¿Cómo los perros pueden reconocer los miembros de su familia?
Para los seres humanos, reconocer rostros familiares o conocidos es una tarea más o menos sencilla, en gran parte facilitada por nuestro propio desarrollo neurológico. Pero quizá no nos hemos parado a pensar cómo otros animales, como los perros, reconocen a los de su misma especie o a otros seres cercanos. En este artículo te damos todos los detalles.
El perro y sus sentidos
No hay duda de que el perro es uno de los animales de compañía más fieles e inseparables. Es muy probable que sea el primero en oírte llegar a casa, para acto seguido recibirte de manera entusiasmada. Es por todos conocidos que parte la rapidez de reconocimiento tiene que ver con el excelente olfato de los perros.
Se podría decir que el olfato es el sentido más desarrollado de los perros. Un ejemplo está en la cantidad de receptores olfativos que poseen: se calcula que entre 200 y 300 millones, un número enorme si lo comparamos con los cinco millones que el ser humano posee. El olfato de los perros, sin duda, es una de sus ‘herramientas’ más fiables a la hora de reconocer objetos o personas.
Los receptores olfativos de los perros solo duran activos entre 30 y 60 días. Sin embargo, contrario a lo que sucede con otro tipo de mecanismos sensitivos en los mamíferos, estas estructuras son capaces de regenerarse de manera constante. Eso si, la capacidad, la cantidad y la eficiencia del olfato depende por completo de la raza, la genética e incluso el entrenamiento.
Es evidente que, aparte del olfato, el oído y la vista son también sentidos importantes en los cánidos. Y es precisamente combinando el olfato y la vista cómo los perros pueden reconocer a diferentes personas o animales.
¿Cómo nos reconocen los perros?
Con respecto a este tema, existen varios estudios e investigaciones que afirman que las áreas que se estimulan en la corteza cerebral cuando un perro ve una cara son las mismas que las nuestras. Esto implica que los perros se valen de su vista para discriminar entre rostros familiares y ajenos.
Si vamos más allá, hay evidencias científicas de que los perros se valen del reconocimiento puramente facial: es decir, les basta con mirar a la cara de quien sea para saber si es conocido o no. En este sentido, también se ha sabido que tienen más dificultades para discriminar caras cuando sus dueños la tienen tapada. Quizá es en estos casos cuando entra más en juego su avanzado sentido del olfato.
Más allá del mero reconocimiento facial, los perros también pueden discriminar entre las diferentes expresiones que somos capaces de expresar. Y, lo que es más curioso, se sabe que los perros prefieren ver caras de seres de su misma especie antes que cualquier otra.
¿Reconocen a sus familiares caninos?
Una vez que hemos resuelto el ‘misterio’ de cómo los perros son capaces de reconocernos, la siguiente cuestión es si esta capacidad se traslada a los miembros de su familia canina. Y para responder a esto debemos acudir, una vez más, a la ciencia y la investigación.
Un artículo publicado en la revista Behavioural Processes llevó a cabo un experimento para obtener la respuesta. El procedimiento comenzó cuando se colocaron cachorros frente a dos perras adultas, una de ellas la madre. Los resultados mostraron que un alto porcentaje de las veces el cachorro prefería acercarse y pasar más tiempo con su madre biológica.
Pero ¿y si el cachorro crece y se convierte en un adulto? Para probar si este reconocimiento seguía siendo cierto, se impregnaron prendas con olor de la madre biológica y de ejemplares de la misma raza y edad. El resultado volvió a ser positivo, ya que los juveniles –de alrededor de dos años de edad– seguían reconociendo el olor de su madre, a pesar de estar separados.
Aún no se sabe muy bien el mecanismo bioquímico detrás de este fenómeno, pero es sin duda una prueba más de que los perros son capaces de reconocer a sus seres queridos.
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