Los primeros signos de sarna en perros

Evitar el contacto con animales vagabundos y mantener una higiene adecuada son factores claves para prevenir la enfermedad
Los primeros signos de sarna en perros
Paloma de los Milagros

Escrito y verificado por la bióloga Paloma de los Milagros.

Última actualización: 01 agosto, 2022

La sarna es una de las dermatosis parasitarias más extendidas geográficamente, y es que afectan a gran variedad de mamíferos, entre los que se encuentra el ser humano. A pesar de que los casos de sarna en perros domésticos son cada vez menores, conviene conocer los síntomas de un posible contagio.

Esta enfermedad es provocada por la invasión de ácaros en la piel del perro, lo cual puede convertirse en algo riesgoso si no se controla la situación. Además, se transmite por medio del contacto directo, pero podría diseminarse rápido si no existen las medidas de higiene adecuadas. Sigue leyendo este espacio y conoce los primeros signos de la sarna en los perros.

¿Qué es la sarna?

La sarna es una de las enfermedades más conocidas, tanto por el número de epidemias sufridas a lo largo de la historia como por la diversidad interespecífica de los afectados. Es causada por dos ácaros diferentes:

  • Sarcoptes scabiei var. canis: provoca la sarna sarcóptica. También conocida como escabiosis, se caracteriza por ser la variante más infecciosa e incluso es capaz de afectar a las personas.
  • Demodex canisocasiona la sarna demodécica. Este ácaro forma parte de los microorganismos habituales de la piel canina, pero el sistema inmune se encarga de controlar su presencia. Es por ello que cualquier problema de inmunosupresión desencadena este tipo de sarna.

Estos parásitos se destacan por su rápida propagación en el cuerpo del infectado y por su facilidad para contagiar a nuevas víctimas. Para ello, las hembras de estos microorganismos se ‘entierran’ bajo la piel del animal, en donde llevan a cabo la puesta de huevos.

Asimismo, aunque la sarna sarcóptica y la sarna demodécica sean las principales variedades que afectan a los perros, la sarna otodéctica también es frecuente en canes. En su caso, es provocada por el ácaro Otodectes cynotiseste parásito tiende a infectar el oído externo, de modo que causa la inflamación del canal auditivo.

Síntomas de la sarna en perros

A pesar de que la mayoría de perros infectados de sarna padecen una serie de signos comunes, no todos tienen el mismo proceso patológico, ya que la gravedad de las lesiones cutáneas puede diferir.

Síntomas de sarna en perros

Normalmente, el primer indicio de la enfermedad es el picor intenso y repentino. Este prurito se debe, en parte, a la sensibilidad cutánea ante los excrementos de los ácaros, a medida que van propagándose bajo la piel del animal.

En este proceso infeccioso, el cuerpo del perro reacciona con unas pequeñas protuberancias iniciales que se inflaman y causan molestias. Esto ocasiona que el can se rasque o se muerda de manera intensa, lo que da lugar a lesiones, llagas y costras con mal olor que solo empeoran la situación. Según la gravedad del caso, incluso se podrían dañar los folículos del pelo y causar alopecia.

En las etapas iniciales, los signos de sarna en perros se limitan a áreas más locales como las orejas, el hocico o los codos. En una segunda fase, debido a la rápida propagación de los ácaros, el pecho, abdomen, o incluso todo el cuerpo, presentarán las características lesiones cutáneas.

Por otro lado, el término de ‘sarna de incógnito’ se utiliza para aquellos casos en los que la afección es difícil de diagnosticar. Suele ocurrir en perros cuyo pelaje, a pesar de tener ácaros, presenta un aspecto limpio y cuidado, fruto de una higiene y cepillado regulares.

El comportamiento también sirve de indicativo

Aunque la presencia de lesiones o llagas en la piel es el principal síntoma de la sarna, existen algunas conductas que podrían indicar la presencia de este problema. Entre las más frecuentes se encuentran:

  • Se rasca incluso cuando está jugando. Mientras juegan, los perros no pierden de vista su diversión a menos que sea algo importante, por lo que si paran para rascarse, significa que tienen un problema muy molesto en su piel.
  • Se rascan con diferentes objetos. Al no sentir alivio al rascarse con sus uñas o con sus mandíbulas, los canes buscan otras alternativas como la pared u objetos puntiagudos.
  • Se molestan al rascarse. Uno de los signos que podría provocar la sarna en los perros es la frustración. Esto se evidencia en quejidos, gruñidos o resoplos mientras se rascan, lo cual es indicativo de que el malestar los desespera.
  • Falta del apetito. El malestar general hace que pierdan el apetito.
  • Pérdida de peso. Al tener problemas de alimentación, su peso se reduce.

Si bien, los signos anteriores no solo podrían indicar la presencia de sarna en los perros, es preferente que se acuda al veterinario en el momento que se detecte alguno de ellos. Así, se podrá dar solución a cualquier problema de salud lo antes posible.

Diagnóstico y tratamiento

Ante sospechas de un posible contagio de sarna en perros, conviene acudir rápidamente al veterinario. De esta forma, aparte de evitar que la lesión se extienda a nivel corporal, se disminuirá el riesgo de posibles contagios.

Ácaros

Para el diagnóstico del animal, el especialista realizará un examen físico, con los correspondientes raspados cutáneos. También puede incluir análisis de sangre y heces para evidenciar la presencia del parásito. Posterior a ello, se le recetará el acaricida pertinente que le ayudará a eliminar a los parásitos.

A la hora de abordar el tratamiento, lo más importe es que todos los perros o pacientes infectados que hayan estado en contacto reciban la medicación. Estos serán administrados por vía oral o tópica; incluso, es necesario un rasurado previo en las zonas afectadas. Además, de forma simultánea se utilizará el champú antiseborreico recomendado con objeto de reblandecer las costras presentes.

Cuidados adicionales

Tanto en el proceso de curación, como a la hora de prevenir la enfermedad, es esencial mantener unos buenos hábitos de higiene. Esto no solo implica una rutina de baños y cepillados frecuentes, sino que también conviene vigilar el contacto de la mascota con otros animales ajenos al hogar. De hecho, los gatos y perros vagabundos suelen ser los primeros focos de infección.

Afortunadamente, la sarna es una enfermedad parasitaria de preocupación menor en la actualidad. El número de casos domésticos es reducido y, con un diagnóstico temprano, puede curarse rápidamente. No obstante, conviene tener presente la facilidad de contagio interespecífico, factor responsable de las históricas epidemias de esta patología.


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