Cuidados de peces de agua salada

En cuanto a los cuidados del tanque e incluso a la aclimatación de los peces, existen mecanismos automatizados que permiten realizarlos casi sin supervisión.
Cuidados de peces de agua salada
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Escrito y verificado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Última actualización: 22 julio, 2022

Los peces son organismos que tienen una gran diversidad de formas, apariencias y tamaños, por lo que se les busca para adornar el hogar. De hecho, las especies marinas son las que tienen los colores más vistosos, razón por la cual, los acuarios de agua salada tienen mayor preferencia. Sin embargo, debido a que las condiciones en el mar son muy estables, los cuidados de los peces de agua salada suelen ser más complicados.

Por esta razón, en este espacio se enlistan las recomendaciones principales, así como todo aquello que debes tomar en cuenta, antes de incursionar en el mundo de la acuariofilia. Continúa leyendo para conocer más acerca de este tema.

Peces de agua salada

Tener dudas sobre el acuario y su funcionamiento es muy normal.

Las especies de agua salada son más caras que las de agua dulce, puesto que, en su mayoría, los requisitos para su mantenimiento o reproducción son muy estrictos. Además, algunos de ellos son capturados en su hábitat natural, lo cual incrementa su costo y escasez en los puntos de venta.

Una de las mejores recomendaciones, es que se inicie con ejemplares fáciles, ya que resisten un poco más los cambios del agua. Aunado a ello, también se debe considerar que necesitarán de un ecosistema artificial, que asemeje lo mejor posible a su medio natural. Esto podría implicar añadir invertebrados como corales o anemonas, para completar la apariencia y funcionalidad del tanque.

Peces de agua salada con cuidados sencillos

Con esto aclarado, te proponemos algunos tipos de peces que podrían ser buenas elecciones para iniciar tu acuario:

  • Pez payaso: uno de los ejemplares más populares por las películas infantiles de Disney. Las variedades criadas en cautiverio son muy resistentes y coloridas, sin embargo, necesitaran de la presencia de anemonas, y en general de un medio tipo arrecife de coral.
  • Pez damisela (Damselfish): de las especies con más colores en el mercado, el tanque que habite debe tener características de arrecife de coral, ya que están muy asociados a este. De hecho, es un buen compañero del pez payaso y varios tipos de gobios.
  • Damisela verde: la mejor opción si quieres mantener un acuario de arrecife de coral, ya que son fáciles de criar y se adaptan bien a casi cualquier alimento. El único problema es que son ejemplares gremiales, por lo que tendrás que añadirlos en grupos.
  • Cardenal de Banggai: especie que suele ser pacífica y tímida, pero que necesita de agua oxigenada y escondrijos para resguardarse. La mayoría de estos ejemplares no representa un problema en cautiverio, pero dependiendo donde se adquiera, puede estar habituado o no a comer alimentos procesados.
  • Blenio bicolor (Ecsenius bicolor): este animal puede adaptarse a los tanques con pocas especies, o incluso siendo el único del acuario, sin embargo, precisa de roca viva para su alimentación y refugio. Es un pez tímido pero sociable, que necesita tener el suficiente espacio, pues se estresa fácilmente si no puede nadar con libertad.
  • Gobio de coral amarillo y gobio de fuego: ambos peces son consideradas de arrecifes, por lo que necesitarán corales en su medio. Debido a la territorialidad que muestran hacia sus congéneres, es mejor mantener a un solo ejemplar o a parejas reproductivas.
  • Grama Loreto: este colorido pez solo debe ser mantenido en tanques bastante amplios, puesto que se vuelve agresivo en acuarios pequeños. De manera general, su comportamiento es pacífico, pero puede llegar a ocasionar problemas de territorio con otros individuos de su especie.

Estos solo son algunos ejemplos de los peces que puedes tener en tu acuario. Además, recuerda que la mejor opción es elegir a aquellos que provengan de criaderos, puesto que están más acostumbrados a la vida en el tanque.

El tanque de los peces de agua salada

Sobrepoblación en el acuario.

Los peces del mar son unos de los organismos más bellos que existen en el mundo, pues sus colores brillantes, tamaños y formas peculiares, los convierten en las mascotas perfectas. A pesar de esto, las condiciones en los mares son distintas a las del agua dulce, puesto que el agua salada no tiene fluctuaciones importantes en sus parámetros químicos.

