Avispa alfarera: todo lo que debes saber

La avispa alfarera recibe su nombre por su capacidad de construir nidos de barro. Este comportamiento es único entre todos los invertebrados.
Avispa alfarera: todo lo que debes saber
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 26 marzo, 2021

Los himenópteros no son los insectos más populares en la cultura occidental, pero, como todo animal, una vez se indaga sobre sus características siempre se encuentra algún dato sorprendente. Una prueba de ello es el caso de la avispa alfarera —subfamilia Eumeninae—, pues presenta una forma muy peculiar de hacer sus nidos.

En estas líneas, encontrarás toda la información básica que necesitas saber para comprender a estas avispas. Si quieres reconciliarte con estos insectos alados, puede que también te ayude lo que vas a leer.

Características de la avispa alfarera

La avispa alfarera es una especie de insecto de la familia Eumenidae, cuyos miembros se caracterizan por construir sus nidos con barro. Esto es bastante inusual cuando se trata de invertebrados, pero de ahí viene su nombre. Los nidos de esta avispa tienen forma de ánfora y se construyen de manera similar a como un alfarero crearía una vasija.

Estos invertebrados son avispas grandes, ya que pueden llegar a los 2 centímetros de longitud. Su cuerpo típico es de coloración negra y presenta franjas amarillas en la parte inicial y final del tórax, además de patrones iguales el abdomen. De todas formas, al tratarse de una familia y no una especie, existen ciertas variaciones en su morfología.

A diferencia de otras especies de avispas, la avispa alfarera es solitaria y no presenta demasiado comportamiento social más allá de la búsqueda de pareja. Machos y hembras muestran un claro dimorfismo sexual, ya que los primeros son ligeramente más pequeños que las hembras. Además, estas viven de 2 a 3 meses, mientras que el macho solo sobrevive por 3 o 4 semanas.

Hábitat y alimentación

Estos insectos habitan en casi todo el globo, aunque la mayoría de ellos provienen de Asia y son especies invasoras. Esta distribución se sustentó en su momento sobre todo en la acción humana, pero su labor de control de plagas de otros insectos y polinizadora han llevado a la mayoría de países a protegerlas.

La avispa alfarera adulta se alimenta de larvas, algunas arañas e incluso escarabajos, pero también de néctar. Las larvas se nutren de las presas que su madre busca para ellas, como verás en las siguientes líneas.

Una avispa alfarera sobre una flor.

Los increíbles nidos de la avispa alfarera

Lo más característico de estos insectos es probablemente la manera en la que crean sus nidos. La forma de vasija que tienen y cómo los construyen fascina desde hace tiempo a los naturalistas.

En primer lugar, la hembra busca un lugar adecuado para depositar los huevos fecundados, generalmente un emplazamiento resguardado, como grietas o agujeros en las paredes —aunque también ramas o un tallo—. Una vez lo encuentra, pega los huevos a la superficie y comienza la construcción.

Para el nido, la madre busca barro y lo va llevando poco a poco hasta donde ha puesto los huevos. Después, ayudándose de sus mandíbulas y con movimientos circulares, va creando el nido de la misma forma que un alfarero fabrica una vasija.

El barro no debe estar demasiado húmedo o seco: la hembra siempre elige un punto medio.

Pero ahí no acaba la cosa: antes de cerrar por completo el nido, la madre se asegura de dejar comida para las larvas. La hembra de avispa alfarera va en busca de presas, como orugas o pequeñas arañas, las adormece con su picadura y las lleva vivas al nido. Ahí las acumula y, cuando no caben más, cierra el nido.

Las larvas, cuando eclosionan, tienen alimento suficiente para crecer hasta que crean la crisálida. Cuando completan la metamorfosis, solo tienen que abrirse paso hacia el exterior con las mandíbulas y dejar que se sequen sus alas.

¿Qué hacer si te pica?

Al fin y al cabo, estos invertebrados siguen siendo avispas y pueden enfadarse. Aunque normalmente no se fijan en los humanos si no se las amenaza, su tendencia a hacer nidos en las casas puede provocar encuentros no deseados.

La picadura de la avispa alfarera es similar a la de la avispa común: produce inflamación y causa dolor, pero no es paralizante —como para sus presas—. Sin embargo, las personas alérgicas a la picadura de avispa también pueden tener problemas con esta variante.

Cómo aliviar la picadura

Puesto que se trata de una inflamación, la mejor opción es colocar frío en la zona para aliviarla. El hielo y las toallas mojadas con agua fría son de gran ayuda. Por otro lado, es recomendable sacar el aguijón si se ha quedado bajo la piel, con el fin de evitar infecciones.

No obstante, en caso de ser alérgico a las picaduras de avispas, existe riesgo de shock anafiláctico. Es urgente acudir a un médico para suministrar antihistamínicos y otras medicaciones que puedan ser necesarias en caso de que el paciente presente alergias a este tipo de toxinas.

Un nido de una avispa alfarera.
Un nido de una avispa alfarera.

Respetar a los seres vivos es un deber

El odio y la fascinación suelen ser 2 polos opuestos sin grises intermedios cuando se trata de avispas. No obstante, aunque no son animales precisamente achuchables, tienen un papel innegable en el mantenimiento del ecosistema.

Hay miles de formas de mantener a las avispas alfareras alejadas de los núcleos humanos sin matarlas, así que busquemos la convivencia por el bien del planeta. Si dejamos en paz a su prole, estas aguerridas madres no tienen por qué atacarnos.


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  • Avispa alfarera Delta unguiculatum | Animalandia. (2021). Animalandia Educamadrid. http://animalandia.educa.madrid.org/ficha.php?id=3287
  • Carpenter, James. (1986). A Synonymic Generic Checklist of the Eumeninae (Hymenoptera: Vespidae). Psyche. 93. 61-90. 10.1155/1986/12489.

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