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Los tiburones blancos y su efecto en la extinción del megalodón

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Los tiburones blancos vivieron durante casi la misma época que el megalodón, por lo que es normal que existieran interacciones entre ellos. Sin embargo, se cree que podrían tener cierta parte de la culpa en su extinción.
Los tiburones blancos y su efecto en la extinción del megalodón
Última actualización: 02 agosto, 2022

El megalodón es uno de los depredadores más poderosos que han existido en la historia de la tierra. Vivió desde el Mioceno hasta el Plioceno, lo que significa que apareció hace 18 millones de años y desapareció hace 3 millones de años. Aún no se conoce con certeza la razón de su desaparición. No obstante, se cree que la competición entre los tiburones blancos y el megalodón podría ser una de las respuestas a su extinción.

Era claro que el enorme tamaño y ferocidad de este condrictio lo ponían en la cima de la cadena trófica. Pero al final del Plioceno también ocurrieron cambios severos en la tierra que podrían haberlo afectado. Sigue leyendo este espacio y conoce cómo los tiburones blancos pudieron propiciar la extinción del megalodón.

¿Quién era el megalodón?

El megalodón (Otodus megalodon) poseía una apariencia similar a la de los tiburones actuales, con la gran diferencia de que alcanzaba tamaños gigantescos de 20 metros de longitud. Se considera que tuvieron una de las mordidas más letales y fuertes del reino animal, la cual supera por casi 10 veces la del gran tiburón blanco y por 5 veces la del tiranosaurio rex.

Esta especie se describe a través de los restos de dientes y algunas vértebras fosilizadas en la naturaleza. Sin embargo, no existe como tal un “esqueleto” completo que sirva para visualizar su enorme naturaleza. Es más, el tamaño de su cuerpo es en realidad una predicción hecha con base en las enormes dentaduras que se han encontrado.

El hábitat del megalodón abarcaba casi todos los mares de su época, aunque preferían un poco más las aguas templadas. En general, es considerado como un animal bastante móvil que vivía en un rango amplio de ecosistemas, pues cambiaba su ubicación de manera constante.

A pesar de tener un tamaño descomunal, el megalodón poseía una capacidad de nado impresionante y los instintos de un superdepredador. Debido a ello, podía consumir diferentes tipos de presas, desde cetáceos como pequeñas ballenas, hasta tortugas marinas. Gracias a su poderosa mordida, no existía animal que pudiera defenderse o protegerse de su ataque.

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La extinción del megalodón

La extinción del megalodón aún no se descifra por completo, pues existen varias situaciones que pudieron haberla propiciado. Por lo común, la mayoría de los expertos señalan que la desaparición de la especie fue debida a un conjunto de factores y no solo a una en particular. Algunas de ellas son las siguientes.

1. Cierre del istmo de Panamá

El istmo de Panamá es un accidente geográfico de América que forma una especie de barrera entre el océano Pacífico y el océano Atlántico. Dicha masa continental emergió de las profundidades oceánicas de manera progresiva desde el Mioceno. Sin embargo, no cerró el contacto entre ambos océanos, sino hasta hace 3 millones de años.

El cierre del istmo de Panamá provocó que la distribución de las especies cambiara, además de que impidió el paso a otros animales como el megalodón. Por lo tanto, es probable que este evento impactara en la vida normal del escualo y redujera su adaptación.

2. Enfriamiento del océano

El cierre del istmo no solo impidió el paso de las especies, sino que también modificó la circulación del agua y su dinámica. En consecuencia, en el hemisferio norte del planeta se comenzó a suscitar un enfriamiento en los océanos, lo que derivó en la expansión de la glaciación.

A pesar de que el megalodón era capaz de soportar estos cambios en su hábitat, su metabolismo debió presentar alguna repercusión. Por lo tanto, es probable que su eficiencia al cazar disminuyera de manera gradual.

3. Reducción de presas

Otro de los eventos más importantes durante el Mioceno fue la gran diversificación de los cetáceos. Este grupo de animales era uno de los competidores más fuertes del megalodón, pues su tamaño y sus capacidades para cazar también eran eficientes. Claro está, no eran los mejores dentro de su hábitat, pero reducían las presas que existían en el ambiente.

El gran problema con este grupo es que su metabolismo se encontraba mejor adaptado a las condiciones frías, por lo que se beneficiaban del reciente cambio en la temperatura oceánica. En consecuencia, las presas disponibles se redujeron mientras los cetáceos se hacían más relevantes. Por el contrario, las capacidades del megalodón estaban restringidas bajo estas condiciones.

4. Competencia con otras especies

El cambio en las condiciones del océano trajo consigo la diversificación y la aparición de nuevas especies. Esto significa que el hábitat del megalodón se llenó de nuevos competidores que buscaban alimentos. Por lo tanto, los recursos escasearon y los animales comenzaron a enfrentarse entre sí para sobrevivir.

La competencia es una interacción negativa que gasta energía innecesaria, de manera que la mayoría de las especies evitan llevarla a cabo. Sin embargo, la situación del ambiente en ese momento solo le dejaba esta alternativa al megalodón. En consecuencia, su capacidad de adaptación y su habilidad de cacería podrían haber sido bastante afectadas.

¿Cómo influyeron los tiburones blancos en la extinción del megalodón?

Al igual que el megalodón, los tiburones blancos (Carcharodon carcharias) aparecieron durante el Mioceno. Esto implica que en algún momento convivieron con el que fue uno de los depredadores más grandes y fuertes del mundo. Sin embargo, coexistieron sin conflictos durante mucho tiempo gracias a que existían las suficientes presas en su hábitat.

En el 2022, se publica un curioso estudio en la revista Nature Communications, en el cual se propone que los tiburones blancos pudieron consumir el mismo alimento que el megalodón. Esto significa que compitieron en algún momento y que el ganador fue el tiburón blanco.

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El estudio basa sus aseveraciones en el análisis de la abundancia de ciertos isotopos de zinc en sus dientes. Dichos elementos solo se pueden obtener a través de la dieta y su cantidad varía según las preferencias de la especie. En otras palabras, si en algún punto dos animales presentaran la misma cantidad, significaría que ambos consumían el mismo tipo de alimentos.

Al realizar el análisis en los dientes del megalodón y los dientes de los tiburones blancos, se dieron cuenta de que en cierto punto del Plioceno, la cantidad de zinc fue la misma. Por esta razón, se cree que ambos tuvieron una fuerte lucha competitiva por los recursos, lo cual podría ser una de las causas que llevó al megalodón a la extinción.

A pesar de lo anterior, la extinción del megalodón aún se considera un evento multifactorial, por lo que la presencia de los tiburones blancos solo es una causa más de su desaparición. No obstante, es claro que la evolución de este escualo blanco fue decisiva para la caída de un gran titán como el megalodón.


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