Reglas esenciales para alimentar a tu cachorro

Las proteínas, el calcio y la vitamina D son algunos de los nutrientes básicos para el desarrollo del can

Escrito y verificado por la bióloga Paloma de los Milagros.

Última actualización: 04 enero, 2020

A la hora de alimentar a tu cachorro puede que te surjan ciertas dudas sobre cantidades, frecuencias o el tipo de formulación más adecuada. Conocer los pilares básicos de la nutrición temprana de las mascotas ayudará a que estas tengan un óptimo desarrollo para afrontar su etapa adulta.

Como ocurre en todos los mamíferos, toda alimentación debe empezar por la leche materna que, además de reforzar el vínculo entre cría y madre, aportará los nutrientes necesarios para el crecimiento y el fortalecimiento del sistema inmunológico del recién nacido. El destete acabará pasadas las seis u ocho semanas, momento en el que empezará a introducirse una alimentación sólida.

Normalmente, la fase del amamantamiento suele resultar ajena a los dueños de mascotas, a no ser que haya un parto en el hogar. Sin embargo, es necesario ser consciente de su importancia, pues provocar un destete adelantado para adquirir antes al animal puede suponer un riesgo para su salud. Por ello, la mayoría de los criadores entregan a los cachorros pasados los dos meses de edad.

Cómo alimentar a tu cachorro

Si el animal todavía no ha cumplido las ocho semanas, lo más habitual es que esté alternando lactancia con alimentación sólida, hasta que esta última termine por ser la que prevalezca. En este momento, el número de comidas al día será entre cuatro y seis, preferiblemente en forma de papilla.

La frecuencia de las ingestas de pienso se irá reduciendo a medida que el cachorro se desarrolle. De esta forma, empezará con cuatro tomas hasta los tres meses, tres hasta los seis y, finalmente, dos meses. En cuano al volumen de comida, dependerá de la raza y de las necesidades particulares de cada animal.

En general, los piensos para cachorros suelen contar con una guía de porciones acordes al peso del can, aunque lo más aconsejable es preguntar al veterinario.

Elegir la formulación más adecuada es fundamental para garantizar que se estén recibiendo todos los nutrientes. Las comidas de los cachorros deben ser más calóricas de lo habitual, de manera que, aparte de permitir el desarrollo, proporcionen gran cantidad de energía. Asimismo, el contenido proteico, vitamínico y mineral también suele ser más elevado; destacan el calcio, el magnesio, el hierro, el zinc y la vitamina D.

A pesar de que una dieta húmeda, a base de latas, pueda resultar más fácil de ingerir e incluso más atractiva en términos de palatabilidad, es preferible no acostumbrarse únicamente a ella. En la actualidad existen piensos adaptados a la edad y la raza, de forma que el tamaño de las croquetas sea proporcional al desarrollo del animal.

Consejos para facilitar la ingesta

A la hora de alimentar a tu cachorro puedes encontrar cierta reticencia, sobre todo si se trata de una raza pequeña. Por ello, es importante que supervises que el animal termina todas sus tomas, lo que a su vez reducirá las ganas de ingerir sustancias ajenas.

Establecer unos horarios fijos y reservar un lugar tranquilo y limpio para las comidas creará una rutina progresiva en el can. En caso de que este no se termine toda la porción, se pueden hacer pequeños juegos para motivarlo. Sin embargo, debe omitirse la tentación de darle alimentos caseros con el fin de lograr que coma. De hecho, es preferible optar por un cambio de formulación o alternar con dietas húmedas que malacostumbrar al animal desde el principio.

En cuanto al ejercicio, es recomendable que se realice una vez pasado el periodo de digestión, con un mínimo de una hora. De esta forma, se evitarán problemas estomacales como la denominada hinchazón y torsión gástrica, con mayor influencia en perros de raza grande o gigante.

Las reglas básicas para alimentar a tu cachorro son la progresividad a la hora de establecer el número de tomas, la constancia garantizando la ingesta completa y la calidad de la formulación del pienso elegida. Dar la importancia que se merece a la nutrición temprana contribuirá al bienestar del can en su etapa adulta.