Entre las rocas, una orca atrapada no dejó de llorar hasta que finalmente la socorrieron
Los animales siempre encuentran la forma de comunicar que están en estado de alerta. Además, por fortuna, existen personas que las interpretan con urgencia y siempre están dispuestas a salvaguardar la vida del ser vivo que lo necesita.
Así lo demuestra el caso que ocurrió en la Bahía de Hartley, en Canadá. Pues, cuando una orca se encontraba cazando focas junto a su manada, no se percató del entorno en el que estaba y quedó atrapada en la mitad de unas rocas filosas.
El peso de las piedras comenzó a presionar el cuerpo de la orca y la dejó en un completo estado de indefensión. A causa de ello, el animal llegó a pensar que se encontraba al borde de la muerte.
En ese momento, empezó a llorar para expresar su tragedia y tratar de llamar la atención de algún rescatista. Asimismo, a medida que pasaba el tiempo el estrés se apoderó del animal y el llanto se intensificó cada vez más.
Fue así como las personas que se encontraban en los alrededores detectaron que una orca se encontraba el peligro y procedieron a buscar una solución. Por esa razón, tomaron la decisión de acudir a una organización especializada en el rescate de animales para poder llevar a cabo la metodología más indicada.
El rescate de la orca
La liberación del animal fue dirigida por Hermann Meuter, uno de los especialistas vinculados a la organización de rescate. Debido a ello, él se encargó de indicar que lo primero que se tenía que hacer era calmar al animal para que no llegara a pensar que los humanos querían causarle más daño.
Además, era fundamental mantener húmedo el cuerpo del animal para que protegerlo de los rayos solares y cuidar su vida. Por ello, las personas se encargaron de mojar prendas de ropa con agua salada y ponerlas encima de la orca.
También, utilizaron mangueras para poder hacer llegar el agua salada hasta el animal y seguir protegiendo su salud. De esa manera, poco a poco lograron tranquilizarla y regular su respiración.
Este proceso duró 8 horas, pues debido al filo de las rocas no se podía mover al animal con una soga. Esto debido a que se le hubieran causado heridas corporales de gran gravedad.
A causa de ello, la única solución viable era esperar a que se volviera a presentar una marea grande que cubriera al animal y lo volviera a sumergir en el agua. Fue así como después de la larga espera llegó la anhelada ayuda de las olas y la orca pudo recuperar su libertad.
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Después del rescate
Los rescatistas se ganaron la confianza del animal y este entendió que los humanos que la rodeaban solo querían ayudarla. A raíz de ese hecho, conservó la calma en todo momento y después del rescate se quedó junto a ellos por algunos minutos.
Además, su manada siempre se mantuvo cerca del lugar de los hechos y se aseguró de los humanos no representaban ningún peligro. Tanto así que el grupo de rescatistas manifestó que los animales en todo momento se estuvieron comunicando entre sí.
Así fue como terminó otro exitoso caso en el que las personas permitieron que un animal salvara su vida y pudiera seguir disfrutando de su hábitat natural.
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- Álvarez A. Fisiología del estrés [Internet]. (S.L): (S.E); (S.F) [citado 22 de octubre de 2o21].