Cómo prevenir la agresividad en tu perro

Cómo prevenir la agresividad en tu perro
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 23 julio, 2020

El perro es considerado el mejor amigo del hombre. Y por eso es la mascota elegida por millones de adultos y niños de todo el mundo. Pero ¿qué hacer si aparecen los primeros síntomas de agresividad en tu perro?

Hay dos formas clásicas de expresión de una conducta agresiva en los perros:

  • gruñidos y/o ladridos.
  • mordidas.

Se estima que el 60% de los casos de mordidas involucran perros que ya presentaban comportamientos agresivos como gruñidos o ladridos.

En determinados casos, la manifestación de la agresividad del perro aumenta gradualmente. Y en caso de que no sea tratada debidamente, puede transformarse en un riesgo para el propio animal y para sus dueños.

Por eso, es muy importante prestar atención a los primeros indicios de agresividad en tu perro y saber cómo proceder para prevenir y mejorar su conducta social.

¿Que puede causar la agresividad en tu perro?

Son muchas las posibles causas de comportamientos de agresividad en tu perro. Pero una cosa es cierta: ningún can es agresivo por naturaleza propia. Un peludo reacciona agresivamente a los estímulos del medio externo. Normalmente, por miedo frente a lo desconocido.

Antes de proceder frente a la agresividad de tu perro, es necesario entender qué puede estar causando o haber causado dicho comportamiento. Acto seguido, se invita a conocer las 3 principales causas de conductas anti sociales:

1. Raza y/o Linaje

Hay muchos mitos sobre este asunto. Creer que una determinada raza está condenada a ser violenta es tan equivocado como creer que una raza jamás podría ser violenta. Cada perro reacciona de una manera diferente frente a cada situación a que se ve expuesto.

Sin embargo, es verdad que algunas razas y algunos linajes tienen mayor tendencia a una conducta agresiva. Es importante comprender bien esta información antes de alimentar perjuicios.

2. Creación/Educación

Un ejemplo simple puede ayudar a entender fácilmente. Razas como el Rottweiler y el Doberman son consideradas dominantes, con tendencia a la agresividad. Pero estos perros también ocupan los primeros puestos en los rankings de inteligencia y obediencia.

Eso reafirma la teoría de que no existe raza o linaje violenta, y sí carácter moldeado a partir de la educación recibida. Cerca de 90% de los perros que presentan actitud agresiva han sido sometidos a un dueño o a una pauta de conducta violenta.

3. Defensa de territorio

Una dosis de agresividad es fundamental para la supervivencia en el mundo salvaje. Los perros descienden directamente de los lobos. Para ellos, es fundamental garantizar la seguridad de su manada. Y eso se logra asegurándose del territorio y de la comida disponible en su entorno.

4. Contextos de vulnerabilidad

Cuando son sometidos a situaciones de vulnerabilidad (miedo o dolor), los perros pueden volverse agresivos. Sencillamente hacen valer la máxima “no hay mejor defensa que un buen ataque” en nombre de su auto-preservación.

¿Cómo prevenir la agresividad en tu perro?

Lo ideal es prevenir el desarrollo de una conducta agresiva en cualquier perro, independiente de la raza. Por eso, es importante prestar atención a las recomendaciones a seguir.

1. Elige una raza de perro adecuada

Muchos perros pueden desarrollar conductas violentas por un exceso de energía acumulada o falta de liderazgo correspondiente. Por eso, antes de adquirir una mascota, es importante averiguar qué raza es más adecuada de acuerdo al estilo de vida de su dueño.

No es recomendable poner razas de gran tamaño y/o muy enérgicas en ambientes muy reducidos. Y las razas dominantes necesitan una atención especial en cuestiones de entrenamiento, adaptabilidad y obediencia.

2. Visitas periódicas al veterinario

Como hemos visto, los perros pueden reaccionar por dolor derivado de una enfermedad. Por eso, es importante acudir periódicamente al veterinario y realizar los chequeos para prevenir cualquier cuadro indeseable para la salud de tu perro.

3. Educación direccionada

Los perros pasan por 2 momentos fundamentales de socialización y adaptabilidad en la primera etapa de su vida (cuando son cachorros):

  • Socialización primaria: empieza en el segundo mes de vida del cachorro. La madre, por instinto, incentiva sus cachorros a transformarse en líderes. Es importante que el desmame ocurra en esta etapa.
  • Socialización secundaria: comienza al final del desmame. En este momento, es fundamental que el dueño asuma el rol de líder dominante de la manada.

4. Imponer límites para educar

Cualquier perro necesita mucho amor y paciencia para aprender. Pero el afecto no se debe confundir con irresponsabilidad. La creación responsable de un cachorro debe imponer límites para que su dominancia territorial no sea un riesgo en el futuro.

Es importante remarcar las buenas actitudes con refuerzo positivo (una golosina o una caricia). Y tener en claro que la violencia alimenta más violencia. El refuerzo negativo debe ser la privación de un gusto, y no una amenaza al bienestar del animal.

Otros aspectos de educación canina

Ejercicio físico y juegos de inteligencia

Muchos perros se vuelven violentos gracias al estrés ocasionado por la acumulación de energía del ocio excesivo. Es común en los canes que viven en ambientes reducidos.

Una solución práctica es realizar un paseo por la mañana y otro por la noche con su perro. Cada uno con por lo menos 15 minutos de duración.

También es importante potenciar la inteligencia de los perros. Un truco básico es enseñarlos a sentarse, a darnos su pata, etc., a cambio de un premio.

Adiestramiento / Entrenamiento profesional

Es la metodología preferida en las grandes ciudades. Muchos dueños no cuentan con el tiempo suficiente para enseñar a sus mascotas. Por eso, es importante buscar ayuda profesional de adiestradores y paseadores de perros para canalizar su energía.

No usar la violencia como castigo

Los actos violentos alimentan más actos violentos. Por eso, la enseñanza debe estar basada en refuerzo positivo. Jamás hay que utilizar la agresión física o la humillación como castigos. Se puede revertir el proceso educacional e incentivar reacciones de una forma positiva, con premios y reconocimientos.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.