La luxación de cadera en perros: prevención y casos comunes

Suele ocurrir a consecuencia de traumatismos, y han de ser tan fuertes que podrían llegar a dañar la vejiga, los pulmones u otros órganos vitales
La luxación de cadera en perros: prevención y casos comunes

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 21 marzo, 2023

La luxación de cadera, también denominada luxación coxofemoral, es una de las lesiones más comunes tanto en gatos como en perros. En las siguientes líneas aprenderemos un poco más sobre sus causas, prevención y tratamiento para poder asegurar el bienestar de nuestra mascota.

¿Qué es una luxación de cadera y cuáles son sus principales causas?

Esta lesión se produce con la dislocación de la articulación de la cadera del animal. Se produce por una desviación de la cabeza del fémur, que se sale de la parte cóncava de la articulación, también denominada acetábulo. Su origen es eminentemente traumático, y suele producirse en torno a los 11 o 12 meses de vida del animal.

El caniche o el pastor alemán presentan una mayor predisposición a padecer esta lesión. Es frecuente en perros grandes y medianos, puesto que suelen padecer displasia de cadera previamente, lo que les convierte en perfectos candidatos para sufrir una luxación.

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La displasia de cadera se define como una mala congruencia de las cabezas femorales con la parte cóncava de la articulación. Esto provoca inflamación, dolor y estrés al animal y puede debilitar tanto la articulación como los tejidos circundantes. Es frecuente que se produzca una dislocación debido a la debilidad de estos tejidos.

Síntomas y diagnóstico

La luxación de cadera es una lesión dolorosa que afecta a la movilidad de las patas y al equilibrio del perro. Las piernas de un animal que la padece suelen estar replegadas hacia dentro o hacia fuera, así que depende del tipo de luxación que presente. En las más comunes, la cabeza femoral está desplazada hacia fuera.

Las lesiones derivadas en los tejidos circundantes son frecuentes en la luxación de cadera. Por ello, es urgente que llevemos a nuestra mascota a un veterinario para someterle tanto a una evaluación general como a una ortopédica.

Si estamos ante una lesión de origen traumático, tenemos que tener en cuenta que la fuerza necesaria para producir una luxación de cadera es muy grande, por lo que es probable que la vejiga, los pulmones u otros órganos hayan resultado dañados. Para determinar posibles problemas derivados se aconseja un diagnóstico adicional.

Radiografía de una displasia

Según el Colegio Veterinario Quirúrgico Estadounidense, las pruebas de diagnóstico más comunes para detectar y diagnosticar posibles lesiones son las siguientes:

  • Análisis de sangre. Pueden ayudarnos a conocer el estado de los órganos del animal y la presencia de infecciones, en el caso de que nuestra mascota presente una herida abierta por el traumatismo.
  • Radiografías de la cadera para examinar el ángulo de dislocación y otros posibles daños en la articulación.
  • Radiografías adicionales del pecho, la columna vertebral o el abdomen, en el caso de que la luxación sea debida a un golpe fuerte.

Tratamiento de la luxación de cadera en perros

  • Una reducción no quirúrgica, también denominada reducción cerrada, de la articulación de la cadera. Este procedimiento, que llevará a cabo el veterinario aplicando una anestesia general, debe hacerse tres o cuatro días después de la lesión. Esto se debe a las complicaciones que pueden causar las lesiones derivadas del traumatismo.
  • Una reducción quirúrgica que permitirá tratar los tejidos dañados y proporcionar apoyo adicional a la articulación mediante implantes. Estamos ante una técnica más invasiva que conlleva un periodo postoperatorio, algo habitual en procedimientos quirúrgicos.
  • Osteotomía de la cabeza femoral. Se trata de la eliminación de la cabeza femoral para dar lugar a una ‘falsa’ articulación, ante la imposibilidad de tratar la lesión mediante técnicas más conservadoras. Se da una cierta pérdida de movilidad en el animal, pero se elimina por completo el riesgo de volver a sufrir una luxación de cadera. Se recomiendan sesiones regulares de fisioterapia para mejorar la movilidad todo lo posible.
  • Reemplazo total de cadera. Se sustituye la articulación natural por un molde elaborado con materiales sintéticos.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.