Cognición en invertebrados: todo lo que debes saber

¿Son los invertebrados inteligentes? Aunque te sorprenda, la respuesta es que sí. La ciencia ha conseguido demostrar sus capacidades cognitivas de forma irrefutable.

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 14 octubre, 2022

El estudio de la cognición animal lleva muchos años intentando averiguar cuán inteligentes son los seres vivos no humanos. Esta inteligencia ha sido sobradamente demostrada en grandes especies, como delfines y elefantes, pero ¿qué pasa con la cognición en invertebrados?

Si alguna vez te has preguntado si una araña o una hormiga pueden ser inteligentes, aquí encontrarás datos que te harán querer investigar más allá de este espacio. Para entender lo que te vamos a mostrar, de todas formas, es necesario sentar algunas bases sobre la cognición animal.

¿Qué es la cognición?

Cuando se habla de cognición en abstracto, normalmente se trata únicamente de la capacidad para representar mentalmente el mundo. Es decir, tener capacidad cognitiva implica ser capaz de formar ideas acerca de, como mínimo, los elementos del entorno.

Sin embargo, se ha demostrado que la mayoría de los animales no se limitan a tener representaciones, sino que operan con ellas para poder sobrevivir. Por esta razón, se considera que la cognición es la base para la capacidad adaptativa al medio.

Por eso, ya que prácticamente todos los animales tienen mecanismos de adaptación al medio, ¿por qué los invertebrados iban a ser menos? A continuación, te mostramos varios ejemplos que dejan claro que estos animales pueden llegar a ser muy complejos mentalmente.

Ejemplos de cognición en invertebrados

Hay muchas especies de invertebrados, todas muy diferentes entre ellas, por lo que aquí encontrarás 3 casos de grupos distintos, para abarcar la mayor extensión posible sobre la cognición en invertebrados.

1. Hormigas: el uso de herramientas no está reservado a grandes animales

Aunque ya se conocía la capacidad adaptativa y dúctil de las hormigas para trasladar alimento, la variedad de hormiga negra (Solenopsis richteri Forel) sorprendió a los científicos del departamento de Agricultura de EEUU. Estos invertebrados utilizan estrategias adaptativas realmente increíbles.

Al principio, los investigadores presentaban una superficie fina de agua azucarada para que la recogieran, y eso hicieron. Gracias a su exoesqueleto hidrófobo, las hormigas podían caminar por la fina superficie sin ahogarse, por lo que les era fácil acceder a los nutrientes.

En la segunda fase del experimento, los profesionales del departamento de agricultura añadieron un compuesto al agua con el que las hormigas sí que podían hundirse, por lo que ya no podían recoger el agua azucarada.

¿Serías capaz de adivinar lo que hicieron las hormigas? Comenzaron a apilar granos de arena dentro del agua hasta poder llegar a ella y seguir retirando el azúcar. Pero no solo eso: los investigadores se dieron cuenta de que la estructura de estos granos de arena era tan eficiente que pudieron extraer casi todo el agua azucarada.

2. Arañas: cómo pensar a través de un hilo de seda

Las telarañas no solo sirven para que estos arácnidos consigan comer. Estos son algunos ejemplos de los eventos fascinantes que pueden llegar a conseguir los arácnidos con la formación de sus estructuras de seda:

• Las arañas que viven en telas tienen muy mala visión, por lo que se valen de sus telas para determinar la distancia, tamaño y forma de las presas que caen en ellas. De hecho, en laboratorio se consiguió imitar la vibración de un insecto en la propia tela, y las pobres arañas saltaban hacia ese punto vacío, pero no lo hacían si la vibración era aleatoria.
• Los arácnidos construyen sus telas con formas determinadas según qué presa quieren atrapar.
• Algunas arañas eligen la ubicación de sus redes en función de las presas que quieran cazar.

De hecho, existe una comparación de las arañas con los músicos, puesto que las vibraciones de sus telas tienen cadencias musicales y las construyen en lugares donde puedan optimizarlas, como si buscaran un auditorio con buena acústica.

3. Cefalópodos: ingenio bajo el agua

Está más que demostrado que pulpos, sepias y otros cefalópodos marinos no necesitan un sistema nervioso similar al de sus parientes vertebrados para ser extremadamente ingeniosos. Aquí puedes leer algunos de los hallazgos más importantes sobre ellos:

• Manipulan objetos: en ocasiones, algunos pulpos han conseguido abrir botes, de formas que luego ni los experimentadores han logrado imitar.
• No solo mimetizan el color: se han registrado datos sobre pulpos que no solo imitan el color de las rocas en las que se camuflan, sino que también adoptan la forma de la superficie.
• Tienen una memoria excelente: en cautividad, muchos individuos muestran preferencias por cuidadores concretos y aprenden a realizar tareas con una facilidad asombrosa.
• Se aburren: todo animal inteligente acaba sufriendo mentalmente cuando se le priva de estimulación. Los cefalópodos no son menos, ya que desarrollan estereotipias si su enriquecimiento ambiental es insuficiente.

Conclusiones sobre la cognición en invertebrados

Como ves, la cognición da lugar a muchos comportamientos dignos del concepto que conocemos como inteligencia. Cuando se trata de mentes colectivas —como las hormigas o las abejas—, la investigación se vuelve incluso más interesante, pues organismos individuales crean una representación común y operan como si de un solo ser se tratara.

Muchos conceptos abstractos sobre la mente y sus bases cognitivas cada vez están más cerca de descubrirse. Afortunadamente, los humanos nos hemos dado cuenta a tiempo de que esto no es solo cosa de organismos complejos.