¿Cómo reconocer un agame barbudo?

Cada vez más elegido como mascota, el agame barbudo es un reptil familiar de las iguanas cuya principal característica es su cuello repleto de espinas. ¡Parece mucho más peligroso de lo que es en realidad!
¿Cómo reconocer un agame barbudo?

Escrito por Yamila

Última actualización: 15 abril, 2019

Con su garganta ‘escamada’ y su cuerpo recubierto de espinas, el agame barbudo es muy fácil de reconocer. Este familiar de la iguana originario de Australia es elegido como mascota en varios países. Te brindamos información sobre él en este artículo.

Características físicas del agame barbudo

El nombre científico del agame barbudo es Pogona vitticeps y se trata de un saurópsido diurno, terrestre semiarborícola –puede caminar por la tierra o por las ramas de los árboles– y omnívoro.

Una de las principales características físicas de este reptil es que presenta un repliegue de piel con escamas puntiagudas debajo de la garganta. Por este motivo es que se llama ‘barbudo’. Sumado al hecho de que su cabeza triangular es de gran tamaño, se trata de una herramienta muy eficaz para intimidar a sus adversarios.

Además, tiene todo el cuerpo recubierto de espinas (otra técnica de impresión para posibles depredadores), sus garras no son retráctiles, puede abrir y cerrar los párpados y, a lo largo de la espalda, cuenta con dos hileras de manchas.

Los ejemplares adultos de agame barbudo pueden medir unos 60 centímetros y pesar poco menos de medio kilo. Las hembras son más pequeñas. Pero el tamaño no es la única diferencia entre sexos, ya que ellos cuentan con poros femorales dentro de los muslos y un hemipene a los lados de la cola.

Agame barbudo: alimentación

En cuanto a los colores, los agames barbudos pueden ser pardos, castaños, grises, verdes, rojos, naranjas… Cada individuo tiene la capacidad de cambiar levemente de tono por dos motivos: regular la temperatura –son de sangre fría– y expresar el estado de ánimo.

Alimentación omnívora

El agame barbudo es omnívoro, por lo que se alimenta tanto de vegetales como de animales. Es muy importante que su dieta sea variada con el objetivo de que no enferme. Dentro de la dieta vegetal de este reptil podemos encontrar rúcula, diente de león, morera, rosas, hibiscus, repollo, zanahoria y canónigos. No le caen muy bien la lechuga, la espinaca y el tomate.

En el menú carnívoro puede consumir grillos, gusanos, cucarachas, gusanos de seda, polillas, caracoles y hasta batracios y lagartijas pequeñas.

El agame barbudo como mascota

Si bien su hábitat natural es el desierto y la sabana del suroriente de Australia, ha sido un reptil elegido como mascota desde hace años. Por este motivo, es muy importante emular las condiciones secas y cálidas en el terrario. A diferencia de otras iguanas, el agame barbudo precisa que su hogar sea más largo que alto.

Se trata de un animal bastante dócil, que se deja manipular y que no se convierte en ningún problema para los cuidadores. Es fundamental que cuente con un sitio para esconderse por las noches, no visible desde el exterior. Para que esté más tranquilo se recomienda poner un paño sobre el terrario.

Agame barbudo como mascota

No puede faltarle un recipiente con agua limpia para que tome baños, principalmente durante la etapa de muda de piel.

En algunas ocasiones puede rasguñar el vidrio del terrario si se ve reflejado en él, ya que piensa que es un oponente que quiere comerse su alimento. Es necesario que el hábitat no se encuentre cerca de la televisión, de una fuente de luz artificial ni de algún aparato musical.

En cuanto a la temperatura ambiente y la relación con el agame barbudo, debemos tener en cuenta ciertos hábitos. Por ejemplo, cuando necesita almacenar calor se acuesta ‘aplanado’; y cuando debe refrescarse, abre bien la boca, de manera que favorece la transpiración y la pérdida de temperatura.

Se recomienda colocar un termómetro en el terrario para identificar la temperatura, la cual debe oscilar entre los 30 y los 35 °C de día y de 20 a 23 °C de noche. En ningún caso puede ser mayor a los 40 °C,  ni menor a los 18 °C, ya que el animal podría morir.

Por último, si tienes un agame barbudo de mascota, debes cumplir con la limpieza de su terrario al menos una vez por semana. Cambia el agua, retira los restos de comida y quita todo aquello que lo pueda molestar.


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