Particularidades de la cría de carpinchos en cautividad

En las zonas rurales es imprescindible diversificar la economía incorporando nuevas especies a la ganadería. En este artículo te mostramos las ventajas de la cría de carpinchos en cautividad.
Particularidades de la cría de carpinchos en cautividad
Érica Terrón González

Escrito y verificado por la veterinaria Érica Terrón González.

Última actualización: 04 octubre, 2022

El carpincho es el roedor más grande del mundo, con hasta 80 kilos de peso. Se encuentra ampliamente distribuido por las llanuras sudamericanas, desde Panamá hasta Argentina. Gracias a la cría de carpinchos en cautividad, esta especie puede vivir hasta diez años. Y además permite obtener calidades superiores de su carne y de su cuero.

Hasta hace algún tiempo, los productos procedentes de este animal provenían de carpinchos cazados ilegalmente. Por tanto, la cría en cautividad también ha ayudado a mejorar su supervivencia. Por no hablar de la diversificación económica que proporciona al sector ganadero sudamericano.

Generalidades sobre el carpincho

Un carpincho en su hábitat natural.
Hydrochoerus hydrochaeris.

También conocido como capibara, el Hydrochoerus hydrochaeris es un animal sedentario, de pelaje pardo-rojizo. Si bien uno de sus parientes extintos, el gigantesco Protohydrochoerus, tenía hábitos corredores, el carpincho es lento y torpe. Tampoco es capaz de regular su temperatura corporal y puede sufrir un shock térmico después de correr mucho.

Es, en cambio, un hábil nadador y suele permanecer varias horas en el agua. Además, nunca se aleja de ella, puesto que la necesita para bañarse y beber, o como refugio. Un signo de su adaptación al medio acuático es el pliegue que cierra el conducto auditivo cuando el animal se sumerge. Las patas también están adaptadas a la natación, con una gruesa membrana interdigital que facilita sus desplazamientos.

La disposición alta de su hocico le facilita nadar asomando únicamente la nariz, aunque también es capaz de mantenerse sumergido.

Cría de carpinchos en cautividad

A continuación hablaremos de algunas de las principales necesidades de la cría de carpinchos en cautividad.

Alimentación

La singular adaptación del carpincho al agua hace necesario incluir peces en su dieta. Pero por lo demás es casi exclusivamente herbívoro. Y si bien puede alimentarse de plantas acuáticas, prefiere las gramíneas de la ribera del río, con brotes diminutos y tiernos. También suele roer la corteza de los árboles, para lo cual está provisto de poderosos incisivos al igual que el resto de los roedores.

Costumbres

Durante el día, el carpincho preferirá permanecer tendido entre las plantas acuáticas o pacer la hierba circundante. Hacia el mediodía, cuando aumenta el calor, se sumergirá en la piscina para regular su temperatura y combatir los posibles insectos. Y a mitad de la tarde, y hasta las primeras horas de la noche, es cuando se dedicará a comer en serio.

Si bien en ambientes tranquilos se lo puede ver activo durante el día, es un animal de hábitos crepusculares y nocturnos.

Cortejo acuático, una de las principales particularidades de la cría de carpinchos en cautividad

Ya hemos visto como es fundamental que los carpinchos de cría dispongan de instalaciones acuáticas. Pero si además se pretende que se reproduzcan, la importancia es aún mayor.

Cuando el macho comienza a perseguir a la hembra, significa que empieza el cortejo. Ella, indiferente, guía a su compañero hasta el agua, donde ambos se bañan. La hembra se zambulle varias veces, desapareciendo de la superficie y alejándose del macho, que vuelve a buscarla. Y cuando finaliza la conquista, en la zona de menor profundidad, se produce la cópula. El apareamiento es breve, apenas unos pocos segundos. Luego macho y hembra nadan juntos, y repiten varias veces el proceso.

En la naturaleza no es raro que varias parejas copulen a la vez y en una misma laguna pequeña produciéndose intercambios de compañero.

Gestación

Tras una gestación relativamente prolongada, las crías nacen en un estado de desarrollo avanzado. De hecho, a los diez días de vida están ya en condiciones de caminar siguiendo a su madre.

En la naturaleza, la hembra amamanta a las crías hasta los cuatro meses de vida. En producción se recomienda un destete anterior, hacia los dos meses.

Vistas estas necesidades, en cautividad habrá que proporcionarles a las manadas unas instalaciones con dos zonas separadas: una para la reproducción, con área techada y la piscina correspondiente para la cópula, y otra para parir.

Convivencia en grupos

De hábitos gregarios, el carpincho vive en manadas sedentarias integradas por individuos de ambos sexos y distintas edades.

Cada manada constituye una sociedad cerrada, con una organización jerárquica bien asimilada por sus componentes. El número de individuos de cada manada es variable. En el Parque Nacional de El Palmar, en Argentina, se han observado grupos de veinte a sesenta integrantes.

Nota final: puesta en valor de la especie

Especies de los ríos: carpinchos
Hydrochoerus hydrochaeris.

Tanto por su extraordinaria carne como por su delicado cuero, el carpincho puede considerarse como una significativa especie productiva.

La carne de esta especie es magra, con menor contenido en grasa y colesterol, y de buena calidad. Por tanto, es un recurso importante para millones de personas entre la población rural de la mayor parte de América Latina. Además de los usos tradicionales, esta carne se presta bien para la fabricación de embutidos y conservas.


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