Perrito da testimonio de que la esperanza es lo último que se pierde

Muchos perritos tienen la mala fortuna de pasar una gran parte de sus años en la calle. Por lo tanto, desarrollan enfermedades graves que deterioran totalmente su estado de salud.

Sin embargo, a pesar de ese complejo panorama, varios conservan la esperanza de seguir batallando para mantenerse con vida y ser rescatados por un refugio que los auxilie. Pero, lastimosamente, algunas de esas organizaciones piensan en apagar su vida antes de hacer todos los esfuerzos pertinentes para salvarlos.

Tal como ocurrió con un perrito al que le iban a aplicar la eutanasia porque tenía una enfermedad muy avanzada y agresiva. No obstante, una mujer pudo intervenir a tiempo para impedir esa decisión y hacer todo lo posible por brindarle un buen futuro.

En este artículo te contamos todo lo que sucedió en esta historia. A continuación te compartimos cada uno de los detalles.

La difícil realidad que estaba viviendo un perrito

Stanley, un canino de raza pitbull, fue encontrado por los trabajadores de un refugio después de estar mucho tiempo desamparado en las calles. Debido a ello, lo llevaron a las instalaciones de la organización y evaluaron su estado de salud.

Fue así como concluyeron que el perrito tenía una sarna muy avanzada. Tanto así que no podía abrir ninguno de sus ojos.

Sin embargo, al descubrir ese diagnóstico no se interesaron en llevar a cabo ningún tratamiento, sino que tomaron la decisión de aplicarle la eutanasia. Por tal razón, a 2 días de festejar el 31 de diciembre, el canino estaba a punto de partir del mundo terrenal.

Pero, una rescatista de una organización llamada “Camp Cocker Rescue”, se enteró de la angustiosa situación en la que se encontraba el perrito. A raíz de ello, manifestó que quería ayudarlo y que iba a impedir a toda costa que le aplicaran la inyección que terminara con su vida.

No obstante, debido a la criticidad del perrito, sabía que necesitaba de una ayuda extra. Por esa razón, comenzó a buscar la mejor estrategia posible para encontrarla, pues rendirse no estaba entre sus planes.

El inicio de la salvación del perrito

La rescatista identificada como Cathy, sacó al perrito del refugio en el que le tenían programada la eutanasia y grabó un video pidiendo ayuda para salvar a Stanley. Posteriormente, se encargó de difundirlo a través de las redes sociales y del correo.

De esa manera, la grabación se viralizó en muy poco tiempo y llegó a la vista de Dave Schofield, un rescatista que trabaja en una organización llamada “Respect A Bull”.

En consecuencia de ello, el hombre y su esposa se contactaron con Cathy para hacerles saber que ellos estaban dispuestos a acogerlo mientras que efectuaban todos los tratamientos necesarios y la curaban.

Debido a esa gran noticia, Cathy llevó a Stanley hasta el hogar de Dave para que le comenzaran a realizar cada uno de los procedimientos veterinarios. Por lo tanto, con el paso del tiempo, el perrito pudo curarse del todo y, a la vez, sanar todas las heridas emocionales que lo atormentaban.

A causa de ello, estaba listo para ser adoptado por una familia que le brindara un amor de calidad para toda la vida. Pero, lo mejor de todo es que Cathy tenía claro cuál era el hogar ideal al que podía llegar el canino.

Pues, su video también sirvió para que una gran cantidad de personas se interesaran en adoptar a Stanley después de que finalizara su proceso de recuperación. De ese modo, Cathy analizó rigurosamente todas las opciones y tomó la decisión correcta.

La nueva vida de Stanley, un perrito que tuvo esperanza

El perrito de raza pitbull fue acogido por Teresa y Josh Caufield, una pareja que todo lo que quiere es entregarle todo su cariño. Debido a ello, desde ese día tiene la fortuna de disfrutar de los mejores cuidados, sentirse respetado y tener una vida muy feliz.

Además, ha encontrado al mejor compañero de juego y siestas. Pues, la pareja tiene a un bebé que se ha convertido en la adoración de Stanley.

Por eso, esta historia demuestra que la esperanza es lo último que se debe perder. Esto debido a que hay una gran cantidad de personas de buen corazón interesadas en auxiliar a los animales más necesitados y mejorar su calidad de vida para siempre.