Nadar con perros: 5 consejos para garantizar el gozo

Dependiendo de la raza, nadar con perros puede ser una actividad muy gratificante o muy desafiante. Algunos canes aceptan un chapuzón mucho mejor que otros.
Nadar con perros: 5 consejos para garantizar el gozo
Luz Eduviges Thomas-Romero

Escrito y verificado por la bioquímica Luz Eduviges Thomas-Romero.

Última actualización: 08 febrero, 2022

Nadar con perros puede ser un anhelo para todos los tutores amantes de las actividades acuáticas. Sin embargo, no es seguro que el can pueda compartir tu pasión. A muchos perros les encanta el agua, mientras que otros pueden sentirse aterrados por la simple idea zambullirse en ella.

Como un tutor responsable, debes estar al tanto de los comportamientos que pueden poner a tu perro en riesgo de ahogamiento. Aquí te presentamos 5 aspectos que debes tener en cuenta si te decides a llevar a tu perro a nadar.

1. Al nadar con perros importa tanto la raza como la condición física

Indudablemente, existen razas que fueron especialmente desarrolladas para ejecutar tareas acuáticas. Este es el caso del labrador retriever o el Nova Scotia Duck Tolling retriever, ambos canes criados para recuperar aves acuáticas para el cazador.

Más aun, algunas razas incluso tienen la palabra agua en su nombre, como el perro de agua portugués —desarrollado como ayudante de pescadores— o el perro de agua irlandés. Estos canes, naturalmente, serán excelentes nadadores. Sin embargo, la mayoría de perros no adorarán la natación.

¿Qué razas no son naturalmente nadadoras? En general, los perros que son muy densamente musculosos y los que tienen un compromiso con su función respiratoria detestan sumergirse en el agua. Podrás imaginar el por qué.

Este es el caso de las razas braquicefálicas, que poseen fosas nasales cortas o constreñidas, paladar blando demasiado largo y son propensas al colapso de la tráquea. Un ejemplo de esto son los bulldogs ingleses, los bulldogs franceses y los pugs.

Adicionalmente, los canes braquicefálicos a menudo tienen colas cortas. Por tal razón, carecen de un timón efectivo para ayudar a dirigir el cuerpo mientras nadan, lo que los hace más propensos a que su extremo posterior se hunda.

Siempre se debe tener cuidado al tratar de meter al agua a los perros enfermos, mayores u obesos, independientemente de su raza.

Nadar con perros puede ser una actividad muy desafiante.

2. El chaleco salvavidas es la mejor medida preventiva a la hora de nadar con perros

No importa qué raza tengas, los chalecos salvavidas son siempre una buena idea, pero en ocasiones son de uso imprescindible. Por ejemplo, cuando los canes están en aguas abiertas o agitadas, como lagos, ríos y océanos.

También son necesarios si el perro es muy mayor o si tiene movilidad comprometida o alguna forma de enfermedad. Además, los perros con sobrepeso y los canes con torsos largos y patas cortas podrían tener más dificultades para mantenerse a flote, por lo que también deberían usar chalecos salvavidas cada vez que nadan.

Es importante tener presente que hasta los perros que disfrutan más del agua pueden terminar teniendo problemas. Debes entender que en muchas razas de canes existen limitaciones fisiológicas a la hora de nadar.

Comúnmente, los perros novatos que aprenden a nadar reman solamente con sus patas delanteras, mientras que sus patas traseras cuelgan hacia abajo generalmente tratando de encontrar el fondo. Así, cuando el perro viste un chaleco salvavidas, su espalda se mantiene nivelada con el agua y el can pasa a remar con las cuatro patas.

Cómo elegir el mejor chaleco salvavidas

Los factores clave que se deben tener en cuenta a la hora de elegir un chaleco incluyen que esté hecho específicamente para el tamaño de su perro, que le provea con buena flotabilidad y la visibilidad. Además, es deseable que tenga insignias reflectantes y los colores brillantes para que el can se vea fácilmente en el agua.

También es deseable que tenga manijas para una fácil recuperación en circunstancias de rescate.

3. No dejes nunca a tu perro sin supervisión

Nunca se debe permitir que el perro nade sin supervisión, especialmente en cuerpos de agua que tienen corrientes, como ríos y océanos. Los perros tienen una menor probabilidad de ponerse a salvo para escapar de una corriente. Por tal razón, se recomiendo mantener al perro en una línea larga y bien hecha si no estás seguro de sus habilidades natatorias.

4. Si vas a nadar con perro, mantente alerta ante un posible enfriamiento

Como regla general, los dueños de mascotas nunca deben exponer a sus animales a temperaturas a las que no se sientan cómodos. Es importante recordar que el perro no puede avisar cuándo tiene mucho frío.

El agua fría pone a tu perro en riesgo de hipotermia. En esta condición, el flujo sanguíneo es conducido desde la superficie de la piel y las extremidades a los órganos vitales, incluidos el corazón, los pulmones y el cerebro. Así, en un perro que nada y sufre hipotermia, los músculos se cansan y aumenta el riesgo de ahogamiento.

5. Pregúntale a tu veterinario sobre la prevención de enfermedades

Los medicamentos preventivos son tratamientos utilizados para evitar que su perro contraiga ciertas enfermedades y dolencias. Además, si pasas mucho tiempo al aire libre con el can, debes consultar a tu veterinario. Es necesario estar preparado para evitar o tratar un exceso de exposición solar o de ingesta de agua de mar.

Es importante recordar que, aunque es un mito que todos los perros son nadadores natos, con un chaleco salvavidas, paciencia y algunas lecciones de natación para perros, cada raza debería poder moverse y disfrutar un rato en el agua.


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