Hay muchos términos que definen los lugares en los que los perros y otras mascotas pueden estar. Una perrera, refugios, protectora… ¿Son todas lo mismo o hay algunas diferencias que la marcan?
A pesar de que muchas personas creen que todos los términos significan lo mismo, no es así. Cada entidad cumple una función diferente. Según lo que necesitemos a la hora de adoptar un perro o quizá para el que ya tenemos, deberemos dirigirnos a una u otra.
Qué son y para qué sirven las perreras
Las perreras son organismos que crean los ayuntamientos de los pueblos o las ciudades con el fin de recoger a los animales callejeros. La Ley de Protección Animal marca que así debe ser. Toda ciudad y pueblo debe tener una entidad que se encargue de los animales desaparecidos y tenerlos un mínimo de 20 días hasta que aparezca su dueño.
Es importante recalcar que esta es no es una asociación sin ánimo de lucro, sino que es un negocio. Los ayuntamientos pagan a estas empresas para que les hagan “el trabajo sucio”.
Cómo funcionan las perreras
Lo primero que se hace cuando llega un animal es asegurarse de si tiene microchip para intentar contactar con el dueño. Si este ha sido desaparecido, lo más normal que aparezca cuanto antes. Pero si no lo hace, es posible que el animal haya sido abandonado. Si en el plazo de 20 días nadie lo reclama ni nadie lo adopta, a partir del día 21, la perrera tiene autorización sin incurrir en ningún delito de sacrificarlo.
Qué es y para qué sirve la protectora
Lo primero a destacar es que estas sí son organizaciones voluntarias. Sin cobrar nada por ello velan por el bienestar de los animales.
En estas nunca se sacrifica a los animales a no ser por una enfermedad terminal o algún dolor extremo que no tenga otra solución que acabar con su vida.
En las protectoras trabajan voluntarios que no cobran nada por su trabajo. Se dedican a recoger animales de la calle que están abandonados o aquellos que sus dueños no quieren seguir teniendo y los llevan allí.
También se esfuerzan por ir a las perreras y salvar a aquellos que ya van a ser sacrificados. Si no tienen suficiente espacio para tenerlos, contactan con protectoras de otras ciudades para saber si sería factible el traslado. Además, a través de las redes, fomentan su adopción colgando fotos y vídeos de los animales protegidos.
Estas asociaciones se dedican al cuidado de los animales proveyéndoles alimento, agua, atención veterinaria y todo lo necesario. Lo hacen gracias a las donaciones voluntarias de los amantes de los animales. Estas condiciones son muy distintas a las que viven los perros que están en perreras.
Qué es una casa de acogida
El refugio de animales normalmente acoge a aquellos animales que han sido víctimas del maltrato o abandonados y colaboran siempre con una protectora.
Cuando una protectora no tiene suficiente espacio para más animales, se ofrecen voluntarios con casas grandes. Han de tener condiciones ideales para hospedar a dos o más de manera temporal. Cuando personas que van a adoptar se acercan a una protectora, por norma general, los direccionarán a la casa de acogida, pues estos animales tienen prioridad a la hora de ser adoptados.
Si tú deseas ser casa de acogida para solo un animal, puedes hacerlo. Solo tendrías que tener un perrito o un gatito de forma temporal hasta que encuentra un hogar permanente. Esto quizá te ayude a saber si quieres o no tener una mascota. Quién sabe, quizá no quieras devolverlo después.
En resumen, las perreras son un negocio. Las casas de acogida y protectoras ayudan a los animales desfavorecidos. No obstante, una protectora debe estar registrada legalmente. Mientras, una casa de acogida puede ser cualquier hogar particular que se preste a ello.