¿Por qué los gatos tienen mala fama?

¿Por qué los gatos tienen mala fama?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 28 noviembre, 2017

Los amantes de los perros afirman que nos les gustan los gatos, que son seres misteriosos y traicioneros, que no puedes entender por dónde van a salir. Los amantes de los felinos afirman que son seres únicos y cariñosos con los que se crea una conexión especial. No obstante, el can sigue siendo el animal más buscado como mascota. ¿Por qué? ¿Realmente los gatos tienen mala fama?

¿Tú eres de gatos o de perros? Esta es una pregunta que hacemos cuando estamos conociendo a alguien o a nuestros amigos. Una incógnita presente en nuestras vidas. Hablemos de por qué los gatos tienen mala fama.

Mitos sobre los gatos… ¿Los gatos tienen mala fama por ellos?

Hay varios mitos que circulan alrededor de los felinos y que pueden repeler a muchos. Veamos cuáles son y qué hay de cierto o no en ellos.

Ojos de gato
Fuente: Javier González

Los gatos no quieren a sus dueños

Primero, hay que entender que si adoptas un gato y esperas que actúe como un perro, vas por mal camino. Ambas especies son diferentes, y por tanto, sus sentimientos y su forma de expresarlos también.

No obstante, muchos afirman que los gatos son interesados y que solo dan amor cuando quieren algo. Pues bien, un estudio hecho en la Universidad de Oregon en Estados Unidos encontró que los felinos quieren tanto o más a sus dueños que los perros. De hecho, se hizo una prueba en la que se ofreció comida a distintos gatos y canes mientras estaban con sus dueños. Los mininos no se movieron, los perros fueron rápidamente hacia el plato.

No pueden ser entrenados

Este es otro mito que gira en torno a los felinos. Dicen que a un perro puedes entrenarlo a obedecer órdenes como sentarse, traer algo, correr, ladrar, etc. Muchos afirman que esto es imposible con un gato. Esto no es del todo cierto.

Sí es cierto que los perros tienen innato un deseo de ir por cosas, recogerlas y llevarlas a otros sitios, algo que los gatos no. Pero un felino, si se sabe escoger el momento adecuado, puede ser entrenado para otras muchas cosas, entre ellas obedecer órdenes necesarias para la convivencia.

Una buena forma de hacerlo es a través del juego, con juguetes con esencias y sonidos. No lo acostumbres a jugar con tus manos, pues podría hacerte daño sin querer con sus uñas. No obstante, con paciencia y cariño, puedes conseguir educar a tu gato.

Los gatos son malos para mujeres embarazadas

Si hay un mito por el que los gatos tienen mala fama, es este. Se dice esto por una enfermedad que afecta a los mininos y que se puede transmitir a las embarazadas de forma muy simple poniendo en riesgo su embarazo: la toxoplasmosis.

No obstante, no todos los gatos la tienen y no se contagia por el aire. La toxoplasmosis es una enfermedad que se contagia a través de las heces de gato. Es decir, para que una embarazada se viera afectada debería recoger las heces de un minino sin guantes.

Si tienes gatos y hay una embarazada en casa, es tan sencillo como hacer una prueba para descartar que el animal tenga la enfermedad. Si sale negativa la prueba, todos estarán fuera de peligro. Por supuesto, nunca hay que abandonar al animal, aun si la tuviera. Un amigo puede cuidarlo mientras toma el tratamiento y la enfermedad desaparece. Luego podrá volver a casa sin ningún problema.

¿Los gatos tienen mala fama? Sí, pero como ves por mitos que no tienen ni pies ni cabeza. Seas amante de los felinos o los perros, decide si la mascota es ideal en tu vida, pero siendo consciente de que un gato te dará tanto amor o más que cualquier otra mascota.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.