad.

¿Cómo aparece la artrosis?

Por otro lado, la artrosis es un padecimiento distinto a la artritis, pues se caracteriza por la pérdida progresiva del cartílago. Conforme avanza la enfermedad, el perro pierde por completo su movilidad en la zona afectada, ya que no existe el amortiguador entre ambos huesos. La artrosis puede ser ocasionada por distintos factores, entre los que se encuentran los siguientes:

  • Enfermedad ortopédica previa: displasia, osteocondritis, dislocación o degeneración de ligamentos.
  • Genética: en algunos casos se presenta sin causa aparente, por lo que se considera que tiene factores relacionados con la genética de la mascota.
  • Edad: los perros más afectados son los de edad avanzada.

Síntomas de la artritis y la artrosis en perros

Los síntomas que tienen estas enfermedades son similares, pues ambas afectan a las articulaciones. La siguiente lista recopila los signos más evidentes en perros que pueden indicar la presencia de artritis o artrosis:

  • Paso poco firme (rengueo y cojera).
  • Rigidez o limitación del movimiento de la articulación.
  • Inflamación de la articulación (en artrosis no siempre es evidente).
  • Dolor al tacto.
  • Modificación de la postura al sentarse.
  • Disminución de actividad (reusarse a caminar o moverse).
  • Dificultad para incorporarse (problemas para levantarse o sostenerse de pie).
  • Letargo.

De todas formas, en la artrosis el dolor se reduce mientras las articulaciones no se muevan, mientras que en la artritis continúa a pesar del descanso. En ambos casos los síntomas empeoran con el progreso de la enfermedad. Si observas un cambio en el comportamiento de tu mascota acude de inmediato al veterinario.

¿Cómo se diagnostican estas enfermedades?

El diagnóstico de la artritis y de la artrosis es complicado, ya que no existe una forma infalible para detectarlas. El médico veterinario tiene que hacer uso de la historia clínica y pruebas físicas, con las cuales intenta identificar la gravedad y el tipo de padecimiento. Aunado a ello, en los casos en los que se sospeche de alguna infección se tomarán muestras para hacer análisis varios.

Tratamientos disponibles

A pesar de que se conoce muy bien el mecanismo de dichas enfermedades, aún no existe un medicamento que permita curar estos padecimientos. De hecho, los tratamientos disponibles son considerados paliativos, puesto que solo se limitan a reducir las molestias y evitar que se agraven los síntomas.

La primera opción para tratar estas enfermedades es el uso de antiinflamatorios, pues lo que se busca es aliviar la inflamación y el dolor de la mascota. Los glucocorticoides han demostrado ser muy eficaces, ya que detienen bastante rápido los procesos inflamatorios que caracterizan a la artritis.

En los casos avanzados es posible que se recomiende el uso de ayudas ortopédicas, con las cuales se refuerza la parte afectada. Asimismo, la fisioterapia puede ser una alternativa que ayude con la enfermedad, pues es eficaz para reducir la inflamación.

Con estos abordajes los perros mejoran su capacidad de movimiento, aunque solo son soluciones sintomáticas que no eliminan la raíz de la enfermedad.

Un perro con artritis mirado en una radiografía.

Ambas enfermedades son difíciles de reconocer y manejar, así que la mejor opción siempre será la prevención. Recuerda estar atento al comportamiento de tu mascota, pues aunque no puede hablar su conducta es muy evidente cuando no se siente cómoda con algo. Ante cualquier signo de alerta, no dudes en pedir consejo profesional.


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