¿Cómo respiran los cangrejos?

Los crustáceos son consumidos por los seres humanos en todo el mundo, pero sus rasgos interesantes van mucho más allá de las propiedades culinarias. Por ejemplo, ¿alguna vez te has preguntado cómo respiran los cangrejos? ¿Con qué mecanismo logran colonizar el medio acuático y las costas de las playas por igual?

De todas las especies de seres vivos que habitan en la Tierra, solo unas pocas son capaces de poblar el medio terrestre y el acuático a la vez. Por ello, resulta fascinante conocer las estrategias usadas por los cangrejos para permanecer fuera y bajo el agua dependiendo del momento del día (y la especie). Sigue leyendo si quieres saber más sobre el tema.

¿Qué son los cangrejos?

Antes de explorar la respiración de estos invertebrados, vemos de interés circunscribirlos desde un punto de vista taxonómico. En primer lugar, cabe destacar que todos los cangrejos son crustáceos decápodos del infraorden Brachyura, cuyo rasgo principal es el acortamiento de su segmento abdominal y la expansión de la región torácica.

Los cangrejos viven en el entorno marino, en aguas dulces e, incluso, en hábitats terrestres relativamente secos (como es el caso del cangrejo de los cocoteros, Birgus latro). De todas formas, la inmensa mayoría de especies englobadas en este taxón requieren una humedad ambiental muy alta para desarrollarse de forma adecuada.

Estos crustáceos pertenecen al orden Decapoda, es decir, cuentan con 5 pares de extremidades (10 patas). Destacan por el primero de ellos, pues cada pata delantera cuenta con una quela que le otorga una función de pinza. Por otro lado, cabe destacar que los cangrejos tienen un duro exoesqueleto compuesto de quitina mineralizada que deben mudar cada cierto tiempo.

Se estima que existen más de 4500 especies de cangrejos terrestres en todo el planeta. Unas 850 habitan en aguas dulces y el resto en el entorno marino.

¿Cómo respiran los cangrejos?

Seguro que alguna vez has visto a un cangrejo correr de forma desenfrenada por la arena de la playa. ¿Cómo es esto posible, si los crustáceos son famosos por vivir bajo el agua? Aunque no lo parezca, la respuesta se encuentra en unos órganos ampliamente conocidos: las branquias. A continuación, te mostramos la forma de respirar de estos crustáceos según el medio en el que se encuentren.

¿Cómo respiran los cangrejos bajo el agua?

En primer lugar, es necesario destacar que los cangrejos poseen unas branquias internalizadas. Estas se encuentran en la zona del cefalotórax, pero están protegidas por un caparazón quitinoso muy resistente. Si alguna vez has comido uno de estos crustáceos, habrás podido ver las branquias a los lados del cuerpo (cercanas a las patas) en la cámara interna del animal.

En el entorno marino, los cangrejos favorecen el paso del agua (rica en oxígeno) por las branquias y en ellas se realiza el intercambio gaseoso. Estos invertebrados crean una corriente hacia su aparato respiratorio gracias al escafognatito, un apéndice de forma laminar y oval del maxilar que bombea agua a las branquias.

El agua pasa de forma constante por los filamentos branquiales, los cuales están bien vascularizados. De esta manera, el cangrejo realiza el intercambio gaseoso y puede captar el O₂ y deshacerse del CO₂ que su metabolismo produce naturalmente. Así, respira sin ningún problema bajo el agua.

¿Cómo respiran los cangrejos en tierra?

La cuestión se complica si cambiamos a un ecosistema terrestre, pues las branquias están especializadas en extraer oxígeno en un entorno acuático. Tal y como indica el Oregon Coast Aquarium, los cangrejos tienen algunas herramientas para solventar esta limitación de su fisiología.

Algunos cangrejos son exclusivamente terrestres y otros pueden permanecer por largos periodos de tiempo fuera del agua. El secreto radica en mantener las branquias siempre humedecidas. Si el aparato respiratorio del crustáceo está húmedo, el oxígeno atmosférico del aire se transmite por difusión a la materia acuosa presente en el organismo del animal.

Mediante un proceso de osmosis, el oxígeno “atrapado” por el agua del entorno branquial pasa a los capilares sanguíneos del crustáceo, así que la respiración se lleva a cabo de forma efectiva. Para mantener las branquias humectadas, los cangrejos tienen muchas herramientas disponibles:

1. Los cangrejos utilizan placas articuladas para proteger sus branquias en el entorno terrestre.
2. Almacenan agua en la vejiga, en el líquido sanguíneo y en diversas cámaras corporales especializadas.
3. Los ejemplares terrestres beben agua siempre que pueden.
4. Se mantienen en entornos oscuros y húmedos para limitar la tasa de evaporación de agua en las branquias.

Con adaptaciones fisiológicas y comportamentales, los cangrejos son capaces de mantener sus branquias húmedas y respirar en el medio terrestre. De todas formas, colocar a un crustáceo como estos en un medio totalmente seco durante mucho tiempo es sinónimo de muerte: las adaptaciones de estos invertebrados no son infalibles.

Algunos cangrejos hacen burbujas con su boca cuando están en tierra. Este signo es indicativo de que el animal está tratando de airear sus branquias para obtener el máximo oxígeno posible.

Las excepciones a la regla

Algunos ermitaños y el cangrejo de los cocoteros rompen las reglas. La última especie citada posee una estructura muy específica que le permite respirar aire de forma exclusiva y, por ende, no necesita volver al agua en ningún momento de su vida adulta. Este órgano recibe el nombre de pulmón branquiostegal.

Esta adaptación se considera un punto intermedio entre las branquias y los pulmones, pues tiene una fisiología derivada de ambos. El tejido branquiostegal está muy replegado, lo cual aumenta la superficie útil para el intercambio gaseoso. Debido a sus adaptaciones, es mucho más eficiente obteniendo oxígeno del aire que del agua.

Aunque tengan unas branquias muy pequeñas, los cangrejos de los cocoteros no pueden respirar bajo el agua. Si se sumergen por más de unos minutos se ahogan.

Seres tan aparentemente simples como los crustáceos pueden darnos una clase maestra de adaptación. ¿Quién nos iba a decir que un animal con branquias podría respirar en tierra de forma casi permanente? Sin duda, el cómo respiran los cangrejos nos demuestra que la naturaleza no se queda corta en ingenio.