Entrenamiento de perros de raza pequeña

Es fácil ver a un perro pequeño como a un juguete o un bebé al que consentir. Sin embargo, tienen las mismas necesidades educacionales que cualquier can.
Entrenamiento de perros de raza pequeña
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 11 agosto, 2022

Aunque no sea un comportamiento consciente, muchas veces se tiñe entrenamiento de perros de raza pequeña con pequeños gestos y acciones que lo condicionan. Aunque parezca mentira, su tamaño reducido tiene un efecto en el trato que les damos y, por supuesto, en la percepción que ellos tienen de los humanos.

En este espacio, por tanto, encontrarás algunos consejos para este proceso educativo, comenzando por destruir ese mito de que los perros pequeños tienen peor temperamento que los grandes. No te pierdas nada, pues entrenarlos está lejos de ser imposible.

El trato diferencial a los perros pequeños

Agresividad de los perros pequeños

En la cultura popular, lo pequeño es adorable. Es una idea relacionada directamente con los bebés humanos y las crías de otras especies, cuyo tamaño reducido, ojos grandes y vocalizaciones agudas hacen saltar el resorte innato de aprecio. Esto lleva, de forma inconsciente, a un trato orientado a los cuidados y a los mimos.

Esto, en sí, no es un problema. Lo normal cuando se adopta cualquier perro es sentir amor por él, querer cuidarle y hacerle feliz. Sin embargo, con los perros pequeños se suele tener un trato diferencial, donde se encuentran las siguientes acciones:

  • Se les consiente mayor cantidad de caprichos.
  • Se pasan por alto un número más alto de conductas inadecuadas.
  • Se les lleva en brazos más a menudo, ya que su tamaño resulta manejable para un humano.
  • A veces se ejerce sobreprotección sobre ellos, puesto que su tamaño les expone a mayor cantidad de peligros.

Los resultados en el carácter del perro

Piensa en un chihuahua. Tienen fama de ser perros agresivos y de tener mal humor, pero es fácil verlo en brazos de sus tutores: cuando algo les asusta, cuando ladran a otro perro o cuando se cansan de andar, por ejemplo. Además, cuando ladran a alguien extraño, se les refuerza la conducta con mimos o alzándoles del suelo para que no ataquen.

Esto en un perro de mayor tamaño, se corregiría de otras formas, ya que no es posible apartarlos de esas situaciones cogiéndolos en brazos. Con un mastín se compraría una correa especial para tirones, se harían aproximaciones progresivas con los extraños o se reforzarían conductas incompatibles (contracondicionamiento).

Por tanto, no se trata de que los perros de raza pequeña tengan peor temperamento, sino de que no se ha seguido el mismo proceso educativo con ellos. Una vez se tiene consciencia del efecto que su tamaño tiene en nuestras mentes, es fácil reorientar el entrenamiento.

Problemas de vivir en un mundo de gigantes

Por otro lado, ser pequeño sí que tiene ciertas desventajas reales. Es más fácil recibir un pisotón, los elementos de la calle son mucho más grandes, las regañinas son más amenazantes, etcétera. Un perro pequeño también tiene su sensibilidad y esto se debe tener presente.

Lo que para un can de 40 kilogramos es una mala mirada, para uno de 5 es una figura enorme alzándose sobre ellos de forma amenazante. Precisamente por eso es necesario encontrar un equilibrio entre la disciplina y la sobreprotección.

Consejos para el entrenamiento de perros de raza pequeña

En realidad, para entrenar a un perro pequeño solo es necesario ser consciente de su tamaño y de su personalidad. Por lo demás, su educación es igual que la de cualquier can. En concreto, debes tener en cuenta ciertos aspectos: 

  • Son animales sensibles: su pequeño tamaño hace que el mundo les resulte más amenazador. Por tanto, no les grites ni les trates de manera brusca, sino firme. Las subidas de tono les afectan más que a canes grandes.
  • Evita cogerles en brazos para solucionar problemas: su tamaño “portable” es una ventaja en caso de emergencias, pero no debe ser la tónica general. Si es arisco con los extraños, enséñale a socializar como lo harías con cualquier otro animal.
  • Aplica la educación en positivo: el refuerzo positivo siempre es la mejor opción para entrenar a cualquiera. Además, aquí podrás rienda suelta a tus ganas de darle caprichos y mimos, pues solo los recibirá cuando se comporte adecuadamente.
  • Utiliza órdenes básicas con palabras cortas: el entrenamiento de perros de raza pequeña (y el de cualquiera, en realidad) debe comenzar con mandatos básicos como “quieto” o que acuda a la llamada.
  • Sé consistente con los límites: el tamaño reducido viene con otra idea implícita, la de que las consecuencias son menores si se es permisivo con los límites. Sin embargo, las consecuencias para el perro y para los demás son igual de graves que con cualquier otro can cuando la inconsistencia es la norma.

Consejos para los demás humanos

Afecciones reproductivas en perros domésticos.

Por último, vale la pena destacar una cosa: cuando te hagas consciente de los sesgos que aplicabas en el trato a tu perro pequeño, empezarás a detectarlos en los demás. Aquí el consejo es que seas paciente y comuniques las necesidades de tu can al resto de personas de forma clara. 

El entrenamiento de perros de raza pequeña es posible, y tanto como con cualquier otro can. Tan solo es necesario conocerles sin tapujos y trabajar sobre la base de sus necesidades.


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