Cuidados del pug

Unos cuidados del pug adecuados pueden ser lo que marque la línea entre la salud y la enfermedad en esta raza. Aprende aquí sus necesidades.
Cuidados del pug
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 27 julio, 2021

Estos perros tan llamativos tienen su propio público y se sitúan entre las 30 razas más populares del mundo. Sin embargo, acoger a un cánido de este tipo en casa requiere conocer muy bien los cuidados del pug o carlino, pues su particular anatomía puede dar lugar a diferentes problemas de salud.

Si tienes la suerte de compartir tu vida con un pug, aquí puedes conocer qué detalles tienes que tener en cuenta para que su salud sea óptima. No te lo pierdas.

Características del pug

El pug se trata de un perro de pequeño tamaño, musculoso y con la cabeza grande en comparación con el resto del cuerpo. Es braquicefálo, es decir, presenta una conformación craneal atípica: su hocico está achatado, sus ojos tienden a ser saltones y su frente tiene forma redondeada. Su piel presenta pliegues y tiene el pelo corto y recio.

Su temperamento es equilibrado y alegre, pues a pesar de su aspecto rechoncho, son perros con mucha energía. Al ser juguetones y cariñosos, normalmente se llevan bien con los niños.

Cuidados del pug

La mayoría de los problemas que tendrás que prevenir con los cuidados del pug derivan de su braquicefalia y la calidad de su piel. Por lo demás, cuidando su alimentación y pasando las correspondientes revisiones veterinarias podrá tener una vida sana y feliz.

Un perro con braquicefalia.

Ejercicio para el perro pug

Al ser perros enérgicos y que disfrutan de los paseos y los juegos, el ejercicio nunca debe faltar en la vida de un pug. No obstante, lo mejor para él será alternar el paseo tranquilo con periodos cortos de ejercicio intenso —como correr a por la pelota—, pues al tener el morro tan chato, es posible que le cueste respirar en algún momento.

También son perros propensos a pasar mucho calor, de forma que si observas el más mínimo síntoma de deficiencia respiratoria, debes parar el ejercicio y refrescar al animal. También hay opciones muy estimulantes y que no requieren tanto trabajo físico, como los juegos de inteligencia.

A los pugs les cuesta disipar el exceso de calor de su cuerpo, pues no son tan efectivos jadeando como otros canes.

Alimentación del pug

Como en cualquier otro perro, la alimentación del carlino debe consistir en un pienso seco de calidad, agua siempre disponible y algún complemento de fruta y verdura. Es mejor un pienso seco que uno húmedo, pues son canes algo propensos a acumular sarro —el seco es más abrasivo y previene las caries—.

La cantidad de comida que le das a tu pug es algo que debes medir de forma estricta. Son animales muy glotones y, por tanto, propensos a engordar, lo que podría agravar o causar problemas respiratorios y cardiovasculares.

Problemas de salud del pug

La particular anatomía del carlino lo hace propenso a algunos problemas de salud. Si convives con esta raza, debes estar pendiente de la aparición de los síntomas de cualquiera de las siguientes dolencias:

  • Síndrome braquicefálico: al tener la cara aplanada, en ocasiones el paladar blando obstruye la entrada del aire, o bien las vías respiratorias son más pequeñas de lo habitual. También se observan narinas tan estrechas que no dejan pasar el aire adecuadamente. En estos casos, la cirugía suele ser necesaria.
  • Otros problemas respiratorios: debido a las características de su sistema respiratorio, los carlinos son más propensos a padecer enfermedades en este sistema, como la traqueobronquitis infecciosa canina.
  • Enfermedades oculares: los ojos de los pugs son, a menudo, saltones. Esto puede dar lugar a problemas como el entropión, las úlceras corneales o el prolapso de la membrana nictitante.
  • Problemas articulares: la displasia de cadera o la luxación de rodilla son casos fáciles de ver en la clínica cuando se trata de carlinos. Puedes consultar con tu veterinario de confianza si es buena idea suplementar a tu pug con condroprotectores desde una edad temprana.
  • Enfermedades cutáneas: los cuidados del pug deben incluir el tratamiento adecuado de los pliegues de su piel, pues de lo contrario pueden aparecer infecciones oportunistas. También son canes más propensos a padecer tiña, sarna e infestaciones de parásitos externos.
  • Distocias: las hembras tienen un canal del parto más estrecho que otras razas, lo que, sumado al tamaño agrandado de la cabeza de los pugs, hace que normalmente se tenga que recurrir a la cesárea para que no mueran las crías.

Cuidados del pelo del pug

El pelo del pug es fácil de mantener, pues es corto y liso. Con un cepillado regular y una alimentación sana, podrás observar el precioso lustre que pueden llegar a lucir estos cánidos.

No obstante, asegúrate de limpiar con cuidado todos los pliegues de su piel, pues es ahí donde la epidermis no ventila adecuadamente. También es importante inspeccionar el cuerpo de forma asidua en busca de parásitos externos.

Baño del pug

La frecuencia de los baños dependerá de la época del año y la actividad del perro. Salvo en casos en los que se ensucie mucho o haga mucho calor, la media de baños será de una vez al mes. Es imprescindible secarlo bien, especialmente bajo los pliegues de la piel, pues es donde la humedad residual puede causar la aparición de hongos y otros problemas cutáneos.

¿Conoces los cuidados del pug?

Apuntes finales sobre esta raza

El pug, al igual que cualquier otra raza, alegrará la vida de su tutor. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha señalado la problemática de comprometer la salud del animal en aras de conseguir una estética determinada. En el caso de los carlinos, además, se añade el tema de las distocias, por lo que el mero hecho de cruzarlos es ya un problema de por sí.

Por eso, si te planteas adoptar un pug solo por su simpático aspecto, ten en cuenta la cantidad de dolencias que van asociado a ello. Esto no quiere decir, por supuesto, que un carlino no vaya a poder vivir una vida plena y feliz a tu lado: con los cuidados adecuados, estará tan sano como cualquier otro cánido.


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