Curiosidades de las serpientes bicéfalas

Las 2 cabezas de las serpientes bicéfalas tienen voluntad propia y entran en conflicto durante muchas de las tareas imprescindibles para su supervivencia.
Curiosidades de las serpientes bicéfalas
Francisco Morata Carramolino

Escrito y verificado por el biólogo Francisco Morata Carramolino.

Última actualización: 24 abril, 2021

Las serpientes con más de una cabeza son un tropo común en la mitología de diferentes culturas, pero también ocurren de forma excepcional en el mundo real. Las serpientes que nacen con 2 cabezas se denominan bicéfalas.

Este fenómeno es extremadamente raro, pero parece darse más frecuentemente en reptiles que en otros grupos de animales. A lo largo de los años, se ha detectado un número nada despreciable de serpientes bicéfalas, especialmente entre aquellos ejemplares criados en cautividad.

Aunque la bicefalia es un proceso fascinante, suele afectar muy negativamente a la vida de las serpientes. Si quieres aprender más sobre esta condición tan extraña como curiosa, sigue leyendo.

Origen de las serpientes bicéfalas

Las serpientes bicéfalas no son producto de la evolución, sino que surgen como fruto de errores durante el desarrollo embrionario, similares a los que pueden ocurrir en los humanos siameses.

Las serpientes de 2 cabezas pueden originarse mediante un proceso llamado bifurcación axial, en el que el embrión comienza a dividirse por su eje mayor, pero nunca finaliza. También pueden originarse mediante el proceso contrario: la fusión de 2 embriones diferentes que no llega a completarse, lo que da lugar a un animal con 2 cabezas.

Por lo tanto, la bicefalia es una malformación, que puede ser originada por factores genéticos —como en el caso de la endogamia— o factores ambientales que afecten al desarrollo embrionario.

En función del momento del desarrollo en que ocurra este error y de su magnitud, cada serpiente bicéfala será distinta a las demás. Algunas serpientes solo tienen 2 cabezas, mientras que otras presentan, además, 2 estómagos o incluso 2 corazones. El grado de separación de las cabezas también varía.

Es posible que este defecto ocurra más a menudo en reptiles porque tienen mucha más descendencia y ponen huevos, que están más expuestos al ambiente. Además, las especies de este grupo no tienen los mecanismos de control embrionario presentes en los mamíferos.

Una pitón con 2 cabezas.

Todo ello significa que no hay especies de serpientes bicéfalas, sino individuos puntuales que pueden pertenecer a cualquier especie. Estas mutaciones son fruto de un error, no una característica normal.

Además, lo más probable es que nunca lleguen a existir estas especies, ya que las serpientes con 2 cabezas son menos viables que las que solo tienen una. La bicefalia acarrea una serie de problemas graves que provocan la muerte temprana de los individuos que la sufren.

Por lo tanto, las serpientes bicéfalas casi nunca tienen descendencia. La bicefalia no suele heredarse y no es seleccionada por la evolución. Por este motivo, esta característica no está presente en ningún taxón de vertebrados del reino animal.

Problemas derivados de la bicefalia

Tener 2 cabezas conlleva infinidad de dificultades para el comportamiento y supervivencia de las serpientes. Las cabezas de estos ejemplares piensan de manera independiente y no suelen estar de acuerdo.

Por ello, las serpientes bicéfalas tienen problemas a la hora de alimentarse. A menudo, las 2 cabezas se pelean para consumir una presa como si fuesen de animales diferentes, por lo que la depredación ocupa mucho más tiempo de lo normal.

Además, las serpientes confían mucho en el olfato. Esto provoca que, si una de las cabezas adquiere el olor de la presa, la otra pueda llegar a atacarla o intentar consumirla.

Estos reptiles también tienen dificultades a la hora de buscar o perseguir alimento, ya que una de las cabezas puede estar interesada en cazar, pero la otra no. Esto se extiende incluso a decidir en qué dirección avanzar, cómo defenderse ante un depredador o hacia dónde huir.

Asimismo, la bicefalia podría afectar a los rituales de cortejo de las serpientes. Dependiendo de la especie, los machos suelen frotar la cabeza en el dorso de la hembra. Tener 2 cabezas podría dificultar este comportamiento.

Muy comprensiblemente, la vida de estos animales es breve en la naturaleza. Incluso los individuos cautivos suelen morir antes de lo esperado y tienen una calidad de vida inferior. Por lo tanto, a pesar de lo llamativos que son, no es recomendable intentar producir estos animales.

Algunas especies que han presentado esta característica

Algunos ofidios tienen más proclividad que otros a mostrar este evento tan extraño. Algunos de ellos son los siguientes:

  • Culebra de escalera (Zamenis scalaris): en 2002, se encontró un ejemplar silvestre de esta especie ibérica que tenía 2 cabezas. Con solo 20 centímetros de longitud, era un juvenil. Fue entregado a biólogos de la Universidad de Valencia para su estudio.
  • Culebra real (Lampropeltis getula): esta serpiente se encontró cuando era una cría en Arizona y vivió durante 17 años en una universidad. Esta longevidad es rara vez alcanzada por un animal de estas características.
  • Serpiente del maíz (Pantherophis guttatus): un ejemplar bicéfalo de esta especie tuvo más de 15 crías normales en el zoo de San Diego.
  • Serpiente cabeza de cobre (Agkistrodon contortrix): un ejemplar bicéfalo silvestre de esta especie venenosa fue encontrado en Virginia, EEUU, en 2018. Curiosamente, una de sus cabezas era más dominante que la otra.
Una serpiente del maíz sobre un sustrato de serrín.
Las serpientes del maíz tienden a ser bicéfalas en comparación con otras especies.

Esta lista podría extenderse mucho más, ya que los ejemplos son numerosos, especialmente entre serpientes domésticas. Aunque son muy vulnerables, las serpientes bicéfalas ofrecen la oportunidad de estudiar el funcionamiento del sistema nervioso y la toma de decisiones en un contexto muy especial.


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