8 gestos en perros que interpretamos mal

Algunos de los gestos en perros que interpretamos mal los humanos son agitar la cola o bostezar. No obstante, hay muchos más y los puedes descubrir aquí.
8 gestos en perros que interpretamos mal
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 30 julio, 2022

La larga relación que tienen el humano y el cánido ha hecho que la comunicación entre ambas especies sea intuitiva y sencilla. Aun así, también existen gestos en perros que interpretamos mal, pues es fácil confundirlos con comportamientos similares de los humanos.

Es por ello que, antes de acoger a uno de estos animales en el hogar, se debe hacer una investigación básica sobre el lenguaje en canes. Esta pequeña acción facilitará mucho las cosas a la hora de establecer una relación sana con el perro y una comunicación fluida. A continuación tienes algunos comportamientos que los humanos tendemos a interpretar de forma errónea. No te lo pierdas.

Gestos en perros que interpretamos mal con frecuencia

En la cultura general existen ciertos conocimientos acerca del comportamiento canino: los perros esconden la cola entre las piernas cuando tienen miedo, muestran los dientes para amenazar y ladran para amedrentar. Sin embargo, muchas de estas señales son más complejas de lo que parece y se interpretan de manera errónea muy a menudo. A continuación tienes varios ejemplos de ello.

1. Relamerse

Cuando un perro se relame, lo lógico es pensar que debe estar viendo un suculento plato de comida. Es una asociación intuitiva, pues los canes salivan cuando anticipan que van a comer y se relamen en consecuencia.

No obstante, esto se confunde a menudo con los lametones rápidos, cortos y repetitivos sobre el hocico. Este comportamiento aparece cuando el perro se siente incómodo por alguna situación.

2. Lametones rápidos

A veces, la forma más instintiva que se nos ocurre a los humanos de mostrar cariño hacia nuestro can es abrazarlo, besarlo o incluso cogerlo en brazos. En alguna de estas ocasiones, el perro nos da lametones rápidos y bruscos durante el proceso.

Esto, más que un gesto para devolver el cariño, es una manera de aplacar lo que él cree que es una amenaza. Los canes exteriorizan su afecto de otras maneras, como descansando a tu lado, y las muestras de cariño humanas a menudo les resultan invasivas e incómodas.

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3. Poner “cara de arrepentimiento”

La frase “mira qué cara pone, sabe que lo ha hecho mal” es una de las más conocidas entre los tutores de perros. En efecto, los canes son capaces de anticipar que sus acciones van a desencadenar una mala respuesta en ti, pero el término “arrepentimiento” es algo inexacto.

Un perro no se arrepiente de sus acciones como lo haría un humano. En cambio, sí muestra sumisión cuando lo regañas por tener un comportamiento inadecuado, de ahí que haga gestos como agachar la cabeza, desviar la mirada o gemir. Es decir, sabe que ha hecho algo que te disgusta y trata de aplacar tu reacción.

Por extraño que parezca, no se ha demostrado que los canes sean capaces de sentir arrepentimiento por una acción concreta.

4. Miradas fijas

Para los humanos, que nos miren fijamente a los ojos solo es una amenaza dentro de un contexto en el que la violencia ya está presente. De lo contrario, el contacto visual es algo normalizado e incluso deseado.

Para los canes, por el contrario, una mirada fija y que dura varios segundos puede suponer una forma de desafío. Es posible verla cuando se resisten a hacer lo que les pides, pero también interpretarán como una amenaza que tú los observes con intensidad y en tensión.

5. Bostezar

Por supuesto, los perros bostezan cuando tienen sueño. Pero, ¿te has parado a pensar alguna vez por qué tu can lo hace mientras le estás regañando? No es que tus palabras le produzcan somnolencia, sino que estás ante uno de los gestos en perros que interpretamos mal a menudo.

El bostezo es también una señal de calma que el can utiliza para aliviar su estrés en situaciones tensas. Esta acción en concreto tiene la función añadida de mostrar los dientes, de manera que el perro manda un mensaje de advertencia a la vez que trata de apaciguar el conflicto.

6. Ladridos

El ladrido de un perro tiene tantos matices y significados que es fácil interpretarlo mal en ocasiones. Desde una simple llamada de atención hasta un aviso de peligro, se trata de la vocalización más útil que tienen estos animales.

Por eso, dedica tiempo a analizar cómo y cuándo ladra tu perro. Además, si quieres enseñarle a que no lo haga, primero debes averiguar las causas de este comportamiento. Cada vocalización tiene un significado concreto dependiendo del contexto y el ejemplar que la emite.

7. Pedir cariño

Al igual que el bostezo, pedir cariño tiene un significado llano: el perro quiere que lo mimes. No obstante, a veces se trata de una forma de apaciguamiento cuando hay tensión en el ambiente.

Esto no es algo malo per se,  pues lo sano ante un conflicto es llevar a cabo acciones que lo resuelvan. Con lo único que debes tener cuidado es con que ese apaciguamiento no anule la educación que le des al respecto a tu mascota.

Por ejemplo, si le has quitado a tu perro un juguete porque lo está rompiendo, puedes aceptar su intento de calmarte, pero no se lo devuelvas hasta pasado el conflicto.

8. Menear la cola

Por último, aquí tienes uno de los gestos en perros que interpretamos mal los humanos muy a menudo. Cuando un can agita la cola, lo primero que viene a la mente de una persona es que está contento. Esto es cierto, pero tiene un matiz a tener en cuenta: lo que siente el animal no es felicidad como tal, sino una activación nerviosa general.

Un can menea la cola si siente una alegría intensa, pero también si está nervioso o inquieto. Un ejemplo de ello es cuando se le sujeta en el veterinario para realizarle algún procedimiento, como sacarle sangre. Si ves que en ese momento agita la cola, no es que esté disfrutando de que le aprisionen y le claven una aguja, sino que siente una agitación nerviosa.

Un perro que se muerde la cola.

Como ves, interpretar con exactitud el comportamiento canino es una tarea que requiere convivir con uno de estos animales. Se trata de un aprendizaje que puede durar años, así que ten paciencia y observa con atención cada gesto que haga. Por supuesto, si crees que tienes dificultades para lograrlo, no dudes en consultar con un etólogo profesional.


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