Debido a ello, los acuarios de agua salada deben mantener un control preciso de las condiciones, para asegurar la calidad de vida de los peces que los habitan. Esto significa que es importante invertir tiempo, espacio y dinero para que el tanque esté listo antes de que los ejemplares se integren.

Criterios del tanque

Para empezar, los acuarios necesitan un espacio amplio para que cada ejemplar pueda nadar con libertad. Esto significa que el tamaño mínimo del tanque debe ser de 300 litros, pero se recomienda uno mayor a los 500, cuando se considera tener varios ejemplares. Aunado a ello, este espacio debe mantener una profundidad de 60 centímetros, ya que esto permitirá crear zonas con diferente cantidad de luz.

Además, la decoración es muy importante, pues esto les permitirá a tus mascotas sentirse tranquilas y seguras. Con esto en mente, se necesitan colocar rocas de adorno y rocas vivas, para que provean cuevas o recovecos que sirvan de escondite. Es más, esto mismo facilitará mantener estable a tu acuario, ya que permiten la formación de bacterias y algas que mantendrán la salud del tanque.

Por otro lado, en cuanto al sustrato, una buena opción es usar arena y coral, que rellenen el fondo con al menos 2 milímetros. De hecho, esto último dependerá de las especies que quieras tener, ya que algunas requieren una mayor cantidad de sustrato, como los gobios, por ejemplo.

Equipamientos recomendados

Como ya se mencionaba, los acuarios de agua salada deben ser monitoreados con precisión, pues sus parámetros no deben variar súbitamente. Por esta razón, una gran parte del gasto inicial para el tanque son el equipo necesario para llevar a cabo la medición y el mantenimiento de la calidad del agua. En este sentido, se recomienda contar con el siguiente equipamiento:

  • Luz led: la luz es crítica para mantener el crecimiento de las algas y vegetación del acuario. Es más, debe existir un balance entre la luz blanca y la luz azul, para tener un equilibrio en el sistema.
  • Filtro de tanque: existen muchas opciones diferentes, que dependerán de las necesidades de cada acuario y especie. Para el caso de peces resistentes, un filtro biológico es más que suficiente. Sin embargo, cuando se pretende mantener otras especies más sensibles, es mejor optar de manera adicional por un desnatador o Skimmer que filtra y regula mejor el amoniaco.
  • Filtro de carbón activado: este es adicional y solo debe considerarse cuando se mantiene un sistema de varios peces. Aun así, también sirve para mantener el equilibrio del tanque.
  • Bombas de recirculación: aunque creas que no son necesarios, estas bombas ayudan a mejorar la oxigenación y crean corrientes que mezclan el agua y equilibran los parámetros. Esto suele ser necesario para los cuidados de varios peces de agua salada.
  • Sistema de osmosis reversa: es recomendado, pero no esencial, ayuda a purificar el agua para llevar a cabo los recambios. Este mecanismo facilita el proceso, pero puede realizarse de manera casera si no se cuenta con el presupuesto.
  • Densímetro: la parte más importante de un acuario de agua salada es justo la concentración de sal en el agua, con esta herramienta permite medir la salinidad y evitar que sobrepase el óptimo. Una alternativa es usar un refractómetro que utiliza otro proceso para medir la concentración, pero cumple el mismo objetivo.
  • Calentador (enfriador): debido a que son especies de aguas tropicales, la temperatura debe mantenerse estable, por lo que un termostato puede salvar la vida de tus mascotas.

Parámetros del agua

Con respecto a los parámetros habituales del agua se deben tomar en cuenta las necesidades de cada especie, pero en general se pueden utilizar los siguientes criterios:

  • Temperatura: 24-26 °C
  • Gravedad especifica (salinidad): 1.025
  • pH: 8.0-8.3
  • Amonio: 0 ppm
  • Nitritos: 0 ppm
  • Nitratos: < 10 ppm
  • Alcalinidad: 6- 9° dH
  • Calcio: 400- 450 ppm
  • Magnesio: 1200-1320 ppm
  • Fosfatos: 0 ppm
  • Yodo: 0.5-0.8 ppm
  • Hierro: 0.1-0.3 ppm

Ciclado del agua y primer montaje

Cuando el acuario se monta por primera vez es necesario realizar un procedimiento de ciclado para “madurar” el sistema y lograr una estabilidad. Esto se logra poniéndolo a funcionar durante un tiempo, sin contener nada más que el agua y la decoración. Durante este proceso, se mantiene un seguimiento de los parámetros para revisar que tanto varían.

