Consejos para bañar a tu perro

Consejos para bañar a tu perro

Escrito por Yamila

Última actualización: 27 noviembre, 2017

Aunque muchos dueños optan por llevar a un profesional y que se encargue de la higiene del animal, otros prefieren hacerlo ellos mismos en casa. ¡Puede ser toda una experiencia! En el siguiente artículo te damos algunos consejos para bañar a tu perro.

Hábitos antes de bañar a tu perro

La frecuencia de baño depende de muchos factores. Por ejemplo, el tipo de pelaje, las actividades, la raza, el tamaño, la edad o la época del año. Si tu mascota pasa mucho tiempo al aire libre, quizás necesite ser bañado más que aquel que vive en un piso y no sale a la calle.

Como el agua y el jabón pueden ser aterradores para tu peludín. es fundamental que se acostumbre y lo relacione a una experiencia placentera. Puedes colocarlo en la bañera vacía para que se le quite el miedo, usar agua tibia que salga de abajo hacia arriba y al terminar darle una golosina.

Pasos para bañar a tu perro

Cuando llega la hora del baño, quizás pueda ser todo un desafío conseguir que se quede quieto y retenerlo unos minutos bajo el agua. Tal vez al principio te convenga pedir ayuda a algún familiar o amigo. Estos son los pasos para bañar a tu perro:

1. Elige el lugar adecuado

Si tu mascota es de tamaño pequeño, puedes bañarla en el lavabo de la cocina, o de lo contrario en la ducha o bañera. Si hace calor fuera de la casa, es recomendable, y si hace frío, siempre dentro. Una vez que empieces a mojar y enjabonar a tu perro, el fondo o piso estará resbaladizo. Por ello es mejor colocar una toalla para que pueda pisar y sentirse más seguro. Si sabes que se pondrá nervioso, mejor elige un lugar con puerta para que no escape.

2. Prepara al animal

Antes de bañarlo, debes cepillarle el pelo, sobre todo si tiene un manto grueso o es muy peludo. Asegúrate de quitarle o desenredarle los mechones enredados. Si te animas, puedes cortarle las uñas, aunque esto mejor que lo haga un profesional para no lastimarlo ni provocar infecciones.

3. Reúne todos los elementos necesarios

Antes de comenzar el baño, asegúrate de contar con todos los objetos que precisas. Toalla, champú o jabón para perros, algodón, una golosina, una esponja, un cepillo, un paño, etc. Si tu perro se pone agresivo, deberás colocar un bozal y atarlo con la correa.

4. Coloca algodón en los oídos

Si las orejas se le mojan, pueden desarrollar infecciones. Para evitarlo, coloca una bola de algodón en cada oído que mantendrán secos los canales auditivos. No es necesario empujarlos demasiado, sino que estén lo suficientemente fijos.

5. Revisa la temperatura del agua

Los perros son sensibles al calor y al frío. Mejor que esté tibia para que se sienta más cómodo. Tras ello, comienza a echar agua por el cuerpo, teniendo especial cuidado en no mojarle la cara, las orejas y los ojos. Mejor si es del cuello para abajo. Puedes usar una esponja o cepillo para que el agua penetre bien si tiene pelaje grueso.

6. Aplica el champú

Mezcla con un poco de agua y frota para formar espuma. Siempre es mejor usar las manos para esparcir bien el producto para que el perro no se asuste y sienta tu contacto directo. Mejor si lo desparramas en sentido contrario a como crece el pelo para evitar que se enrede. Presta atención a las patas, que suelen estar muy sucias.

7. Limpia la cara

El rostro de tu mascota suele ensuciarse bastante, pero no puedes echarle agua como el resto del cuerpo. Frota un paño húmedo para eliminar la suciedad y recuerda no tocarle las orejas.

8. Enjuaga

Utilizando una manguera o un cubo, puedes ir echando poco a poco agua tibia para quitar todo el champú. Frota para eliminar por completo. No olvides que el enjuague es del cuello para abajo.

9. Seca

La primera reacción de tu perro es sacudirse para quitarse el agua. Permite que lo haga porque te ayudará en el proceso de secado. Si hace mucho frío, te recomendamos que lo envuelvas con una toalla. Luego, si tiene el pelo muy grueso, puedes pasarle el secador de pelo.

10. Peina

Mientras lo estás secando, aprovecha para cepillarlo y retirar los nudos (y evitar que se formen nuevos). Esto también servirá para que el pelaje le quede más brillante.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.