Beneficios del plato elevado para perros: ¿mito o realidad?

Los comederos elevados para perros están de moda, pero ¿son realmente aconsejables para nuestros canes?
Beneficios del plato elevado para perros: ¿mito o realidad?
Ana Díaz Maqueda

Escrito y verificado por la bióloga Ana Díaz Maqueda.

Última actualización: 02 octubre, 2019

En el mercado podemos encontrar multitud de cuencos distintos para nuestras mascotas. Algunos son de diseño, simples, antivoracidad y un largo etcétera. Además, el material con el que están fabricados puede variar: vidrio, madera, metal, plástico, barro… Asimismo, encontramos el plato elevado para perros.

Existe una alta controversia ante cuál es el mejor comedero para los canes. Finalmente, es el tutor el que suele elegir el cuenco que mejor considera para las necesidades de su mascota.

Ante esta situación, muchos dueños se decantan por el plato elevado para perros. ¿Crees que esta es la mejor opción para alimentar a tu mascota? ¡Te lo contamos!

Cómo comen los perros

Anatómicamente, todas las razas de perros y su antepasado común, el lobo (Canis lupus), tienen la laringe y el esófago diseñados y preparados para deglutir el alimento mientras miran al suelo.

Si pensamos en un perro doméstico o en cualquiera de sus parientes silvestres, cuando devoran una presa que yace en el suelo, lo hacen de forma que se mantienen sobre sus cuatro patas, y mantienen la cabeza inclinada.

De esta forma, los músculos de la cabeza y cuello pueden ejercer fuerza suficiente para desgarrar la carne. Además, al mantener la cabeza en esta posición, la epiglotis queda bloqueada, lo cual impide el paso del alimento hacia el aparato respiratorio. De hecho, cuando se realiza un sondaje oral en un perro, para alimentarlo cuando no lo hace por sí mismo, la cabeza debe agacharse y, así, la sonda va directa al esófago.

Proceso digestivo del perro

¿Son buenos los platos elevados para perros?

Un comedero elevado para perros no tiene por qué ser una mala opción. La altura debe ser la justa para permitir que el can coma en una posición natural.

Si el comedero es excesivamente elevado, el perro no comerá como es debido y puede resultar en problemas derivados. Estos inconvenientes pueden ser la pérdida del tono muscular del cuello y cabeza, problemas en la deglución, atragantamientos, etc.

Cuál es la mejor forma de alimentar a un perro

En primer lugar, la mejor forma de alimentar a un perro es aquella que más facilite al tutor, ya que es el que ofrece el alimento y debe resultarle cómodo. Sin embargo, siempre debemos pensar en las necesidades del perro, porque a través de la alimentación y la forma en la que se le ofrece el alimento puede resultar en problemas de conducta, como son la baja autoestima y la falta de autocontrol.

El kong desarrolla el olfato del perro

El momento de alimentar a nuestro peludo deberíamos aprovecharlo para trabajar su estado emocional, desarrollar el olfato y mejorar el vínculo. Para conseguir lo anterior, lo primero que debemos descartar es cualquier tipo de cuenco. El alimento debe ser ofrecido de forma que suponga un reto para nuestra mascota.

Debemos realizar, al menos, 40 minutos al día de trabajo de olfato con el perro cada día. Un ejemplo sería apilar vasos de plástico duro con un poco de pienso u otra comida apetitosa en su interior. Así, el can deberá usar su nariz y patas para conseguir sacar el pienso.

Otro método es esparcir pienso por el jardín, terraza o suelo del piso. El can deberá pasar un rato buscando los granitos y se fatigará mentalmente, que es el tipo de cansancio que más agota. Esta estrategia es la mejor para aquellos perros que salen muy excitados a pasear.


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