Mi perro no quiere salir a la calle: 12 razones y cómo solucionarlo

Algunos perros tienen miedo a salir a la calle, aunque la causa de esta conducta puede ser muy variada. Aprende con nosotros sus posibles desencadenantes.
Mi perro no quiere salir a la calle: 12 razones y cómo solucionarlo

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 09 febrero, 2022

Los cánidos necesitan una rutina de ejercicios muy bien establecida para ser felices. Lo ideal es sacar a la mascota a pasear 3 veces al día, en un intervalo temporal variable según la raza y tamaño del perro —un can pequeño se contenta con 3o minutos en cada salida, mientras que uno grande requiere 1 hora—. Esta actividad es esencial, pero ¿qué pasa si tu perro no quiere salir a la calle?

Un cánido encerrado en casa será propenso a desarrollar problemas articulares, trastornos emocionales, sobrepeso, enfermedades sistémicas y muchas cosas más. Si tu mascota no quiere salir a la calle, es hora de que busques atención profesional, pues no se trata de una conducta común. Aquí te traemos 12 posibles razones de ello.

1. Malas experiencias pasadas

Los seres humanos recordamos gracias a mecanismos de identificación de patrones de recuerdos, evocación y retentiva. La memoria de los perros es un poco diferente a la nuestra, pero sí son capaces de recordar de forma eficaz con sus bases asociativas y olfativas.

Si tu perro ha tenido una o más experiencias traumáticas en la calle —accidentes, peleas con otras mascotas o sustos muy fuertes— es posible que adquiera un miedo súbito a la hora del paseo. En estos casos, la ayuda de un educador canino será esencial para solventar el trauma.

La agresividad es uno de los trastornos comunes en perros.

2. Territorio poco familiar

Los perros son animales muy rutinarios y utilizan los olores para ubicarse en el espacio. El olfato de los canes es 10 000 veces más sensible que su gusto y son capaces de detectar aromas a distancias impensables para el ser humano. Por ello, cuando se cambian los olores del entorno del animal de forma drástica, este puede sentirse desorientado y miedoso.

Es muy común que los perros que se acaban de mudar de casa tengan reticencia a salir durante los primeros días. Todo para ellos es nuevo y, en su cabeza, una amenaza potencial. Ten paciencia, recompensa a tu animal cuando se aventure al exterior y no te enfades con él, pues sus sensaciones son normales y justificadas.

3. Clima poco familiar

El espectro auditivo de los seres humanos es de los 20 Hz hasta los 20 KHz, mientras que los perros alcanzan los 65 KHz. Para lo que nosotros es un simple trueno, para un perro puede resultar una experiencia agónica. Debes tener en cuenta que, si hace mal tiempo, es posible que tu perro tenga miedo a salir, ya sea por este motivo u otros muchos más.

Las tormentas de nieve y la lluvia intensa también pueden causar miedo en el cánido.

4. Uso de correa

Algunos canes, debido a su estancia en otros hogares y protectoras, no están acostumbrados a utilizar correa. Si el perro no quiere salir a la calle en estos casos, puede ser por miedo a sentir un objeto foráneo alrededor de su cuello. Esto se puede solucionar con técnicas de acondicionamiento, es decir, que la mascota asocie la correa con algo positivo.

Darle recompensas al animal cuando lleva la correa le ayudará a asociarla con cosas positivas.

5. Sensibilidad a los sonidos

La premisa es similar al punto número 3. Lo que para nosotros puede ser un simple pitido o el sonido de un coche arrancando, para un cánido supondrá una señal de amenaza. Si tu perro no quiere salir a la calle en un ambiente nuevo o su ruta antigua ha cambiado, es posible que los sonidos sean demasiado fuertes y necesite acostumbrarse. 

6. El perro se siente abrumado

Es muy común que los perros se sientan abrumados ante todos los estímulos externos de la calle, sobre todo si son cachorros. Sonidos, olores, fuentes visuales y hasta el propio tacto de las superficies son factores a los que un cachorro no se enfrenta en los primeros meses de su vida. Ten paciencia si este es el caso y no obligues a tu mascota a superar sus miedos con demasiada rapidez.

Un cachorro en un campo de flores.

7. Socialización deficiente

A partir de la cuarta y hasta la doceava semana de vida, los cachorros pasan por un periodo de socialización que condiciona el resto de su vida. Es necesario exponer al perro en esta etapa a todos los estímulos naturales posibles, para que así adquiera 4 pilares vitales: autocontrol, comunicación, jerarquía y desapego.

Si un cánido no socializa correctamente, puede desarrollar miedos, fobias y otros problemas emocionales a largo plazo. Es posible que el perro no quiera salir a la calle por la falta de familiarización con el entorno y otros problemas asociados a la falta de estímulos en su desarrollo.

8. Mal entrenamiento

Si el tutor previo de un perro adoptado tiraba de la correa y lo ahogaba con ella, es posible que el cánido asocie la salida a la calle con dolor, angustia y ansiedad. Es trabajo del dueño actual y profesionales en conducta canina sustituir estos malos recuerdos con estímulos positivos, aunque se requiere mucho tiempo y paciencia para ello.

9. Dolor

Si un humano se hace un esguince o se rompe una pierna, es muy probable que no quiera moverse del sofá hasta que se recupere. Lo mismo sucede con los perros y prácticamente todos los animales: si la locomoción se asocia con malestar, simplemente optan por quedarse quietos y esperar a sanarse.

Si tu perro no quiere salir a la calle y cojea, sangra o se lame la pata en exceso, es posible que tenga problemas en algunas de las extremidades. Las espigas incrustadas entre los dedos, las infecciones epidérmicas, las parasitosis y problemas óseos pueden ser desencadenantes de estas conductas.

10. Problemas de visión

La vista de un perro alcanza menos que la de una persona, específicamente 4 veces menos. Si nosotros observamos un objeto a 100 metros, ellos necesitan acercarse a una distancia de 25 metros para poder verlo con cierto detalle.

Por ello, un perro con problemas de visión —en uno o ambos ojos— puede tener grandes problemas para localizarse en el espacio tridimensional. Si tu perro tiene miedo a salir a la calle, pierde el equilibrio con facilidad y se golpea contra objetos de forma habitual, es posible que tenga un problema de vista que deba ser abordado por un veterinario.

11. Vejez

La esperanza de vida de un perro depende de su raza e historial de salud, pero la media se encuentra entre los 10 y 13 años. Es posible que tu perro sea reticente a salir porque está muy mayor: al igual que los humanos, ellos también son proclives a presentar dolores óseos y sistémicos asociados a la edad.

En estos casos, lo mejor es ser paciente y tratar de realizar ejercicios suaves que el animal pueda afrontar. Si está en las últimas etapas de su vida, lo mejor es dejar al animal descansar todo lo que desee y acompañarlo en sus compases finales.

12. Miedo a la propia salida

En contadas ocasiones, el problema no es el paseo en sí mismo, sino lo que el cánido tiene que afrontar desde que el tutor abre la puerta hasta que comienza a caminar. Por ejemplo, algunos perros tienen miedo a las escaleras, mientras que otros pueden pasarlo mal al cruzar una superficie de pavimento demasiado caliente.

¿Tu perro tiene miedo a salir a la calle?

Como puedes ver, son muchos los motivos por los que tu perro puede temer a la hora del paseo. De todas formas, todos ellos pueden abordarse con ayuda veterinaria, etológica o ambas a la vez. Si esta conducta se mantiene en el tiempo, no dudes en buscar ayuda profesional.


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