El cloro de la piscina en la piel de tu mascota

Además de problemas digestivos o respiratorios, el cloro de la piscina puede provocar daños en la piel del animal
El cloro de la piscina en la piel de tu mascota
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 27 agosto, 2018

En los días cálidos de verano, a muchas mascotas les encanta refrescarse y jugar en el agua junto a sus dueños. Por ello, una piscina puede ser la solución ideal para combatir el calor y mejorar el vínculo con tu mejor amigo. A la hora de pensar en el baño, será fundamental estar atentos a los posibles efectos negativos del cloro de la piscina en nuestras mascotas:

¿Qué es el cloro y para qué lo utilizamos?

El cloro es un elemento químico que se presenta como un gas amarillo-verdoso en su estado natural. En la actualidad, tiene diversas utilidades en nuestra sociedad, y es comercializado en forma de tabletas, gas o líquidos. Entre funciones de este principio activo, destaca su empleo en la eliminación y prevención de microorganismos patógenos (hongos, virus, gusanos, bacterias y parásitos).

Es común que muchos productos de limpieza y blanqueadores –como la lavandina– contengan un porcentaje de cloro diluido. En las piscinas públicas, el cloro se emplea para evitar la proliferación de agentes patógenos y la transmisión de enfermedades por el agua contaminada.

Además, en lugares donde el sistema de potabilización del agua es deficiente, el cloro es un importante aliado de la salud. Con la adición de cloro al agua semitratada es posible eliminar buena parte de los microorganismos y prevenir numerosas enfermedades.

Bañar a tu cachorro en la piscina

Los posibles daños del consumo de cloro a la salud

Por su uso cotidiano, el cloro puede llegar a parecer una substancia inofensiva. De hecho, cuando es utilizado con inteligencia, su acción antiséptica y desinfectante nos ayuda a mantener una óptima higiene en el hogar. No obstante, también puede ser muy peligroso cuando es empleado incorrectamente.

Por ejemplo, la ingestión o inhalación de cloro puede resultar tóxica para nosotros y para nuestras mascotas. Por esta razón, esta sustancia suele estar muy diluida cuando es empleada en espacios de uso común. De todas formas, los niños y las mascotas deben ser vigilados constantemente para no que no beban agua de la piscina.

Si desconfiamos de que un niño o un animal doméstico ha consumido agua de la piscina, es importante llevarlos rápidamente al médico o al veterinario. Además, es importante saber reconocer los principales síntomas de intoxicación por cloro:

  • Náuseas.
  • Diarrea.
  • Vómito.
  • Malestar y dolor estomacal.
  • Úlceras o ampollas en la boca y lengua.
  • Problemas digestivos.
  • Pérdida de apetito.

Además, un animal que toma agua con cloro de la piscina puede tener dificultad para respirar y sufrir ataques de tos. En casos más extremos, la inhalación o consumo excesivo de líquidos puede originar un edema pulmonar.

Perro en la piscina

Los efectos del cloro de la piscina en la piel de tu mascota

Algunas piscinas poseen concentraciones de cloro tan elevadas que solo el contacto con el agua provoca reacciones negativas en nuestros compañeros. Un perro que nada y juega en una piscina con mucho cloro puede tener los ojos rojos.

La exposición al cloro de la piscina también puede irritar las mucosas, inflamar la piel y dañar los dientes de tu mascota. Si el contacto con la sustancia se prolonga, su piel se reseca y puede sufrir heridas y fisuras con mucha facilidad. Con la piel agrietada, el animal queda expuesto a numerosos agentes patógenos.

¿Cómo evitar que el cloro haga daño a nuestras mascotas?

Como hemos observado, el cloro de la piscina puede ocasionar diversos daños a la piel y al organismo de nuestras mascotas. Por ello, es esencial vigilar nuestros compañeros mientras nadan y juegan en la piscina para evitar cualquier accidente. Además, hay que impedir su entrada en el agua después de una higienización o tratamiento con pastillas de cloro.

Probablemente, tu mascota se expondrá al sol durante su jornada refrescante en la piscina. Por ello, otro cuidado crucial con su salud será aplicarle protector solar de uso veterinario en toda la extensión de su cuerpo.

Las plagas de insectos también son importantes, así que antes de dejar que tu mascota se exponga al aire libre en verano, será importante utilizar el repelente para ahuyentar a los mosquitos, abejas y avispas.

Cuando nuestra mascota termine de divertirse en la piscina, hay que lavar su cuerpo con abundante agua limpia para quitarle el cloro y después secar bien. También es muy importante limpiar sus ojos y ofrecerle agua potable para beber. Y si desconfiamos de que puedan haber tomado agua de la piscina, debemos acudir al veterinario de nuestra confianza.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.