El comportamiento animal es un campo de estudio complejo en el que aún quedan muchos misterios sin resolver. Sin embargo, la pregunta sobre si el avestruz mete la cabeza en la tierra cuando está asustada no es uno de ellos.
Esto es definitivamente un mito, aunque uno persistente. No solo este comportamiento no se observa en la naturaleza, sino que no tiene sentido biológico. Si las avestruces siguiesen esta estrategia, los depredadores no desperdiciarían la oportunidad para devorarlas.
Te invitamos a seguir leyendo estas líneas si quieres aprender más sobre este mito y el comportamiento real que muestran las avestruces frente a los depredadores.
Un mito que proviene de la antigüedad
No cabe ninguna duda de que este supuesto comportamiento es un mito. Sin embargo, se trata de una creencia muy antigua, ya que algunas fuentes indican que puede rastrearse hasta el tiempo de los romanos.
En concreto, su origen podría encontrarse en las escrituras de Plinio el Viejo, un importante escritor y naturalista romano cuyos trabajos han tenido un gran peso en la historia. Plinio fue responsable de escribir una de las primeras enciclopedias, denominada Naturalis Historia.
En esta obra magnífica, Plinio indica que las avestruces entierran la cabeza y, al hacerlo, creen que todo su cuerpo está escondido. Aunque esto no es cierto, el mito se ha mantenido relevante en el tiempo, pues se ha integrado en el lenguaje y los seres humanos lo hemos reproducido en innumerables medios.
Curiosidades de las avestruces que podrían haber originado este mito
Estos animales muestras ciertos comportamientos que, ante algunos observadores, podrían dar lugar a confusiones. En realidad, las avestruces no entierran su cabeza en la tierra, pero sí que presentan ciertas adaptaciones comportamentales muy peculiares.
Las avestruces construyen sus nidos cavando un hueco poco profundo en el suelo. Una vez ponen los huevos, los recolocan frecuentemente para asegurarse de que reciban las condiciones adecuadas. Los mueven con la cabeza, por lo que puede parecer que la están enterrando desde la perspectiva adecuada.
Por otro lado, estos animales buscan alimento en el suelo mientras están de pie. La cabeza de las avestruces es muy pequeña, por lo que también podría parecer que la han enterrado cuando se están alimentando.
Además, estas aves ingieren piedras pequeñas del suelo. Estos elementos minerales, que se denominan gastrolitos, ayudan a triturar el alimento en el sistema digestivo, ya que estos animales no pueden masticar. Si esto se desconoce, es fácil pensar que el animal está enterrándose.
¿Por qué el avestruz no mete la cabeza en la tierra cuando se siente amenazada?
Está claro que ningún avestruz mete la cabeza en el suelo cuando tiene miedo o para escapar de los depredadores. Si se observa detenidamente a estos animales en la naturaleza, no se verá este comportamiento.
Se pueden dar algunas explicaciones fisiológicas y evolutivas por las que esta estrategia no tiene lugar. Si las avestruces enterrasen la cabeza en la tierra, tendrían dificultades para respirar. Tampoco podrían ver a los depredadores, lo que suele ser bastante útil para evitarlos.
Esto suele justificarse diciendo que las avestruces son tan poco inteligentes que no se dan cuenta de ello. Aunque es cierto que su cerebro es muy pequeño en comparación con el cuerpo, la inteligencia no juega un papel muy importante en estos aspectos.
En su lugar, lo realmente vital es la selección natural. Este mecanismo evolutivo indica que los organismos con rasgos más adecuados para su medio tendrán más probabilidades de sobrevivir que el resto de la población. Por ello, tendrán más descendencia y dichos rasgos se harán más prevalentes en la población.
Las avestruces que enterrasen la cabeza en el suelo serían, muy probablemente, devoradas por los depredadores que les estén amenazando. Por tanto, no tendrían descendencia y esta estrategia desaparecería rápidamente.
Estrategias reales de las avestruces ante los depredadores
Como ya hemos dicho, el avestruz no mete la cabeza en el suelo. En su lugar, cuenta con otras estrategias muy eficaces para defenderse y evitar la depredación.
En primer lugar, las avestruces son increíblemente rápidas. No pueden volar, pero alcanzan velocidades de hasta 70 kilómetros por hora. Por ello, una de las estrategias más eficaces para estas aves es escapar a la carrera cuando localizan a un depredador.
Las patas poderosas de las avestruces, junto con su tamaño enorme y garras puntiagudas, ofrecen a estas aves una segunda alternativa de defensa. Ante algunas amenazas, las avestruces pueden optar por plantar cara y atacar con patadas muy fuertes.
Cuando ninguna de estas defensas es factible, estas aves también son capaces esconderse entre la vegetación. Para ello, se tumban completamente en el suelo, no solo esconden la cabeza.
Por último, estos animales se ayudan entre sí. Cuando están en grupos, las avestruces se alternan para vigilar los alrededores y alimentarse. De este modo, el grupo puede detectar más fácilmente las amenazas.
Como se ha podido comprobar, esta preconcepción sobre las avestruces no es más que un mito muy popular. Aunque no tiene nada de malo utilizarlo como metáfora, hay que tener en cuenta los comportamientos reales de los animales y no reducirlos a ideas preconcebidas.
Bibliografía
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- https://wildlifetv.wordpress.com/2014/10/07/why-do-people-think-that-ostriches-bury-their-heads-in-the-sand/
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