No existe duda alguna de que vivimos en un planeta globalizado y en comunicación continua. Internet permite a los usuarios compartir, obtener conocimiento e incluso ganarse la vida. Vivimos en la era de la información, pero ¿sabes cómo interactúan los animales y las redes sociales?
A pesar de los múltiples beneficios que reportan los medios de comunicación online sobre la población general, debemos tener ciertas consideraciones en cuenta a la hora de exponer a nuestras mascotas a este mundo o al buscar información fehaciente sobre el reino animal.
Sobre internet y su expansión
No es sorpresa para nadie que las redes sociales están en auge. Aún así, te exponemos ciertos datos para poner en perspectiva su importancia real:
- En 2019 se calculo qué 4540 millones de personas tienen acceso a internet, es decir, el 59 % de la población mundial.
- Instagram cuenta con 1000 millones de usuarios activos a día de hoy.
- La plataforma Facebook ha registrado a un total de 2320 millones de usuarios a lo largo y ancho del globo.
Como podemos observar, estamos ante cifras astronómicas. Diversos estudios recogen cómo se traduce esta actividad en el mundo del cuidado animal.
Por ejemplo, el porcentaje de búsqueda del 80 % de los términos analizados en lo que al cuidado de animales se refiere (tienda animal, perros, pienso perros, por ejemplo) ha aumentado considerablemente en los últimos cuatro años. Como curiosidad, «tienda animales» es el más buscado de todos los analizados.
Por otro lado, la presencia en las redes sociales de páginas de ámbito animal también se encuentra al alza. Se calcula que hay más de 100 000 enlaces activos a ciertos portales en lo que al mundo de las mascotas se refiere.
Todos estos datos tratan de poner en evidencia la importancia de las mascotas en la era de la información. No solo están presentes en fotos y vídeos adorables, sino que también los tutores buscan continuamente información para mejorar la existencia de sus animales.
Animales y redes sociales: luces y sombras
Según diversos estudios científicos, las redes sociales pueden alterar nuestra percepción del mundo animal. Esta afirmación depende mucho del contexto y del estrato poblacional analizado.
Por ejemplo, a la hora de presentar a diversos participantes dos historias en lo referente a primates (una a favor del mantenimiento de monos en cautividad y otra en contra), los resultados fueron muy diferentes. Es necesario acotar que la imagen que acompañaba al artículo fue la misma en los dos casos:
- Los participantes expuestos a la noticia negativa atribuyeron mayores niveles de estrés al animal de la imagen.
- Las noticias negativas promovían una discusión en la caja de comentarios, donde se producían «cámaras de eco» en las que casi todos los integrantes esgrimían una opinión similar.
- La noticia que mostraba positividad hacia la tenencia de monos como mascotas causó más recelo entre los lectores.
- En general, se observó que los participantes eran menos tajantes en lo que a bienestar animal se refería en las redes sociales que en otros medios no sociales.
Así pues, se puede observar que la respuesta de los internautas ante una misma imagen depende ampliamente del contexto que se ofrece. Esto puede, en cierto modo, llegar a suavizar o acrecentar el nivel de concienciación y pensamiento crítico sobre el mundo animal.
Redes sociales y educación
Además de estos resultados, otras investigaciones han estudiado la repercusión de la presencia de animales en redes sociales y medios educativos sobre los niños.
La existencia de dibujos, imitaciones e interpretaciones de diversos seres vivos se creía como algo negativo para la concienciación de los infantes sobre la naturaleza y los ecosistemas. Esto sería debido a que los niños asociarían la naturaleza a una visión sesgada, pero nada más lejos de la realidad.
Estos estudios han demostrado, por ejemplo, que la presencia de figuras animales antropomórficas (interpretadas desde un punto de vista humano) en material educativo no afectan para nada el nivel de comprensión de los niños sobre los seres vivos.
Aquellos que eran expuestos a información acerca del mundo natural salían con más conocimiento, independientemente de las figuras antropomórficas, dibujos y material acompañante al contenido divulgativo expuesto. Mientras la información sea fehaciente, el conocimiento está asegurado.
Cuestión de matices
Como hemos podido ver, la interacción entre los animales y las redes sociales en la cultura humana es cuanto menos compleja. Por ejemplo, los niños no parecen verse afectados por la presencia de material divulgativo transformado desde un punto de vista completamente humano.
Por otro lado, estudios apuntan a que dependiendo de la fuente y de la información podemos atribuir características distintas a las mismas imágenes de animales, modulando el nivel de debate dependiendo del portal donde nos encontremos.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Mkono, M., & Holder, A. (2019). The future of animals in tourism recreation: Social media as spaces of collective moral reflexivity. Tourism Management Perspectives, 29, 1-8.
- Geerdts, M. S., Van de Walle, G. A., & LoBue, V. (2016). Learning about real animals from anthropomorphic media. Imagination, Cognition and Personality, 36(1), 5-26.
- Estudio del sector mascotas en internet, liftingroup.com. Recogido 7 de septiembre en https://www.liftingroup.com/pdf/estudio-sector-mascotas-internet-2014.pdf
- ¿What is social media for animals? Socialmediaforanimals.com. Recogido a día 7 de septiembre en https://socialmediaforanimals.com/animal-welfare-news/what-is-social-media-for-animals/