Síncope en perros o desmayo repentino: ¿qué debo tener en cuenta?
El síncope en perros se define como una condición en la que la mascota sufre una pérdida repentina de la conciencia y el tono postural. Se caracteriza por ser un estado de corta duración y de rápida recuperación, en la que el can no responde a ningún tipo de estímulo externo.
Si bien no es una enfermedad en sí, el síncope está asociado a patologías que pueden comprometer la vida de los animales de compañía. Comprender las causas y conocer los síntomas es fundamental para identificar y abordar de manera adecuada este grave problema de salud canina. En este contenido encontrarás todo lo que debes tener en cuenta si tu perro sufre desmayos repentinos.
Causas del síncope en perros
De acuerdo con una publicación divulgada en BSAVA Manual of Canine and Feline Cardiorespiratory Medicine, el síncope se produce por una disminución a corto plazo del suministro de oxígeno o nutrientes esenciales hacia el cerebro. Como se expone en este documento, se diferencia de las convulsiones por los siguientes factores:
- Ausencia de anomalías previas al episodio.
- Falta de respuesta, incluso con los ojos abiertos.
- Duración y recuperación inmediata, es decir, entre 1 y 2 minutos.
Existe cierta predisposición racial para el desarrollo de este desorden.
Una investigación de la revista Veterinary Medicine precisa que los perros braquicefálicos sufren de problemas respiratorios. Estas afecciones provocan una mala oxigenación del cerebro.
Además, razas como el bóxer presentan mutaciones genéticas —asociadas al desarrollo de enfermedades cardíacas— que afectan la perfusión de sangre hacia el cerebro. Así lo expone un estudio divulgado en la Journal Veterinary Clinics of North America.
La Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales (WSAVA, por sus siglas en inglés), en su congreso número 34, afirma que se pueden identificar las siguientes causas u orígenes de síncope en perros.
Enfermedades cardíacas
Estas patologías son el principal desencadenante de los desmayos repentinos en perros. Se presentan por una incapacidad del corazón de bombear sangre de manera adecuada hacia el cerebro. Entre las principales se encuentran las siguientes:
- Miocardiopatía arritmogénica del ventrículo derecho (ARVC, por sus siglas en inglés): se caracteriza por una invasión de tejido graso sobre el músculo del corazón y por arritmias del ventrículo. Está asociada a perros de raza bóxer y bulldog inglés, que presentan mutaciones genéticas capaces de afectar la musculatura del corazón. Puede conducir no solo a síncope, sino también a muerte súbita.
- Cardiomiopatía hipertrófica: se produce un engrosamiento anormal del músculo del corazón, lo que dificulta el bombeo de sangre. También se asocia a casos de muerte súbita. No obstante, la esperanza de vida de los perros afectados puede ser de hasta 9 años.
- Cardiomiopatía dilatada: en esta patología el músculo cardíaco se vuelve débil y alargado. Como resultado, el corazón no bombea sangre suficiente al resto del cuerpo. Los perros de raza bóxer también están predispuestos a padecerla por mutaciones genéticas.
- Fibrilación atrial: se genera cuando las cavidades superiores del corazón no laten de manera coordinada con las inferiores. Por lo tanto, la frecuencia cardíaca es irregular y la irrigación sanguínea es deficiente. Al igual que las anteriores, puede producir muerte súbita.
- Síndrome del nodo sinusal enfermo: el nodo sinusal es el marcapasos natural del corazón. Se encarga de controlar el ritmo cardíaco, a través de impulsos nerviosos. Su alteración provoca latidos cardíacos lentos, es decir, pausas prolongadas entre latidos y arritmias. Existe predisposición en canes west highland terrier, schnauzer miniatura y cocker spaniel.
- Parásitos del corazón: aunque son poco comunes, se han reportado casos de síncope en perros infectados con el gusano del corazón, conocido como Dirofilaria immitis.
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Origen neurocardiogénico o vasovagal
Conforme a una publicación divulgada en la revista Clinical Autonomic Research, el síncope vasovagal se genera cuando un estímulo externo produce una alteración del sistema nervioso simpático. Su función es regular la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Esto conlleva a que se presente una bradicardia y una hipotensión en el organismo, lo que provoca el desmayo repentino o la pérdida de la conciencia. Aunque no se tiene claridad sobre su fisiopatología en los perros, puede desencadenarse por las siguientes situaciones:
- Dolor
- Emoción
- Agitación
- Tos prolongada
- Ejercicio intenso
- Fuerza en la micción o defecación
Problemas respiratorios
Todas las enfermedades que dificulten el paso del aire hacia los pulmones ocasionan una mala oxigenación de la sangre y, por ende, del cerebro. Como se describía en líneas anteriores, tienen mayor predisposición los perros braquicefálicos por sufrir del síndrome obstructivo respiratorio.
