A ninguno de nostros se le ocurriría dar alcohol a su perro. Bueno, desgraciadamente, ha habido dueños que lo han hecho al ver a sus perros demasiado estresados, intentando que esto los calmara. Pero, aparte de esos casos, es difícil que un perro tome alcohol con nuestro consentimiento, y te felicitamos por ello, porque el alcohol puede causar graves daños en la salud física y mental de tu perro.
Aun así, por muy cuidadosos que seamos, hay casos de urgencias en clínicas veterinarias por perros que han ingerido alcohol. Por ejemplo, después de una fiesta en casa, hemos podido dejar la casa sin recoger y el animal ha podido empezar a jugar con una copa de champagne u otro licor hasta tirarla. Su instinto lo llevará a beber el líquido derramado atraído por el olor a los azúcares que los licores suelen contener.
Otro ejemplo podría ser una caja de bombones con licor. Quizá hemos comido alguno y los hemos dejado sobre la mesa mientras seguimos viendo una de esas películas de tarde de domingo hasta que nos dormimos. Tu mascota no podrá evitar ser llamado por la dulzura del azúcar y omitirá el olor a licor de los bombones.
Quizá, hasta nos haya hecho gracia, si esto nos ha sucedido alguna vez, ver a nuestro perro tambalearse mientras caminaba, signo de su leve borrachera. Pero, no te dejes engañar, el alcohol no está hecho para los perros, y por muy pequeña que haya sido la cantidad ingerida, este puede causar daños en tu animal. Veamos algunos.
Consecuencias de ingerir alcohol
Son varias las consecuencias conocidas por ingerir alcohol. Aquí te enumeramos algunas:
- Cambios de conducta. La ingesta de alcohol puede causar rápidos daños en las facultades mentales de tu animal, por lo que sufrirá cambios de comportamiento, tales como volverse agresivo, deprimirse o querer orinar y defecar por toda la casa.
- Daño renal. El alcohol es un veneno químico que si tu perro lo ingiere, sus riñones querrán expulsar al exterior en la mayor brevedad. Los riñones trabajarán hasta su límite para deshacerse de este enemigo. Ese trabajo extremo podrá dañar sus riñones llegando a hacer incluso que uno de ellos deje de funcionar.
- Problemas respiratorios. El alcohol minimiza la velocidad de las funciones de los órganos corporales. Esto podrá suceder en el caso de los perros en su aparato respiratorio. La ingesta de alcohol conseguirá que se resienta su funcinamiento de forma casi inmediata.
- Problemas cardíacos. Lo anterior es aplicable al corazón. Si el alcohol afecta al corazón humano, no es diferente en los canes. Por pequeña que sea la ingesta de alcohol, esta puede causar soplos o hasta paros cardiacos en tu mascota.
- Muerte. Si no se toman medidas inmediatas, tu perro podría morir por ingerir alcohol. Quizá, aparentemente, no muestre síntomas de que tomar alcohol no le ha sentado bien, pero podría morir de forma repentina sin darte casi cuenta.
¿Cómo puedo saber si ha ingerido alcohol?
Como no estamos las 24 horas del día con nuestro animal, a veces se nos pueden pasar por alto ciertas cosas. Pero tranquilo, hay muchos síntomas que muestran que tu perro ha ingerido alcohol. Son los siguientes:
- Debilidad o movimientos lentos
- Desmayo
- Vómitos
- Jadeos
- Dolor abdominal
- Deshidratación
- Diarrea
- Convulsiones
- Espuma en la boca
- Colapso
¿Qué hacer si mi perro ha ingerido alcohol?
Si estás seguro de que tu perro ha ingerido alcohol, o lo sospechas por observar algunos de los anteriores comportamientos que hemos listado, no lo dudes, ¡sal corriendo con tu mascota hacia el veterinario! Este le efectuará un examen para saber la cantidad de etanol (componente principal del alcohol) que tu animal ha ingerido y le dará vía oral carbón activado. Este sirve para absorber las sustancias tóxicas, o para que lo entiendas, le hará un lavado de estómago.
Si ha pasado demasiado tiempo o tu perro ha ingerido demasiado etanol, lo más probable es que el animal presente un cuadro grave de deshidratación. En ese caso, lo más seguro es que el veterinario te sugiera administrar varios medicamentos vía intravenosa y quizá la hospitalización de tu amigo.
No te preocupes, si tu perro ha ingerido alcohol pero actúas con rapidez, todo se solucionará. No lo dejes correr ni lo intentes solucionar por tu cuenta buscando consejos caseros en internet. La vida de tu mascota está en juego: acude a un profesional.