Emergencias reproductivas postparto habituales en la gata

El postparto es un periodo crítico en cualquier especie. Como propietarios, tenemos que estar muy atentos durante las primeras semanas para asegurarnos de que no se da ninguna situación de emergencia.
Emergencias reproductivas postparto habituales en la gata
Érica Terrón González

Escrito y verificado por la veterinaria Érica Terrón González.

Última actualización: 17 agosto, 2020

Una vez superado el periodo de gestación, parece que cualquier posibilidad de complicación desparece, pero no es así. Existen numerosas emergencias reproductivas postparto en las hembras domésticas, algunas más frecuentes que otras.

Por eso, será fundamental por parte del propietario estar muy atento a cualquier signo de enfermedad, sobre todo si esta puede poner en peligro no solo a la hembra, sino a la camada recién nacida.

Ante la menor sospecha de que se esté produciendo cualquiera de estas patologías, lo mejor es acudir al veterinario. Así confirmaremos el buen o mal estado de la mascota y de los futuros gatos recién nacidos, en este caso.

Emergencias reproductivas postparto habituales en la gata

A continuación, te mostramos las emergencias reproductivas postparto más habituales en las gatas domésticas. Toma nota.

Metritis

Tal y como indica su nombre, se trata de una inflamación del útero, normalmente acompañada de infección bacteriana. Las causas más comunes suelen ser las siguientes:

  • Los partos prolongados.
  • Una incorrecta involución uterina tras el parto.
  • La retención placentaria/fetal.
  • Las intervenciones obstétricas.
Emergencias reproductivas postparto en gatas.

Sintomatología

Lo más frecuente es que la hembra presente una secreción vulvar anormal, con pus y sangre. En la palpación abdominal se puede apreciar el útero aumentado de tamaño y lleno de líquido. Además, la gata estará apática y débil.

Tratamiento

Lo primero será estabilizar al animal con una vía intravenosa y una terapia antimicrobiana. En segundo lugar, habrá que proceder a drenar el útero del contenido infeccioso. Para ello puede ser útil el lavado, a través del cérvix, con solución salina fisiológica. También se puede favorecer el drenaje mediante la administración de oxitocina, que estimula las contracciones.

Mastitis séptica

Las mastitis o mamitis son las infecciones de las mamas. En la mayoría de casos se tratan de patologías menores. Sin embargo, la mastitis séptica aguda puede ser muy grave.

Esta última se relaciona con la entrada de bacterias (Escherichia coli, Staphylococcus spp. o Streptococcus spp.) a través del pezón durante la lactancia. Esta invasión puede afectar a una glándula sola o a varias, apareciendo calientes, inflamadas y doloridas. Puede incluso haber decoloración de la piel alrededor del pezón.

En los casos más graves las mamas pueden gangrenarse y hasta formar abscesos.

Tratamiento

En caso de aplicar antibióticos vía oral, debe hacerse con mesura si la gata sigue alimentando a las crías. ¿Por qué? porque muchas de estas sustancias se excretan en leche. En casos de mastitis séptica grave, puede ser necesario retirar a la camada y alimentar a las crías de forma artificial.

Las mastitis sépticas persistentes requerirán, finalmente, una mastectomía o extirpación de la mama.

Retención placentaria/fetal

Se trata de una patología poco común en las hembras domésticas, a pesar de la preocupación que genera en los criadores. Lo más habitual es que sea una sospecha infundada, ya que las placentas no se expulsan inmediatamente después de cada feto.

Sintomatología

La hembra puede presentar una descarga vulvar de color verde y maloliente varias semanas después del parto. Además, su estado general estará desmejorado y puede impedir al resto de crías que lacten.

Para confirmar el diagnóstico habrá que recurrir a una ecografía o una endoscopia, porque los síntomas no son patognomónicos, es decir, evidentes o generalizados. De hecho, la palpación abdominal, por ejemplo, puede dar falsos positivos. Esto es así porque un útero postparto normal puede tener secciones más dilatadas que otras.

Tratamiento

Los casos más graves cursan con un shock séptico y será imperativo retirar el material infectado. Por ello, se hace necesaria la administración repetida de oxitocina para provocar la expulsión de la placenta retenida. Esto resuelve los signos clínicos, aunque será necesario mantener el tratamiento con  antimicrobianos.

El problema es que si la retención está muy avanzada, la acción de la oxitocina en el útero es mucho menor y por eso su efecto clínico será mínimo. En esos casos, habrá que contemplar el uso de prostaglandinas. En última instancia se recurrirá a la histerectomía, es decir, la extracción total del útero.

Prolapso uterino

El prolapso de uno o ambos cuernos uterinos es también raro en las hembras domésticas. Pese a todo, puede suceder tras un parto o aborto, en hembras de todas las edades. La etiología es incierta, pero se relaciona con:

  • Una musculatura pélvica dañada.
  • Atonía uterina (falta de fuerza en la musculatura del útero).
  • Traumatismos uterinos.
  • Un parto distócico, es decir anormalmente duro o laborioso.

Sintomatología

Si la historia clínica de la gata incluye un parto o aborto reciente, se puede sospechar la causa. Además, el prolapso es normalmente evidente a través del orificio vaginal y con frecuencia la gata sigue teniendo contracciones abdominales. La consecuencia más grave es que el útero prolapsado sufra traumatismos o incluso mutilación por parte de la propia hembra.

Tratamiento

Una vez más, será necesario recomponer el estado normal de la gata mediante una vía con suero. Posteriormente habrá que proceder a realizar una cirugía para reintroducir el útero prolapsado. Cuando los vasos uterinos se hayan visto muy comprometidos habrá que recurrir a la ovariohisterectomía (extirpación quirúrgica de los ovarios y la matriz).

Una gata embarazada tumbada en una cesta.

Como hemos podido ver, las emergencias reproductivas en gatas gestantes, aunque no comunes, pueden llegar a darse en el ámbito doméstico. Es esencial aprender a identificarlas para poder actuar con presteza y planear una visita al veterinario.


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  • King L, Boag A. BSAVA manual of canine and feline emergency and critical care. 2nd ed.

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