Cuando llevas a tu perro en el coche debes tomar una serie de precauciones para que el viaje se desarrolle de forma segura. Una de las cosas que debes impedir es que tu mascota se asome por la ventana. Es que, aunque al animalito le encante, esta situación puede ocasionar accidentes o provocarle algunos inconvenientes en su salud.
Evita que tu mascota se asome por la ventana del coche
Dejando por un momento de lado el tema de que los animales no deben viajar sueltos en un automóvil, ¿a quién no le ha resultado simpática la imagen de un can –propio o ajeno- asomando su cabeza por la ventanilla de un vehículo?
Pero aunque los perros disfruten sobremanera esa oportunidad generosa de recibir una inmensa cantidad de olores que le ofrece el camino que está atravesando, debes tener en cuenta que las consecuencias de esta aventura pueden no ser gratas ni para ti ni para tu mascota.
Si bien los perros parecen disfrutar mucho al asomar su cabeza por la ventana de un automóvil, debes saber que hay serios riesgos de que sufran algún tipo de accidente o consecuencias en su salud.
Riesgos a los que se expone un perro que se asoma por la ventanilla
Es que, por más feliz que se lo vea al peludo recibiendo el viento de lleno en su cara, viajar asomando su cabeza por la ventanilla le puede ocasionar:
- Traumas en las córneas a causa del polvo.
- Distintos tipos de lesiones por el impacto en su cara de los diversos objetos que puede arrastrar el viento.
- Daños en los oídos, incluso pérdidas auditivas, dadas las altas frecuencias que puede alcanzar el sonido del viento desde un automóvil a considerable velocidad.
- Atragantamiento a causa de, por ejemplo, una bolsa de plástico que arrastraba el viento y que terminó tragándosela.
- Problemas para respirar – e incluso desmayos- al recibir el aire de lleno en su cara si el vehículo va muy rápido.
Otros motivos a tener en cuenta para desestimar que tu mascota se asome por las ventanas del auto
También se corre el riesgo de que el animal provoque accidentes de tránsito, resulte herido o se extravíe en algún lugar extraño.
Ten en cuenta que tu mascota puede llegar a tirarse del auto en movimiento ante un estímulo olfativo o visual que llame poderosamente su atención: un gato, una perra en celo, un alimento, etc.)
Considera también que:
- Si tu coche tiene ventanillas con elevalunas automáticos, la cabeza de tu peludo puede quedar atrapada si acciona accidentalmente los controles.
- Si sufres una colisión o detienes tu vehículo de manera repentina, el animal corre el riesgo de salir despedido por la ventana.
Evita llevar a tu perro suelto dentro del coche
Entonces, por más que le guste disfrutar del viento en su cara, no permitas que tu mascota se asome por la ventana del coche. Mantén las ventanillas de tal forma que pueda sentir el aire del camino, pero sin sacar su cabeza.
Ten muy presente también que llevar un perro suelto en tu vehículo puede provocar que el animal se enrede en los pedales o distraiga u obstaculice la visión del conductor.
Además, si quieres ser una persona respetuosa de las normas, tendrás que llevar a tu peludo bien sujeto al vehículo para minimizar los daños ante posibles accidentes.
¿Cuál es la forma correcta de transportar a mi mascota en un automóvil?
Lo más conveniente es transportar a tu perro en el asiento posterior o en el maletero. En este último caso debes asegurarte que no corra riesgo de asfixia.
De acuerdo al tamaño y características del animal, puedes utilizar distintos dispositivos, que deben ir bien sujetos al vehículo. Por ejemplo:
- El transportín, ideal para perros pequeños.
- La jaula, una buena opción para animales de mayor tamaño.
- El arnés con dos enganches que limita los movimientos del can y evita que se desplace hacia delante en caso de colisión.
Lo mejor es emplear también una rejilla divisoria que separe el espacio donde viaja el peludo de los asientos delanteros.