En la primera semana del ciclado se recomienda agregar la roca viva para que las bacterias ayuden a la maduración. Además, también se debe agregar pequeñas porciones de alimento que ayudan a crecer microorganismos en el acuario. La señal infalible que determina la madurez de un tanque es la presencia de nitratos, pero no de nitritos, por lo que esto debe revisarse con kits de medición.

El proceso puede durar entre 6 y 7 semanas, por lo cual debe prepararse con antelación, para recibir a los nuevos peces a tiempo.

Recambios y preparación del agua salada

Para mantener estable el sistema del acuario se recomienda cambiar entre un 20 y 30 % del agua cada semana. Este procedimiento se debe realizar en un recipiente limpio y que esté libre de cualquier químico o impureza. En este se agrega agua de osmosis o agua destilada, además de 35 gramos de sal sintética para acuario.

En este instante, se necesita revolver la mezcla y medir los parámetros químicos del agua. Sin embargo, esto se debe hacer con el agua a una temperatura de 25-26 grados centígrados, ya que esto puede cambiar el resultado de las mediciones. Una vez confirmado que tiene la salinidad correcta, esta agua está lista para realizar el recambio.

El proceso del recambio debe ser lento, sacando poco a poco el agua de la pecera y sustituyéndola casi de inmediato por la nueva. Recuerda revisar los parámetros de la pecera, para confirmar que se mantenga estable la calidad del agua.

Cuidados previos de los peces de agua salada

Al igual que ocurre con el acuario, los peces deben pasar por un proceso de aclimatación que les permita a los ejemplares acoplarse a su nuevo hogar. Para ello se necesita seguir una serie de pasos sencillos que te permitirán evitar estresar de más a tu nueva mascota.

Lo primero que se debe hacer es utilizar la bolsa o recipiente con el que te fue entregado y ponerlo, sin abrirlo, dentro de la pecera por 30 minutos. Esto se hace con el objetivo de que la temperatura de ambas aguas se iguale y que el pez no sufra un shock térmico. Posterior a ello, se procede a abrir la bolsa, y sin soltarla, se comienza a combinar con el agua de la pecera, de forma lenta y en pocas cantidades.

Después de algunos minutos, el proceso se finaliza terminando de liberar a nuestra mascota en su nuevo hogar. Recuerda que lo más recomendable es apagar la luz y hacer todos estos pasos lo más lento y delicado posible.

Cuidados de los peces de agua salada dentro del acuario

Una vez que los peces se encuentran instalados en el acuario solo necesitan revisarse 2 cosas, su dieta y su salud. Para el primer punto, es necesario verificar los requerimientos nutricionales de cada especie, con el objetivo de conocer qué tipo de alimento darle y cuántas veces al día. De manera general, se suele sugerir una dieta balanceada entre comida viva y procesada.

En cuanto al segundo punto, la mayoría de los problemas de salud son provocados por una mala calidad del agua. Entre las enfermedades más comunes se encuentran la piel de terciopelo, provocado por un dinoflagelado, y el ich marino, una infección por ciliados. Ambas patologías se evidencian por medio de un cambio en la piel del pez, por lo que hay que ser observadores a cualquier anomalía.

Para la mayoría de los casos existen medicamentos que deben ser administrados directo al agua, razón por la cual es preferible tener un tanque extra a forma de hospital. Con esto, se logra evitar el contagio de los demás ejemplares y se realiza un seguimiento preciso de la recuperación.

Es probable que todo lo anterior constituya un gran gasto de tiempo y trabajo, pero son esfuerzos que valen mucho la pena. El tener una mascota no es una responsabilidad fácil, puesto que los animales dependerán de nosotros para toda la vida. Sin embargo, la recompensa más grande es la oportunidad de tener tan cerca a especies hermosas y enigmáticas como estos peces.


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