¿Cuáles son las causas de la borreliosis en perros?

La borreliosis canina es una infección bacteriana que se transmite a través de las picaduras de garrapatas. Con unos sencillos pasos se puede evitar el contagio del can.
¿Cuáles son las causas de la borreliosis en perros?

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 26 noviembre, 2020

La borreliosis en perros, más conocida como enfermedad de Lyme, es una patología causada por la bacteria Borrelia burgdorferi. Esta se transmite a gatos, perros, caballos y humanos a través de la picadura de garrapatas, concretamente aquellas englobadas en el género Ixodes.

Estamos ante una enfermedad bastante delicada, con un pronóstico variable en los casos crónicos y muy malo cuando se produce una afección del sistema nervioso central del animal. Si quieres saber cuáles son las causas de la borreliosis en perros, continúa leyendo.

Causas de la borreliosis en perros

Según el portal veterinario MSDmanuals, existen alrededor de 19 grupos de bacterias dentro de la especie Borrelia burgdorferi. Por otro lado, se ha registrado que hasta cuatro especies de garrapatas pueden transmitir la enfermedad con su picadura, si bien la más común es Ixodes ricinus —al menos en Europa—.

Cabe señalar que el portador invertebrado es capaz de transmitir la enfermedad en cualquier etapa, es decir, los mamíferos listados que sean mordidos por una larva, ninfa o adulto de garrapata infectado son susceptibles de contraer la patología.

Por esta razón, los riesgos de contagio en cánidos y humanos son mayores durante la primavera y el verano, cuando estos artrópodos están activamente buscando mamíferos a los que parasitar. En estas épocas del año, cualquier incursión al campo deberá finalizar con una revisión de todo el cuerpo del animal.

Es importantísimo notificar el siguiente dato: una vez se incrusta en la piel del can, la garrapata tarda uno o dos días en transmitir la bacteria causante de la borreliosis. Por este motivo, un correcto protocolo de higienización será esencial, ya que así se evitará que el invertebrado pueda contagiar al can.

A un perro se le quita una garrapata en el veterinario.

Un problema más allá del perro

La presencia de Borrelia en las garrapatas varía enormemente según la localización geográfica, pero algunos estudios estiman que hasta el 50 % de estos invertebrados están infectados en ciertas áreas. Normalmente, las larvas son las más efectivas a la hora de transmitir la enfermedad, ya que muchos tutores no se dan cuenta de su presencia en la piel del can.

Por desgracia, este contacto garrapata-perro-tutor también es un problema de salud humana. En los últimos 20 años se han reportado el doble de casos de borreliosis en personas en EE.UU. Esto se traduce, aproximadamente, en unos 30 000 pacientes anuales.

Síntomas y tratamiento

Los signos de la borreliosis varían según la especie afectada, pues algunos animales portadores son prácticamente asintomáticos. En perros, los síntomas más comunes son los siguientes:

  • Anorexia y pérdida de apetito.
  • Fiebre.
  • Depresión y letargia.
  • Cojera crónica intermitente, dolor articular y muscular.
  • Linfadenopatía, es decir, inflamación de los ganglios linfáticos.

En lo que al tratamiento se refiere, se suelen utilizar antibióticos como la doxiciclina, amoxicilina y cefalosporinas de primera generación durante un mes para acabar con la bacteria. Por otro lado, también se pueden administrar antiinflamatorios al paciente canino para reducir los signos de inflamación y dolor.

Cómo evitar la borreliosis en perros

A pesar de la gravedad de la enfermedad, la borreliosis canina es relativamente prevenible si se siguen una serie de pautas. Entre ellas, encontramos las siguientes:

  1. Equipa a tu perro con collares antiparasitarios o aplícale plaguicidas caninos antes de realizar con él cualquier incursión al campo, sobre todo durante la primavera y el verano.
  2. Pregunta por la vacuna para la enfermedad de Lyme en perros a tu veterinario. Dependiendo de la prevalencia de la patología en tu región, la vacunación preventiva del can puede ser una buena solución.
  3. Revisa la piel y el pelo de tu perro después de cada incursión al exterior durante la primavera y el verano.
  4. Acude al veterinario cuando una garrapata se adhiera a la piel del can. Esta siempre será la mejor opción, pues si no tienes experiencia extrayendo a estos invertebrados, la cabeza puede quedarse incrustada en la epidermis del perro.
Una garrapata transmitiendo a Borrelia con su picadura.

Una enfermedad con múltiples reservas

Como habrás podido ver en estas líneas, la borreliosis en perros no es moco de pavo. Algunos canes —a pesar de curarse con éxito— pueden llegar a presentar dolores articulares de por vida, ya que los efectos de la bacteria en su organismo a veces son irreversibles.

Por esta razón, el mejor de los tratamientos es la prevención temprana. Revisa la piel de tu perro de forma usual, aplícale repelentes cuando vayas a salir con él al parque o al campo y discute la posibilidad de vacunación con tu veterinario. Solo así te evitarás un enorme disgusto.


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