5 curiosidades que no sabías de los gatos y perros negros

Los perros y los gatos negros han sido víctimas de varias creencias y mitos negativos. Sin embargo, este tipo de pelaje es único en la naturaleza y otorga varias ventajas adaptativas.

El gato negro ha sido tratado injustamente por las numerosas supersticiones que giran en torno a él

El color del pelaje de los perros y los gatos es uno de los atractivos más interesantes de su apariencia. De hecho, gracias a su alta aceptación, los criadores buscan de manera entusiasta producir nuevos patrones de coloración que llamen la atención de los tutores. Sin embargo, esto a veces deja de lado a los mantos negros, los cuales resguardan varias curiosidades tanto en los perros como en los gatos.

Contrario a lo que se podría pensar, el pelaje negro de las mascotas domésticas es ocasionado por el melanismo, una condición bastante única dentro del reino animal. Si bien es cierto que muchos mitos se asocian a este color, la realidad es que a nivel biológico presenta algunas ventajas frente a otros mantos. Sigue leyendo este espacio y descubre varias curiosidades más sobre los perros y los gatos negros.

¿Cómo se produce el color en los perros y los gatos?

En los vertebrados, el color de la piel y del pelo es regulado por la síntesis de ciertos pigmentos conocidos como melanina. Según la cantidad y el tipo de melaninas que se produzcan, la apariencia del animal adquirirá una coloración determinada.

Por lo común, las melaninas se clasifican en eumelanina y feomelanina. La eumelanina suele estar encargada de producir colores oscuros como el gris, el negro o el marrón, mientras que la feomelanina se enfoca en los colores rojizos y amarillos. En consecuencia, la coloración final de los animales dependerá por completo de la concentración que exista de cada tipo de melanina.

La producción de todos los pigmentos de los animales no está regulada por un solo gen, sino por diferentes unidades genéticas. Esto es lo que hace difícil predecir la coloración final de cada organismo. Sin embargo, gracias a las técnicas de crianza, se puede tener cierto control en cuanto a las características de los animales domésticos, lo que ha propiciado la búsqueda de rasgos atractivos en perros y en gatos.

Pug

¿Por qué los perros y los gatos nacen negros?

El pelaje negro de los perros y los gatos es producto de un exceso de eumelanina, una condición que también se conoce como melanismo. Los ejemplares que presentan este color tienen genes específicos que propician la acumulación del pigmento. Por lo tanto, su piel y su pelo se perciben con tonos oscuros, aunque a veces incluso afecta a sus mucosas.

Datos poco conocidos de los perros y los gatos negros

Las mascotas negras suelen tener mala fama debido a las creencias de la población. No obstante, la mayoría son mitos sin fundamento que solo las desprestigian y fomentan el odio. De hecho, pocos saben que los gatos y perros negros resguardan varias curiosidades biológicas, pues la tonalidad de su piel y su pelo es un fenómeno único en la naturaleza. Algunos de los datos poco conocidos de estos animales son los siguientes.

1. El color negro es un rasgo poco frecuente

Aunque el melanismo es una condición que se encuentra presente en varias especies de cánidos y felinos, su predominancia en la población tiende a ser bastante baja. Esto se debe a que el pelaje negro es una característica adaptativa que solo aparece bajo ciertas presiones ambientales. En consecuencia, no existen tantos ejemplares con este rasgo.

En el caso de los perros y los gatos, la prevalencia del pelo negro es un poco más alta que en otros animales salvajes, pues la domesticación ha modificado sus coloraciones naturales. Sin embargo, se cree que esta característica tiene el mismo origen que el de sus parientes silvestres.

2. Varios genes pueden provocar el pelaje negro

Los genes son los encargados de determinar la coloración del pelaje en los perros y los gatos. Es más, algunos de los patrones más comunes son generados por una configuración génica específica, lo que hace un poco difícil replicar el color de ciertos mantos.

A pesar de ello, el pelaje de color negro en gatos y perros tiene la característica de que puede ser producido por varios genes diferentes (dominantes y recesivos). Si bien es cierto que esto hace más sencillo producir mascotas con este color, la realidad es que la crianza de estos linajes no es tan atractiva ni redituable para los criadores.

3. Son un poco más resistentes a la radiación solar

La melanina sirve como un pigmento de defensa para evitar los daños directos de la radiación solar. El único problema que existe es que su efectividad depende mucho de la concentración que exista en el pelaje o en la piel. En consecuencia, los perros y los gatos con pelajes negros tienen una gran resistencia a los rayos del sol.

Unos gatos negros que parecen gemelos.

4. No son tan agresivos

Existe una creencia errónea sobre que los gatos y los perros negros tienden a ser más agresivos, pues su color es asociado con varias cosas negativas como la maldad y la muerte. No obstante, algunos estudios han demostrado que la coloración del pelaje de las mascotas no se relaciona de manera directa con su comportamiento.

Aunque no se puede asegurar que los perros o gatos negros sean más dóciles, algunos linajes han demostrado ser mucho más agresivos que ellos. En el caso de los felinos, los ejemplares blancos con negro tienden a ser un poco más reactivos. Mientras que, según un estudio en labradores, los canes de color chocolate son los que demuestran conductas más agitadas y ansiosas.

5. No suelen ser adoptados en los refugios

Una de las curiosidades más tristes que existen sobre los perros y los gatos negros es que son los ejemplares menos adoptados en refugios. Como se puede intuir, esto es debido a la mala fama que tienen por las creencias y mitos que giran alrededor de su peculiar color.

Según un estudio publicado en The Open Veterinary Science Journal, los gatos negros tardan más en ser adoptados sin importar su edad. Al mismo tiempo, en los perros ocurre un fenómeno similar en el que los ejemplares grandes y negros son menos requeridos para adopción.

De manera desafortunada, esta situación no solo implica que estos ejemplares se quedan relegados en los refugios, sino que también son los que más sufren de eutanasia. En ciertos países, cuando un perro o un gato no es adoptado después de cierto tiempo, se procede a dormirlos para evitar la sobrepoblación.

Es claro que estas prácticas no son las más adecuadas. Sin embargo, la tasa de adopción es baja y tampoco es bueno que las mascotas pasen toda su vida en un refugio. Lo mejor que se puede hacer para evitar que los perros y los gatos negros paguen las consecuencias, es erradicar el abandono y evitar los prejuicios. Recuerda que son animales inocentes que no merecen ser sujetos de creencias sin fundamento.

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