Perrita temerosa y llena de cicatrices no puede evitar aferrarse agradecida a sus rescatistas
Natalie Olivieri es una mujer que ha dedicado su vida a rescatar animales en situación de abandono, por lo que tiene la experiencia suficiente para identificar el sufrimiento en una perrita temerosa y llena de cicatrices que se aferraba a los rescatistas como señal de agradecimiento.
No hay que ser adivino para saber que la vida en la calle no es fácil para ningún ser vivo. Mucho menos para los perros y gatos que deambulan de un lado a otro sin poder expresar sus necesidades. En este artículo hablaremos de Harper, una canina cuyos ojos reflejaban el dolor y el desprecio que muchos seres le ocasionaron.
Al igual que muchos animales, ella terminó en Redlands, un lugar ubicado en Orlando, Florida. Allí van a parar un sinnúmero de mascotas abandonas por las que alguna vez fueron sus familias. Sigue leyendo para descubrir la historia de esta perrita temerosa y el origen de todas sus cicatrices.
Redlands, el lugar en donde estaba la perrita temerosa
Redland es un sitio que se ha popularizado entre los habitantes de Orlando. La razón es que es allí a donde las personas que no quieren tener más a sus mascotas las van a dejar abandonadas. “El lugar es prácticamente un vertedero de perros“, explicó Natalie.
Ella no es una rescatista cualquiera, es la vicepresidenta de Furever Bully Love Rescue, una organización que se ha dedicado a cambiar la situación de vida para los abandonados.
El rescate de Harper
La institución a la que pertenece Natalie se asoció con Redland Rock Pit Abandoned Dog Project para visitar Redlands a diario y así tratar de cambiar un poco la vida de los abandonados. Un buen día lograron juntar 160 kilos de pienso para darles de comer a unos 100 perros. “Nunca olvidaré el momento en que pusimos la comida y una gran cantidad de perritos comenzaron a aparecer de todas partes”, dijo la mujer.
Estando en el sitio encontraron muchos perros que necesitaban ayuda, entre ellos se encontraba Harper, una cánida mezcla de sabueso que tenía aproximadamente un año. La perrita estaba temerosa y llena de cicatrices. “Tan pronto como Harper se acercó a nosotros y nos conocimos, ella cayó completamente al suelo por el pánico que tenía a las personas”, explicó la rescatista.
Según complementó, parece que la peluda fue abusada, descuidada y abandonada en ese sitio, por ello no podían dejarla ni un minuto más allí. Cuando le colocaron la correa para transportarla, vieron que tenía marcas en la cabeza y el lomo. Además, se negaba a moverse del punto en donde estaba, el miedo estaba apoderado de ella.
No obstante, sus ángeles guardianes hicieron todo lo posible para subirla al carro y así llevarla a un chequeo de salud.
El diagnóstico de la perrita rescatada
Harper no se encontraba nada bien. Tenía anemia, estaba infestada de gusanos y reportaba infecciones. Aunque este diagnóstico es difícil de leer, lo más preocupante era el daño psicológico que le habían hecho en el paso, el cual le impedía confiar en los humanos.
Aunque pensaron que este problema le impediría encontrar un hogar amoroso, de un momento a otro todo cambió. Según cuenta Natalie, la canina duró tres días sin levantarse, pero cuando su colega Jennifer Adorno la cargó, su semblante cambió y se aferró a ella en un abrazo interminable y lleno de agradecimiento. “Nunca había tenido un perro que me abrazara tanto” dijo la también rescatista.
Fue de esta forma como el amor ha sido la mejor medicina para la perrita que ha dejado de ser tan temerosa. Recibe atención para recuperarse a nivel psicológico y físico, tratamiento a cargo del hogar temporal de Cheryl Kessler. En este lugar lleno de amor y paciencia ha logrado grandes cambios, sale de su cama y recorre el patio que tiene a su disposición.
Se espera que la recuperación siga avanzando y la confianza de Harper en los humanos siga fortaleciéndose. Como puedes darte cuenta, el amor cambia vidas y son muchos los animales en condición de calle que están necesitando una segunda oportunidad para cambiar su cruel realidad.