De todos los países asiáticos más visitados por los turistas, Tailandia es uno de los más conocidos por la hospitalidad de su gente, sus exóticos paisajes y sus maravillosas playas. Sin embargo, al igual que cualquier otro lugar del orbe, esta nación cuenta con una serie de claroscuros que no son muy conocidos a nivel mundial.
Quédate para que conozcas cuál es la situación que pocos conocen sobre los perritos en esta parte del mundo.
Tailandia y la vida canina
La manera en la cual viven los caninos es el tema que hoy nos preocupa. Para sorpresa de propios y extraños, la realidad del mejor amigo del hombre, en esta parte del mundo, no se reduce a que una gran parte de los que habitan allí vivan deambulando en las calles, sino que en Tailandia, los perros son la mercancía de un comercio inexplicablemente atroz.
A pesar de que lo ideal sea leer historias alegres y positivas para levantar el ánimo y escapar del estrés del día a día, cuando ocurren situaciones en las que se cometen atropellos despiadados, la respuesta más contundente es exhibir detalladamente el crimen para señalar a sus ejecutores.
Es por ello que hoy expondremos la escalofriante realidad que viven los perros en este exótico país y que, para muchas personas, a nivel nacional e internacional, pasa desapercibida.
Víctimas de un negocio inhumano
Apretujados y aullando de dolor y desespero en pequeñas jaulas de metal oxidado, la gran mayoría de los caninos en Tailandia parecen condenados a sufrir las garras de un negocio muy común en varias naciones asiáticas: el contrabando de perros para el consumo de carne y pieles.
Todo funciona así: como si de una película dantesca se tratara, los criminales contratan a un grupo de llamados “recolectores”, cuya función es buscar la mayor cantidad de perros que puedan para posteriormente enviarlos al matadero y vender su carne a restaurantes en Tailandia, al igual que en otros países como Vietnam, Laos y China.
En resumidas cuentas, el mejor amigo del hombre es cazado constantemente, sin importar si vive en la calle o en el cálido hogar de una familia.
Cifras terroríficas en Tailandia
En este salvaje y despiadado contexto, los precios de la carne varían de acuerdo a la raza y estado de salud. Y es que si un can de raza mestiza puede comprarse a un precio cercano a los 2 euros para luego venderse a 1, aquellos que se encuentran enfermos son cambiados por botellas de agua.
Por otra parte, en este sanguinario negocio los perros más rentables son los de pedigrí, ya que estos se venden por 12 euros en Tailandia. Mientras que en los restaurantes de Vietnam, al menos en 2016, podían rondar un precio de 65 y 70, respectivamente.
También robaban en las casas a los perros de raza, mediante violentas técnicas con las cuales logran atrapar al canino para posteriormente retenerlos en jaulas estrechas en las que estarán, hasta ser brutalmente asesinados y vendidos.
Así mismo, para 2016, activistas por los derechos de los animales revelaron que en Tailandia se comía mucho más de 1 millón de perros al año. Por lo que se trata de un negocio en el que, aun cuando sea ilegal y se estén realizando diferentes tipos de acciones para detenerlo, se encuentra en expansión.
Según oficiales, entre 2 mil y 3 mil caninos son capturados o comprados por los contrabandistas, mientras que 50 mil eran exportados a Vietnam, durante el año 2011.
¿Qué está haciendo Tailandia contra este hecho?
A pesar de que existan leyes que penan este tipo de actividades en Tailandia, la realidad es que estas se limitan a lo ilícito del comercio y transporte de animales. Además, no existen leyes contra la crueldad y el maltrato animal, lo que trae como consecuencia que los criminales son sentenciados a un periodo entre pocos meses a dos años de prisión.
Lo peor de todo es que después de la realización de los cateos correspondientes y la liberación de los perros de los insólitos recintos en los que sobreviven antes de ser masacrados, estos animales pasan poco tiempo en centros de cuarentena para luego ser devueltos a las calles, en las que muchas veces son nuevamente capturados por contrabandistas.
Una realidad cada vez más dolorosa
Solo en Bangkok, se estima que existen alrededor de 300.000 perros en situación de calle. Muchos de ellos buscan refugio en zonas como templos, donde reciben alimentación de algunos monjes. Además de las necesidades vitales, estos perros también sufren debido a enfermedades, entre ellas la rabia, que ya están generalizadas entre esta especie.
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Si a esto le sumamos el sometimiento de un comercio cruel, tenemos un panorama absolutamente desolador para los animales. Lo más grave es que son pocas las salidas eficientes en una legislación que no define con claridad los términos ilegales a los que podrían hacer frente los responsables de robo, explotación y venta de su carne.
Si bien, se realizan esfuerzos para cambiar todo esto, se trata de una realidad que, al menos en corto y mediano plazo, difícilmente cambiará para los perros en Tailandia.