Los cefalópodos son mucho más interesantes de estudiar que de comer. Si no te lo crees, es porque todavía no has leído todas las curiosidades de la sepia que hay en este espacio. Son animales sorprendentes, casi sacados de novelas de ficción por lo especial de sus mecanismos de adaptación.
En concreto, las sepias son moluscos cefalópodos cuya característica principal es que poseen una dura concha interna llamada jibia. Vamos a conocerlas mejor en las siguientes líneas, donde podrás encontrar sus características como especie y las prometidas curiosidades. Comenzamos.
Características de la sepia
Como se decía, la sepia es un molusco cefalópodo que pertenece al orden Sepiida. Todas las especies poseen 8 brazos y 2 tentáculos retráctiles que usan para capturar presas. Los discos de succión se localizan en los brazos y en las puntas de los tentáculos.
Al igual que sus parientes cercanos, como el pulpo, es capaz de producir tinta que expulsará para cubrir su huida en caso de peligro.
Habita todos los océanos del mundo, pero suelen encontrarse en aguas templadas y tropicales. Existe una gran variedad, como especies bentónicas, otras que viven en aguas profundas y algunas son solitarias, mientras que existen especies que nadan en cardúmenes, etcétera.
En cuanto a su dieta, se trata de un animal estrictamente carnívoro. Suelen alimentarse de pequeños moluscos y peces presentes en su entorno. Para atraparlos suele camuflarse en una superficie y esperar para emboscar a su presa atrapándola con los tentáculos. Las sepias también son depredadas y entre sus cazadores se encuentran los delfines, los tiburones, las focas e incluso otras sepias.
Curiosidades de la sepia
En una descripción general no se aprecian las increíbles características de este género de animales. Por tanto, a continuación tienes algunas curiosidades que te ayudarán a conceptualizar mejor lo especiales que son las sepias. No te pierdas nada.
1. La sepia no nada, solo flota
La rigidez de su concha interior no le permite realizar movimientos natatorios, por lo que suele aprovechar su capacidad de flotación para moverse, así como las corrientes submarinas, y equilibrarse con su aleta. También expulsa agua por el sifón para darse impulso.
2. Cambian el espectro de color de su vista.
En un principio, se creía que los pulpos y sus primos marinos no detectaban los colores, sino tan solo la luz polarizada. Sin embargo, un estudio desveló que, en realidad, lo que hacen es cambiar su espectro visible de colores para adaptarse a la profundidad a la que nadan.
3. Tienen 3 corazones
Puesto que las branquias necesitan una irrigación constante y rápida, las sepias y otros cefalópodos cuentan con 3 corazones. Dos de ellos, llamados corazones branquiales, son los encargados de irrigar esta parte de su aparato respiratorio. Por otro lado, el corazón sistémico es quien reparte la sangre oxigenada que llega de las branquias por el resto del cuerpo.
4. Su sangre es azul
Si esto fuera literal en los humanos, la nobleza estaría compuesta por cefalópodos. Mientras que en los mamíferos es la hemoglobina la encargada de transportar el oxígeno, en el caso de las sepias y otros moluscos es la hemocianina.
Esta molécula se disuelve en el plasma, lo que le da a la sangre un color azul verdoso muy característico. Gracias a la hemocianina, la sepia es capaz de oxigenar correctamente su cuerpo en aguas frías y con una sangre mucho más espesa de lo normal.
5. Maestra del camuflaje
Otra de las curiosidades de la sepia es su capacidad para cambiar de color a voluntad. Su piel está recubierta de unas células llamadas cromatóforos, gracias a las cuales la sepia puede incidir en la luz que refleja para crear un color u otro.
Esto no solo cumple una función de camuflaje, sino que influye en ámbitos como la comunicación o la búsqueda de pareja reproductora.
6. Su pupila tiene forma de W
Esta formación única de la pupila de la sepia obedece a la necesidad de detectar los contrastes, más que los colores, sobre todo en profundidades marinas donde la luz es escasa. Además de ello, sus células receptoras de la luz se concentran en 2 puntos, uno para enfocar hacia delante y otro para cubrir la parte de atrás.
7. Las hembras mueren cuidando los huevos
Las madres de especies como la sepia, el pulpo y otros cefalópodos son conocidas por el increíble sacrificio que realizan para garantizar la supervivencia de su prole. Una vez la hembra es fecundada, va a hacer la puesta a un lugar alejado y tranquilo. Allí montará guardia sin comer hasta que los huevos eclosionan, momento en el que muere.
8. Cambian la forma de su ojo
Esto, aunque dicho así suena muy extravagante, debe servir como recordatorio de que los mamíferos también somos capaces de ello. No obstante, mientras que lo que cambia en nosotros es la forma de la lente (que se encuentra dentro del globo ocular), las sepias cambian la forma de su ojo al completo para poder enfocar.
9. Su sistema nervioso es complejo y peculiar
Hablar del sistema nervioso de los cefalópodos de forma simplificada es todo un reto, pues es tan complejo y diferente al de los mamíferos que cuesta comprender cómo funciona. Su cerebro se halla dividido en 2 porciones y recubierto de una masa cartilaginosa que hace las veces de cráneo.
Los cefalópodos tienen el sistema nervioso central más complejo de todos los invertebrados.
Un nuevo estudio ha revelado redes neuronales desconocidas hasta el momento a cargo de comportamientos guiados visualmente. Por ejemplo, para cuando se camuflan solo por arriba o por abajo porque saben que alguien las observa desde ese punto.
¿Conocías todas estas curiosidades de la sepia? Cuando más se indaga, más datos sorprendentes aparecen. Por eso, desde aquí te animamos a no quedarte en estos datos y permanecer al día con los nuevos estudios que van saliendo al respecto. Ten por seguro que las sepias van a seguir sorprendiendo a los humanos por mucho tiempo más.
Bibliografía
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