Tratamientos y cuidado de la miocardiopatía hipertrófica en gatos

La miocardiopatía hipertrófica en gatos no presenta síntomas en buena parte de los casos, de ahí que en ocasiones sea demasiado tarde cuando se detecta
Tratamientos y cuidado de la miocardiopatía hipertrófica en gatos

Escrito por Yamila

Última actualización: 15 diciembre, 2018

Su nombre es algo difícil de pronunciar, pero lo cierto es que la miocardiopatía hipertrófica en gatos es una de las enfermedades cardíacas más frecuentes en los felinos domésticos. En este artículo te contaremos todo lo que debes saber sobre ella.

¿Qué es la miocardiopatía hipertrófica en gatos?

Esta enfermedad cardíaca es una de las más habituales en los felinos y consiste en un engrosamiento de la masa miocárdica del ventrículo derecho del corazón. Aún no se sabe cuáles son las principales causas de la miocardiopatía hipertrófica en gatos, pero se conoce que aquellos que la sufren presentan niveles elevados de hormonas de crecimiento. En algunos casos es hereditaria.

A su vez, es más prevalente en ciertas razas, como el persa, chartreaux, sphynx, british shorthair, ragdoll y maine coon. Por lo tanto, se cree que tiene que ver con una malformación genética.

La miocardiopatía hipertrófica felina se caracteriza por una disfunción diastólica y por ser más habitual en los machos que en las hembras. Además, se detecta en ejemplares jóvenes, de entre cinco meses y seis años.

Esta enfermedad puede presentarse en tres niveles: leve, moderada o severa. La última aumenta la rigidez del ventrículo izquierdo del corazón y puede comprometer el flujo sanguíneo hacia el miocardio, lo que puede llevar a muerte celular o fibrosis.

Enfermedades del corazón en gatos

Muchos gatos que padecen miocardiopatía hipertrófica no presentan síntomas visibles, de ahí que buena parte de las veces la enfermedad no se detecte a tiempo. El veterinario será quien se de cuenta si identifica alguna dificultad respiratoria, un soplo sistólico, taquicardia, arritmias, disnea o incluso parálisis en las extremidades posteriores.

Ya que todos estos signos son también típicos en otras enfermedades cardíacas comunes, a veces el profesional no sabe a qué se deben y tarda en diagnostiar la miocardiopatía hipertrófica en gatos.

La mejor manera de detectarlo es a través de exámenes específicos como el electrocardiograma y la ecografía cardíaca. Con el primero se conocen los latidos anormales del corazón y con la segunda el aumento del grosor ventricular, la dilatación de la aurícula izquierda o la disminución de ‘luz’ en el ventrículo izquierdo.

Cuidados y tratamiento de la miocardiopatía hipertrófica en gatos

Una vez que se ha diagnosticado la enfermedad, el veterinario será el encargado de indicar el tratamiento adecuado, cuyo objetivo será mejorar el rendimiento diastólico, prevenir la aparición de un tromboembolismo o tratar la insuficiencia cardíaca congestiva.

Además, el tratamiento dependerá de varios factores como la edad y el estado de salud general del animal. Debes tener en cuenta que las cardiopatías felinas no tienen cura, pero podemos ayudar a nuestra mascota a que viva con esa enfermedad de la mejor manera posible.

Dar pastillas a tu gato.

Los medicamentos más usados en este caso son:

  • Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) para reducir la carga cardíaca.
  • Diuréticos para reducir la acumulación de líquidos en el espacio pleural y en los pulmones.
  • Betabloqueantes para bajar la frecuencia cardíaca cuando se presenta taquicardia.
  • Ácido acetilsalicílico para evitar un tromboembolismo.
  • Bloqueantes del canal de calcio para relajar el músculo cardíaco.

En cuanto a los cuidados, debemos procurar que nuestro gato coma con la menor cantidad de sal –existe pienso especial– con el fin de evitar retención de líquidos, que podría agravar el cuadro.

Se recomienda reducir al máximo el estrés o las tensiones en casa, para que el animal se encuentre tranquilo y descanse lo suficiente, sin sobresaltos.

No es aconsejable tampoco que el gato realice actividad física o esfuerzos cuando padece miocardiopatía hipertrófica, aunque un poco de juegos y pequeñas ‘caminatas’ por la casa son necesarios.

Por supuesto, es clave seguir al pie de la letra lo que indica el veterinario, llevar a nuestro gato a los controles, y hacerle exámenes y estudios que el profesional considere necesarios.

La miocardiopatía hipertrófica en gatos es bastante frecuente, aunque no sepamos demasiado sobre ella. Pero una detección temprana y un cumplimiento de los tratamientos mejora sobremanera la salud del felino con dicha patología.


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  • Silva, A. C., Muzzi, R. A. L., Oberlender, G., Nogueira, R. B., & Muzzi, L. A. L. (2013). Feline hypertrophic cardiomyopathy: An echocardiographic approach. Archivos de Medicina Veterinaria. https://doi.org/10.4067/S0301-732X2013000100002


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