¿Es verdad que los perros huelen el miedo?

¿Es verdad que los perros huelen el miedo?
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 28 noviembre, 2017

Ciertos animales fueron muy considerados por muchas mitologías gracias a sus capacidades sensoriales. En la creencia popular se dice que los perros huelen el miedo. Pero, ¿hay algo de verdad en todo eso?

Clásicamente se creía en una única verdad, y que solamente los humanos eran suficientemente inteligentes como para alcanzarla. Por suerte, el desarrollo de la ciencia veterinaria demuestra que el instinto de los animales puede representar otra clase de inteligencia.

La observación del comportamiento animal puede ayudar a desmentir muchos perjuicios humanos. Y sí, de hecho, los perros huelen el miedo, es más una prueba de sabiduría que reservan los dichos populares.

¿Existe el olor a miedo? ¿Cómo lo perciben los perros?

Está más que probado que los perros poseen un olfato mucho más sensible y agudizado que los humanos, y que muchos otros integrantes del reino animal. Por ello, se utilizan canes en misiones como detección de armas, drogas y bombas. ¿Será por eso que los perros huelen el miedo?

Para ofrecer una respuesta, se intenta mirar la capacidad de olfatear el miedo a través de experimentos científicos.

La sabiduría popular afirma que los perros y algunos otros animales serían capaces de saber cuándo una persona les tiene miedo a través del olor. Por eso, un caballo puede no permitir que alguien lo monte. Así que un perro puede presentar una conducta defensiva frente a algunos humanos.

¿El miedo huele?

Si los perros huelen el miedo, es porque existe un olor característico de este sentimiento. Solamente de esta manera los animales podrían reconocerlo por medio del olfato. Pero, si hay un olor a miedo, ¿cuál sería?

La justificación más aceptada actualmente se basa en la capacidad olfativa de reconocer los indicios somáticos del miedo. El sentimiento del miedo es básicamente una defensa del organismo. Eso permite estar alerta frente a posibles amenazas.

Entonces, si alguien se reconoce en una situación peligrosa, el organismo libera una serie de hormonas para preparar el cuerpo para la reacción frente a la amenaza externa. Estas hormonas son liberadas en la sangre y en los fluidos corporales, como la orina y el sudor.

La presencia de esas hormonas altera el olor característico de una persona. Y, como los canes reconocen a partir del olfato, podrían reaccionar frente ciertos aromas raros. Esa sería la primera explicación del porqué los perros huelen el miedo.

Más síntomas con los que los perros huelen el miedo

Pero los síntomas físicos del miedo no están solamente en el olor. Transpiración excesiva, aumento del ritmo cardíaco, inquietud o nerviosismo, alteraciones en la temperatura corporal, tono de voz alterado, boca seca…

Todas estas son reacciones naturales del cuerpo que avisan de la auto preservación y la supervivencia.

Cuando los perros huelen el miedo, también es porque sus sentidos (en especial el olfato y la audición) reconocen estos indicios. El sudor posee un olor característico, mientras que el aumento del ritmo cardiaco puede ser percibido por perros con oído privilegiado. La combinación de estos factores puede dejar a un can más alerta.

Por eso, no es recomendable forzar la interacción con un perro en caso de que la persona se sienta amenazada por el animal. No es que los canes puedan aprovecharse de esta condición para agredir. Pero su instinto de auto preservación puede hacer que reaccionen por prevención.

Animales y catástrofes naturales

Otra curiosidad que se basa en la misma lógica es la afirmación de que algunos animales, sobre todo los perros, podrían presentir las catástrofes naturales.

Esa afirmación se ha potenciado después de que grupos de científicos de diferentes países observaron alteraciones en el comportamiento de los animales, semanas antes de catástrofes naturales.

El organismo de los animales es capaz de sentir indicios de alteraciones en la composición del suelo y del aire.

Por un lado, la emisión de gases aumentaría la cantidad de iones positivos en el ambiente. Eso provocaría la producción de una hormona similar a la adrenalina. Por eso, los animales se agitan y tratan de escapar.

Por otro lado, aves y mamíferos como chimpancés y elefantes también percibirían las vibraciones sísmicas producidas por la intensificación del movimiento de placas tectónicas.

Esa sería la explicación de por qué los animales se vuelven hiperactivos cuando expuestos a cambios en su hábitat. Y pueden llegar a presentir catástrofes naturales.

Fuente de la imagen principal: ** Parapluie **


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