Que los canes son sensibles a las emociones humanas y que se llevan particularmente bien con los pequeños no es una novedad.
Pero no por eso dejan de sorprendernos historias en las que un perro cuida de un niño enfermo. Es el caso de Haatchi, un Pastor de Anatolia, y de Owen, su amigo humano que padece una extraña dolencia.
Los perros y los niños
Los perros suelen ser protectores y amorosos con los niños y los cuidan especialmente cuando notan que están padeciendo alguna enfermedad.
Además, son muchos los canes que son utilizados como animales de terapia para mejorar la vida de criaturas con distintas dolencias.
No obstante, en esta oportunidad queremos centrarnos en la particular relación que lograron Haatchi y Owen Howkins.
La conmovedora historia del perro que cuida a un niño enfermo
Haatchi es un perro con tres patas y Owen un niño de 9 años que sufre Síndrome de Jampel-Schawartz, una enfermedad genética que afecta a alrededor de 100 personas en el mundo y que provoca, entre otros padecimientos, que los músculos estén en permanente tensión y dolor.
Desde que están juntos, el pequeño Owen ha conseguido superar su temor a convivir con otras personas y es un niño feliz. Y su inseparable amigo de juegos lo cuida de forma constante.
Esta conmevedora historia fue contada en un vídeo que tiene casi cuatro millones de visualizaciones en Youtube llamado A Boy and His Dog (Un muchacho y su perro).
También hay una página de Facebook que supera los 186 000 seguidores y la escritora Wendy Holden ha escrito un libro para narrar esta particular relación: Haatchi and The Little B.
El perro Haatchi
Haatchi es un Pastor de Anatolia que, siendo aún cachorro, fue dejado atado a los rieles del ferrocarril en el norte de Londres (Reino Unido) una fría noche de enero de 2012.
Un tren terminó atropellándolo y así perdió una de sus patas traseras y gran parte de su cola.
Una pareja gay lo rescató de una perrera y, finalmente, llegó a la casa londinense de la familia Howkins que, al ver su mirada bonachona en un aviso en las redes sociales, no dudó un instante en adoptarlo.
El niño Owen
Antes de la llegada del perro, Owen, consciente de su mal y sumido en una profunda depresión, había decidido confinarse en su silla de ruedas.
Se sentía diferente a sus compañeros de estudios y no lograba conseguir amigos.
Además, tenía pánico a los espacios abiertos y, por tal motivo, apenas salía de su casa.
Haatchi y Owen
La llegada de Haatchi al hogar de los Howkins provocó que la vida de Owen diera un giro fundamental.
Casi de forma inmediata, el niño empezó a superar sus temores y ansiedades.
Se volvió más sociable y su temor a salir a la calle se esfumó.
También desapareció su miedo a los extraños y comenzó a hablarle a todo aquel que se le cruzara sobre su adorado perro, a quien define como el guardián de su alma y de su corazón.
“El perro fue creado especialmente para los niños. Es el Dios de lo Alegre.”
Henry Ward Beecher
Una extraña enfermedad
El Síndrome de Jampel-Schawartz es una enfermedad hereditaria poco frecuente que afecta huesos, músculos y articulaciones y provoca, entre otros trastornos:
- Anormalidades esqueléticas
- Estatura baja
- Vértebras aplanadas
- Poca movilidad ósea
- Miopía
- Retardo del lenguaje
Características del Pastor de Anatolia
El Pastor de Anatolia o Pastor Turco es una raza que se caracteriza por su bondad y nobleza.
Estos grandullones pueden llegar a pesar hasta 65 kilogramos y medir unos 81 centímetros de altura.
Los perros de esta raza, a la que Haatchi hace honor, pueden definirse como:
- Leales
- Protectores
- Territoriales
- Vigilantes
- Sensibles
- Estables
- Inteligentes
- Independientes
- Fáciles de adiestrar
Una historia ejemplar
El encuentro de un pequeño que apenas sonreía, apesadumbrado por su extraña dolencia, y un animal con un pasado de maltrato, logró un presente feliz para los dos protagonistas de esta historia.
Por si esto fuera poco, Haatchi fue entrenado como animal de terapia, para que pueda cuidar más y mejor a su amigo Owen.
Seguramente hay muchas otras historias en las que un perro cuida de un niño enfermo están sucediendo en este momento. Serán más o menos anónimas. Pero, en todas, el amor es la constante.
Imagen cortesía de Keneth Cruz.