Cómo cuidar de un bulldog inglés: 4 tips

Al saber qué observar podrás cuidar de un bulldog inglés de la mejor manera posible. Esos mismos rasgos que te parecen adorables tienen un precio en salud muy alto para tu perro.
Cómo cuidar de un bulldog inglés: 4 tips
Luz Eduviges Thomas-Romero

Escrito y verificado por la bioquímica Luz Eduviges Thomas-Romero.

Última actualización: 18 enero, 2020

Es natural que te preocupes por aprender cómo cuidar de un bulldog inglés. Lo mejor es estar al tanto de sus problemas de salud más comunes. Así podrás adaptar un plan de salud preventivo para vigilar y, con suerte, prevenir algunos riesgos predecibles.

Cabe señalar que muchas enfermedades y condiciones de salud en el bulldog inglés son genéticas, lo que significa que están relacionadas con la raza y tiene la predisposición a padecerlas.

Sus adorables rasgos físicos

La inusual apariencia del bulldog se debe a que los huesos de su hocico están profundamente acortados. El cuerpo es robusto, con patas anchas y, a menudo, está equipado con una pequeña cola de sacacorchos.

Desafortunadamente, todas estas características de la raza van de la mano con algunos problemas de salud muy graves.

Braquicefalia

Braquicefalia significa que los huesos faciales se han acortado radicalmente, en relación con las proporciones del perro. Los problemas respiratorios, los problemas dentales, los problemas oculares… Todo se deriva de la forma de la cabeza del bulldog.

Rostro del bulldog

Compromiso óseo

Los bulldogs también sufren problemas de espalda, problemas de cadera, problemas de parto y más, todo como resultado de su estructura corporal.

1. El hábito del cepillado dental, insustituible para cuidar de un bulldog inglés

Los perros braquicéfalos tienen tantos dientes como los otros canes. Pero tienen menos espacio para colocarlos. En consecuencia, sufren de hacinamiento y tienen un mayor potencial de contraer caries.

Cuidar de esta raza de perros puede ser una tarea demandante porque son propensos a problemas dentales e infecciones de la piel. Por lo tanto, deberá buscar signos de caries u olores desagradables que puedan indicar problemas en las encías o los dientes.

Si tienes un cachorro bulldog, debes limpiarle los dientes diariamente y hacer que un veterinario los revise regularmente.

2. Prevenir y atender tempranamente los problemas oculares

Los huesos faciales del bulldog inglés no son lo suficientemente largos como para estirar la piel de su rostro. Por esta razón, la piel cae en pliegues profundos a ambos lados de su nariz. Estos pliegues pueden rozar la superficie de los ojos del perro y causar dolor.

Los bulldog babean

Una consecuencia de su cráneo aplanado es que las cuencas de los ojos son poco profundas. Es decir, que los ojos son prominentes en relación al rostro, así que resulta relativamente fácil rascarse o dañar sus ojos. Aquí te dejamos algunos padecimientos oculares comunes:

  • La disiquiasis, producida por pelos adicionales que crecen dentro del párpado y se frotan en la superficie del ojo. Es hereditario, puede causar úlceras corneales y dolor ocular crónico. Hay varias opciones de tratamiento disponibles y el pronóstico es bueno una vez que los pelos se han eliminado permanentemente.
  • El entropión. Se produce cuando el párpado rueda hacia dentro, lo que hace que las pestañas se froten contra la superficie del ojo. Es extremadamente irritante y doloroso, y puede conducir a la ceguera. La corrección quirúrgica generalmente es exitosa si se realiza temprano.
  • El ojo seco es común en los bulldogs.
  • Ojo en cereza: los perros tienen un tercer párpado que contiene una glándula que produce aproximadamente un tercio del líquido que baña el ojo. Si la glándula está adolorida o hinchada, se ve como una mancha roja en la esquina del ojo. Para tratarlo, la cirugía suele ser la mejor opción.

3. Limpieza de los pliegues faciales, clave para cuidar de un bulldog inglés

Ten presente que deberás realizar una inspección visual periódica de los pliegues faciales, los pliegues del cuello y los pliegues alrededor de la base de la cola. Es imprescindible asegurarse de que esté libre de suciedad y se mantengan secos, para reducir las posibilidades de que se desarrollen infecciones cutáneas desagradables.

Cualquier acumulo de suciedad en sus pliegues los hace presa fácil de infecciones: es tu deber mantenerlos escrupulosamente limpios y secos.

4. Colas de tornillo del bulldog inglés

Es inherente a esta raza la propensión a tener problemas en la columna, causados ​​por deformidades en sus vértebras. En esta raza es imperativo evitar la obesidad. Además, pueden surgir problemas de espalda graves y dolorosos en los cachorros con cola de tornillo.

Como resultado, las colas mismas pueden encarnarse o invertirse. Además, la piel que se pliega alrededor de la cola, y debajo de la cola, necesita cuidados y limpieza especiales. Estos pliegues también son propensos a acumular suciedad y desarrollar infecciones.

Si tu perro tiene una cola atornillada, deberás limpiar la piel de esta área cuidadosamente todos los días.

Mucho de lo que puedes hacer para cuidar de un bulldog inglés es sentido común. Observa su dieta, asegúrate de que haga ejercicio, cepíllale regularmente los dientes y el cuerpo. Y llévalo a su consulta veterinaria regularmente.


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