Oso disfruta secándose bajo el sol después de haber pasado 25 años en un circo
Afortunadamente, en los últimos años se ha trabajado incansablemente por combatir el maltrato animal. Pues, son muchas las acciones de la sociedad que ponen en riesgo a estos seres vivos.
Una de ellas son los circos, esto debido a que se sacan a los animales de su hábitat natural y no les permiten desarrollarse como lo requiere su instinto. Además, los mantienen en un encierro recurrente y no atienden sus necesidades cada que lo necesitan.
Así le ocurrió a Toshka, un oso que fue explotado por un circo durante 25 años de su vida. De esa manera, vivió en medio de condiciones precarias y sufrió maltratos para ser adiestrado como querían los dueños del lugar.
A causa de ello, un grupo de rescatistas se dio cuenta de la situación y tomaron la decisión de salvar al animal. Así, después de una gran cantidad de gestiones, lograron sacar al animal del circo y lo llevaron a un santuario natural.
De ese modo, después de 25 años consiguieron que estuviera inmerso en un ambiente rodeado de la naturaleza que necesita su especie. Asimismo, que gozara de la libertad que le había sido arrebatada por tanto tiempo.
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La llegada al santuario
No obstante, a pesar de las buenas intenciones del grupo de rescatistas, en un principio el oso sintió miedo del lugar. Pues, después de tanto tiempo se había olvidado de sus necesidades nativas y temía que le ocurriera algo mal al explorar el lugar.
De igual manera, a causa de todo el maltrato que había recibido, le tenía un miedo pronunciado a las personas. Por lo tanto, no le interesaba toparse con ningún trabajador del santuario.
Fue así como durante los primeros días permaneció oculto entre unos arbustos. Esto debido a que entendió que ese era el único lugar en el que nadie podía llegar a atacarlo.
Sin embargo, con el paso del tiempo se dio cuenta de que las nuevas personas que lo rodeaban lo trataban diferente. Por esa razón, tomó la decisión de ceder un poco y comenzar a conocer su entorno.
Esto debido a que comprendió que cada uno de ellos atendía sus necesidades a tiempo y se preocupaban por hacerlo sentir bien. Asimismo, que le permitían moverse por donde quisiera y realizar las actividades que le llamaran la atención.
De esa manera, comenzó a disfrutar de la naturaleza y fue adquiriendo hábitos propios de su especie. Pues, su intención era disfrutar de la nueva vida y olvidar todos los malos momentos que había vivido 25 años atrás.
A raíz de ese hecho, encontró un pasatiempo favorito que poco a poco ha ido mejorando su salud y su bienestar. Este consiste en acomodarse debajo de un chorro de agua para ducharse y secarse bajo el sol.
Aquí te compartimos el emocionante vídeo para que puedas ser testigo de la mejoría del oso:
Reflexión final
Esta historia demuestra que las personas siguen siendo la gran salvación de los animales que se encuentran viviendo una injusticia. Pues, son los que tienen la voz para denunciar y conseguir un cambio urgente.
De igual manera, que los defensores de los animales deben seguir luchando por erradicar las actividades que afecten a estos seres. Esto debido a que son los que pueden conseguir que cada uno retorne poco a poco a su hábitat natural.
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- Capó M. Maltrato y crueldad en animales [Internet]. España: Bienestar Animal; (S.F). [citado 11 de enero de 2022].