Quizás adoptas a un animal que encontraste en un refugio o en la calle. Muchas veces el comportamiento de este perro no es el adecuado. Puede que se muestre reticente a conectar con sus dueños, sea muy arisco y no se integre con el resto de los miembros de la familia.
Pero…. ¿Cómo puedes saber si ese perro, en el pasado, ha sido maltratado?
En este artículo compartimos algunos tips para que identifiques si el can ha sufrido maltrato y, como propietario, puedas intervenir para mejorar su conducta.
¿Qué es el maltrato animal?
Antes de identificar el maltrato en un perro tenemos que entender de qué se trata.
El maltrato animal puede tener diferentes modalidades.
- Una de las más recurrentes son aquellos pequeños que son abandonados en una casa o apartamento, o los animales enfermos o demacrados que no reciben atención veterinaria adecuada.
- Otra modalidad de maltrato se refiere a las personas que utilizan los animales callejeros como cebo para sus perros de pelea. Pero no es todo. Cualquier persona que perjudica a sabiendas o con saña un animal o descuida su atención médica necesaria está sometiendo al maltrato.
- Cuando una persona tiene a sus mascotas en condiciones insalubres o deplorables también hablamos de maltrato. Lo mismo sucede cuando los animales son dejados dentro de los vehículos, encerrados con climas supercalurosos, sin importar si las ventanas están bajas o no.
- Tener muchos animales en un espacio que no ha sido acondicionado para ese fin también forma parte del maltrato.
¿Cómo sé si mi perro ha sido maltratado?
Es muy difícil responder a ciertas preguntas, sobre todo si se habla de maltrato animal. Sin embargo, lo que sí se puede tener son algunas pistas. Más aún si el can que hemos adoptado no ha llegado a casa a través de algún conocido.
Cuando adoptas, es muy importante saber si él viene de un albergue. Tienes que indagar sobre algunos datos de su pasado. En caso de que sea difícil reconstruir esa historia, lo mejor es que, antes de llevarlo a casa, vayas a un veterinario.
El profesional realizará un examen completo y ayudará a determinar si tu nuevo amigo tiene algún tipo de enfermedad, ha sido socializado correctamente o se encuentra en condiciones aptas para acompañarte a casa.
La socialización es muy importante. Quizás tu pequeño amigo estaba viviendo con una persona mayor que nunca salió, y ahora que está en contacto con la gente y con otros de su especie tiene miedo de todo (la gente, los otros perros, los coches…).
Algunas señales de maltrato las puedes notar en su comportamiento. Si el animal es muy arisco o constantemente se torna agresivo o asustado quizás puedan ser indicaciones de que la mascota no se encuentra bien o a gusto.
En esos casos, lo mejor es recurrir a un profesional.
Si voy a adoptar, ¿qué debo saber?
Las personas que adoptan perros tienen su corazón en el lugar correcto, pero no todos los perros son para todos.
Por eso, si estás por adoptar un perro, haz algunas preguntas a los encargados del albergue. Entre otras cosas, puedes:
- Visitar al perro antes de adoptarlo.
- Si tienes hijos, escoger un ejemplar que se adapte sin inconvenientes los pequeños.
- Prestar atención, si convives con personas mayores. Un can demasiado inquieto podría ser un problema.
Ten en cuenta también los siguientes datos:
- Considera la posibilidad de averiguar si eres alérgico a los perros.
- Algo muy importante: Prepárate. Haz todo lo que puedas para aprender a cuidar a tu nuevo compañero. Recuerda que si es un perro activo deberás cumplir con una rutina de ejercicios.
Pregúntate a ti mismo: ¿Eres una persona alta o baja energía? ¿Un adicto a la televisión? ¿Un corredor que quiere un perro de alta energía?
- La alimentación también es clave para que tu pequeño amigo reponga fuerzas. Por lo tanto, cuando lo adoptes, el veterinario te puede sugerir una dieta que se adecúe a las necesidades de tu perro.
- No olvides cumplir con visitas regulares al veterinario. Por lo general, los profesionales suelen detectar cosas que a los ojos de los propietarios suelen ser invisibles.
- Cumple con su calendario de vacunación. Mantén su hábitat en condiciones higiénicas y aptas para vivir.
- No utilices a tu mascota con fines que puedan dañar su salud mental y física. Haz que conviva con otros ejemplares y aprovecha al máximo el tiempo que tengas con tu pequeño amigo.
- Por último, evita en caer en modas que puedas dañar su integridad.