¿Cómo los perros entienden lo que decimos?

¿Cómo los perros entienden lo que decimos?
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 27 noviembre, 2017

Todo el que ha tenido perros sabe que estos animales desarrollan un razonamiento que escapa a nuestra comprensión. Una de las frases más dichas por los dueños de canes: “es cómo si me entendiera” o “solo le falta hablar”. Para los que todavía tienen dudas: sí, los perros entienden y tienen la capacidad probada de comprender lo que se les dice.

Los perros sí se parecen a sus amos

Esta es otra frase de uso extendido: “los perros se parecen a sus amos”. Pero más allá de las semejanzas de tipo físico o conductual, el parecido está dentro de la cabeza. También en la manera en que se procesa el lenguaje.

Para probar esta hipótesis, especialistas de la Universidad de Eötvös Lónard en Budapest escanearon el cerebro de siete canes entrenados especialmente para escuchar una serie de palabras de parte de sus entrenadores. Todo mientras permanecían inmóviles dentro de la máquina lectora.

Las conclusiones que arrojó el estudio hicieron sonreír a todos los amantes de los canes. El procesamiento del lenguaje funciona exactamente igual que como ocurre en la mente humana.

Los perros no solo entienden lo que se les dice. También son capaces de identificar intencionalidades dentro del mensaje.

Más allá del lenguaje hablado, los perros entienden nuestros mensajes

Además de identificar palabras y asociarlas mentalmente con su significante, los canes tienen la capacidad de procesar un amplio espectro de mensajes emitidos mediante gestos, señales, muecas y hasta respuestas involuntarias (lo que pudiese catalogarse como lenguaje corporal inconsciente).

Científicamente, también ha quedado demostrado que los perros entienden de sentimientos . Son capaces de identificar cuándo una persona está abatida o desolada, y muchas veces procuran brindar consuelo. También identifican la alegría. De hecho, cuando observan a sus amos felices, automáticamente se contagian de esa sensación de bienestar.

Por otra parte, especialistas han establecido que cuando un propietario de un perro le señala a su mascota algo con el dedo, la atención del animal se centra de manera automática en el objeto señalado. En ningún caso en la “extremidad apuntadora”.

Son también capaces de relacionar una voz con un rostro (en el caso del amo lo hacen sin equivocarse nunca). También saben discernir si quien les habla es hombre o mujer.

Un vocabulario de 160 palabras o frases

Estudios en Reino Unido y en Canadá han determinado que los perros entienden y pueden identificar un promedio de 160 palabras o grupos de palabras. Vocabulario que puede expandirse por encima de 200 con entrenamiento y práctica.

Quien ha criado un perro, sabe que entre las primeras cosas que aprenden están frases del tipo: “vamos a salir” o “busca tu correa”. También son numerosos los casos de los animales que no pueden escuchar a sus amos susurrar términos como “toca baño”. Si es así, saldrán inmediatamente despavoridos a esconderse.

Si la asociación a una palabra o frase va ligada a una experiencia que brindó al perro un alto componente emocional (positivo o negativo), solo bastará que la escuche una vez para que la memorice.

Por esta misma razón, muchos veterinarios aconsejan a los dueños no utilizar los nombres de las mascotas cuando deban regañarlos. De hacerlo, el animal puede asociar el vocablo con experiencias negativas y dejará de acudir cuando se le llame.

También es importante tener en cuenta que los perros no entienden de ironías ni de mensajes contradictorios. Si se les regaña utilizando palabras clave para esa situación (“No”, “quieto”, “suelta”), pero se pronuncian con una sonrisa en los labios y con un tono de voz inadecuado, el animal terminará confundido.

El racionamiento de los canes se asemeja al de un niño de dos años y medio. Por ello el mensaje que se quiera transmitir debe ser preciso y sin variantes.

¿Capacidad innata o aprendida?

 

Lo que hasta al momento ningún estudio ha afirmado categóricamente es si la capacidad de los perros para entender lo que se les dice obedece a una condición genética presente en determinados mamíferos o si, por el contrario, es una capacidad adquirida a través de los siglos de domesticación.

Y respecto a la frase “solo le falta hablar”, los amantes de los caninos saben que estos animales, si bien no disponen de lenguaje hablado, manejan un sistema comunicacional bastante asertivo, que no requiere de mayor entrenamiento ni de una enseñanza especial. Además de brindarles amor y ganarse la confianza del animal, solo hay que prestar atención. Siempre están diciendo algo.


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