4 consecuencias de no sacar a pasear a los perros

La falta de ejercicio tiene graves consecuencias sobre la salud física, ya que el cuerpo necesita moverse —y el de los perros no es una excepción—. Ante el encierro sedentario del can, se pueden esperar las siguientes condiciones médicas:

• Aumento de peso: el déficit de quema de calorías conduce a la obesidad, con todos los problemas que ello conlleva para el can.
• Diabetes: normalmente consecuencia de la obesidad y la mala alimentación, esta enfermedad grave puede tener efectos muy nocivos en la salud de tu perro.
• Pérdida de masa muscular: la falta de ejercicio hace que aparezca debilidad muscular poco a poco, hecho que limita la movilidad de tu perro y aumenta la probabilidad de problemas —como contracturas y pinzamientos—.
• Dolores articulares: cuando las articulaciones no se ejercitan lo necesario, la artritis y la artrosis pueden acabar apareciendo.

2. Ansiedad y otros trastornos mentales

No cubrir las necesidades físicas de un perro —que normalmente tiende a querer moverse y estar activo— puede acabar en trastornos, como la ansiedad y la depresión. Estas condiciones psicológicas conllevan comportamientos que deterioran gravemente el estado mental de tu perro, como alguno de los siguientes:

• Aburrimiento crónico.
• Estereotipias.
• Aletargamiento.
• Agresividad o irritabilidad.
• Anorexia.
• Problemas de comportamiento.

3. Problemas de comportamiento

Diagnosticar adecuadamente una depresión o un trastorno de ansiedad sin acudir a un experto es difícil, pero lo que salta a la vista a corto plazo ante el encierro del animal son las conductas problemáticas. Aquí tienes algunos ejemplos de ello:

• Estereotipias: ladridos excesivos, mordisquearse o acicalarse en exceso o movimientos repetitivos son algunos de los ejemplos de estereotipias en canes.
• Deposiciones anormales: si el perro no puede salir a miccionar o defecar, no tendrá más remedio que hacerlo en casa. Puede que aparezca un comportamiento de coprofagia también.
• Territorialidad: ante la ausencia de estímulos nuevos y la reducción de su mundo, puede ocurrir que el can se vuelva posesivo e inseguro con aquellos espacios que considera suyos. Esto se traduce en ladridos a los extraños que pasen por el exterior de la casa y hostilidad con los propios habitantes del hogar.
• Comportamientos destructivos: romper objetos, juguetes o mobiliario suelen ser de las primeras cosas que se observan cuando a un perro le falta estimulación. Normalmente, esto es producto de la frustración y el aburrimiento.
• Agresiones: ante el estado de irritabilidad, territorialidad o inseguridad del can pueden ocurrir eventos agresivos. Si no se responde adecuadamente para corregir el problema, este puede escalar y convertirse en una situación insostenible y peligrosa.

4. Trastornos de la alimentación

Tanto la polifagia como la anorexia pueden aparecer si el perro no tiene cubiertas sus necesidades de salir a pasear. Puede que la frustración y el aburrimiento lo lleven a comer con más ansia, pero si el encierro le causa tristeza y aletargamiento, también puede dejar de alimentarse.

Las consecuencias de no sacar a pasear a los perros también son para ti

No solo los canes sufren las consecuencias de un encierro prolongado: un perro que ladra en exceso o que destroza la casa no son situaciones precisamente agradables para el tutor. Además, cabe la posibilidad de que una persona que tiene a su animal en malas condiciones reciba una denuncia por maltrato.

Por eso, aunque sacar a pasear al can sea algo ya muy integrado en la cultura de la mascota, el trabajo de concienciación siempre debe continuar. No sacar a un can de paseo, aunque parezca algo inocuo, es un acto de maltrato.