Hipotensión
Aparte del origen neurocardiogénico, la hipotensión también puede producirse por medicamentos vasodilatadores o diuréticos. De igual manera, puede presentarse por la pérdida de sangre o por deshidratación a causa de vómitos y diarreas.
Anomalías nutricionales
Una investigación del Canadian Veterinary Journal sostiene que los bajos niveles de glucosa en sangre pueden conducir a que se presenten desmayos repentinos en perros. Esto se debe a que es un nutriente que aporta la energía necesaria para el funcionamiento del cerebro.
Síntomas del síncope en perros
De acuerdo con una publicación de la revista Compendium on Continuing Education for The Practicing Veterinarian, en la pérdida de conciencia en perros se pueden observar los siguientes signos clínicos:
- Presencia de mucosas pálidas.
- Posible defecación y micción involuntaria.
- No hay respuesta a ningún estímulo sensorial.
- Flacidez de los músculos al inicio del síncope y rigidez al final.
- Permanencia del animal acostado de lado, como si estuviera «muerto o dormido».
- Manifestación de mareos previos al episodio —en ocasiones—, pero, por lo general, el desmayo es repentino.
¿Qué debes hacer si tu perro sufre un síncope?
Para brindar los primeros auxilios, lo primero que debes hacer es conservar la calma. Es importante recordar que, en la mayoría de los casos, el episodio es corto y el perro se recupera con rapidez.
Ante todo, si tu perro se ha caído de manera repentina, lo ideal es mantenerlo sobre una superficie estable, para evitar golpes secundarios al desmayo.
Debes colocar a tu perro en una posición que favorezca la respiración. Es decir, con las extremidades y la cabeza extendidas, así como separadas del torso.
No se debe intentar levantar el animal hasta pasado el desmayo. Tampoco ofrecerle agua o comida, pues no sabemos en qué estado se encuentra su organismo. Una vez recuperado, debes acudir de manera inmediata a un médico veterinario. Este profesional se encargará de revisarlo y de establecer un diagnóstico sobre la enfermedad que provoca el síncope.
¿Existe un tratamiento para el síncope en perros?
En sí, no hay un tratamiento específico para la pérdida de conciencia en perros, sino que se debe atender la causa u origen del mismo. Por ejemplo, si está relacionado con enfermedades cardíacas, es posible que se prescriban medicamentos capaces de ayudar a regular el gasto cardíaco y la presión arterial, como el pimobendan y el sildenafil, respectivamente.
Por otra parte, de acuerdo con la Journal of Veterinary Cardiology, en problemas de ritmo cardíaco —como la enfermedad del nodo sinusal o en el síncope vasovagal— la implantación de un marcapasos funciona para el control de ambas patologías.
Si a tu perro se le diagnosticó una enfermedad del corazón, es necesario controlar el ejercicio, las caminatas o cualquier tipo de agitación, para evitar los desmayos repentinos.
Ahora bien, si se trata de un problema respiratorio, como el síndrome de los perros braquicefálicos, se indican la rinoplastia y la palatoplastia, con la finalidad de aumentar el tamaño de las narinas.
Por último, si es por hipoglucemia, pérdida de sangre o deshidratación, el veterinario se encargará de suministrar los medicamentos necesarios para restablecer los niveles normales en el organismo.
Ante un síncope, lo peor es esperar
Es común que muchos tutores, al ver que su perro se recupera con rapidez del desmayo, optan por no acudir a un profesional. No obstante, como pudiste observar, detrás de una simple pérdida de la conciencia se esconden una cantidad de patologías, que comprometen la vida y el bienestar de las mascotas.
Es por esto que, ante el primer episodio de síncope, te recomendamos asistir de manera oportuna a un médico veterinario. Lo peor que se puede hacer es esperar. La mayoría de las afecciones —relacionadas con este desorden— son enfermedades silenciosas que se manifiestan cuando ya están muy avanzadas.
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