Los 11 animales más rápidos del océano

Si alguna vez te has preguntado quiénes son los animales más rápidos del océano, aquí tienes respuestas. Las cifras que estos seres vivos manejan son casi inimaginables.

Un tiburón marrajo.

La vida en el agua no es fácil. En ciertos entornos, solo los animales más rápidos del océano son capaces de escapar de sus cazadores o conseguir alimentarse, pues carecen de mecanismos de defensa suficientes para hacer frente a las amenazas.

Con una combinación de músculo, hidrodinamismo y necesidad instintiva, los peces y mamíferos de esta lista están fuertemente adaptados a moverse en las aguas más hostiles. Si quieres conocerlos, los tienes en las siguientes líneas.

Los 11 animales más rápidos del océano

La velocidad en el mundo animal es una característica esencial, tanto para depredadores como para presas. Exceptuando aquellos animales que pueden confiar en sus mecanismos crípticos para sobrevivir, casi todos los seres vivos tienen que correr para escapar o para acabar con la vida de una víctima.

En el medio acuático, ser rápido es incluso más importante que la velocidad de la carrera en tierra. En la columna de agua no hay casi elementos con los que esconderse, así que si un pez o un mamífero es avistado por un depredador, solo podrá confiar en sus músculos y agilidad para salvar su vida. Conoce con nosotros los 11 animales más rápidos del océano.

1. Orca (Orcinus orca)

La orca nada muy rápido y alcanza hasta 55 kilómetros por hora. A pesar de su gran tamaño, su forma hidrodinámica le permite moverse lo suficientemente rápido como para atrapar a sus presas de un bocado sin darles oportunidad de huir. Estos mamíferos sanguinarios se coordinan para atacar en grupo y son excepcionalmente inteligentes.

Una orca saltando del agua.

2. Tarpón (Megalops atlanticus)

El tarpón nada en zonas cercanas a la costa del mar Caribe y al este del océano Pacífico. Sus cifras son imbatibles, ya que puede alcanzar los 56 kilómetros por hora durante el nado. Al igual que la orca, es un depredador que consume peces y crustáceos que tienen gran capacidad de huida, por lo que necesita ser rápido si quiere comer.

En la naturaleza, depredar a un animal tiene que consumir menos energía que la reportada tras su ingesta. Dicho de otro modo, el beneficio siempre debe ser positivo.

Uno de los animales más rápidos del océano.

3. Pez espada (Xiphias gladius)

El morro afilado que le da su nombre le sirve al pez espada tanto para capturar presas como para defenderse. Es un animal grande y pesado que puede sobrepasar la media tonelada, y a pesar de ello, llega a la friolera de 110 kilómetros por hora durante el nado. Es una de las especies comerciales que más afectadas se ven por la contaminación de mercurio en sus tejidos.

4. Pez volador (Cheilopogon melanurus)

Lo que incluye a este pez en la lista de los animales más rápidos del océano son sus aletas pectorales, no su tamaño. A pesar de no medir más de 30 centímetros, puede alcanzar los 60 kilómetros por hora. Esto lo consigue gracias a la gran velocidad con la que mueve sus aletas, unas 50 veces por segundo. Gracias a su capacidad de salto, es capaz de planear por encima del agua.

Uno de los animales más rápidos del océano.

5. Atún rojo (Thunnus thynnus)

El atún rojo alcanza los 3 metros de longitud y pesa al menos 600 kilos, pero eso no le impide ser uno de los animales más rápidos del océano, pues durante el nado llega a los 65 kilómetros por hora. Es uno de los peces más cazados para el consumo de su carne, por lo que está en peligro de extinción.

Uno de los animales más veloces del mundo.

6. Marlín (Kajikia albida)

El marlín es un pez que se suele confundir con el pez vela, si bien su aleta dorsal es de menor tamaño. Habita las aguas templadas y tropicales de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico, lugares en los que puede alcanzar los 105 kilómetros por hora. Estos animales se encuentran en lo alto de la cadena alimenticia de los mares.

Un marlín azul saliendo del mar.

7. Tiburón azul (Prionace glauca)

Este es otro de los depredadores incluidos entre los animales más veloces del océano, pues puede nadar a 70 kilómetros por hora. No se le persigue por la carne, pero la pesca deportiva lo ha situado en peligro de extinción. Resulta difícil estimar el número exacto de individuos que quedan, pues es una especie migratoria con una amplia distribución por los océanos del mundo.

Uno de los animales más veloces del océano.

8. Dorado (Coryphaena hippurus)

Avistado también por todos los océanos del mundo, el dorado prefiere aguas cálidas para vivir. Consume tanto otros peces como zooplancton, pero cuando se trata de perseguir presas o huir, hace uso de su cuerpo hidrodinámico para llegar a los 93 kilómetros por hora. Es una de las especies más bellas del océano y llama la atención por sus colores iridiscentes.

Uno de los peces más veloces del mundo

9. Peto (Acanthocybium solandri)

Este pez se encuentra en los océanos Atlántico, Índico y Pacífico, además del mar Caribe y el Mediterráneo. Su cuerpo fusiforme le permite perseguir a sus presas (sardinas, anchoas, crustáceos y calamares) a la increíble velocidad de 97 kilómetros por hora. Es un animal grande, ya que llega a medir hasta 250 centímetros y pesa unos 83 kilogramos. 

Uno de los animales más veloces del océano.

10. Pez vela (Istiophorus albicans)

Llamado así por su enorme y vaporosa aleta dorsal, el pez vela aprovecha esta característica para cortar el agua cuando se impulsa hacia delante. Sus músculos son muy potentes, ya que de otra forma no podría mover sus 3 metros de largo a la increíble velocidad de 110 kilómetros por hora.

11. Tiburón marrajo (Isurus oxyrinchus)

También conocido como mako, este tiburón se lleva la medalla de oro en la lista de los animales más rápidos del océano. En las aguas del Pacífico, Atlántico, Índico, en el mar Mediterráneo y en el mar Rojo se le ha podido observar nadando a 124 kilómetros por hora. Su musculatura es tan potente que puede saltar fuera del agua hasta 6 metros.

Uno de los animales más rápidos del océano.

Los animales más rápidos del océano habitan en la sustancia que le da vida al planeta y que nos da el aire que respiramos. La mayoría de ellos sufren el acoso de una criatura que, paradójicamente, nunca se habría podido adentrar en sus dominios sin la ayuda de un barco: el humano. Seguir viendo estas maravillas (si es que se puede girar la cabeza tan rápido) depende de la responsabilidad de todos nosotros.

Bibliografía

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